El líder en la primera, 'Es la guerra'. Óscar Cubillo
El Bafle

The Godfathers y el rock del bulldog

El quinteto londinense dirigido por el enfurecido Peter Coyne puso el colofón a la primera de las dos jornadas del Blow Up Fest, que hoy reúne a Bonzos, The Hangmen y The Dictators

Sábado, 23 de septiembre 2023, 13:10

Hoy sábado en el Kafe Antzokia, desde las nueve de la noche, descargarán los Bonzos getxotarras, los angelinos The Hangmen y los neoyorquinos The Dictators (sin su vocalista Dick Manitoba), en el marco del llamado Blow Up Fest (así se anuncia: «Festival orientado hacia el ... sonido sixties, psicodelia, garage y power-pop creado en 2019 en Bilbao»). Ayer viernes actuaron tres proyectos extranjeros: Los Peyotes argentinos que dejaron una estela yeyé, los australianos Datura4 con su muro de guitarras, y los londinenses The Godfathers, Los Padrinos, los triunfadores de la terna, lo que les contaremos a partir de aquí.

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The Godfathers (Londres, 1985), que obtuvieron un éxito global con su canción o más bien himno marcial 'Nacimiento, escuela, trabajo, muerte' (1988), siguen liderados por el pequeñajo, trajeado y malas pulgas Peter Coyne, a quien por los papos se le está quedando cara a medias entre el actor Timothy Spall y un bulldog, pero un bulldog mordedor, no apacible. Rabia difícilmente contenida se le escapó a Peter Coyne, quien gritando «gora Euskadi!» abrió su concierto creciente y con un bis inferior de 18 canciones en 73 minutos desde que salieron hasta que se piraron entre ovaciones (o sea descontando los 6 minutos enlatados de música gótica a oscuras que precedió su entrada en escena).

Coyne blandiendo el pie de micro. O. C.

En quinteto con dos guitarristas más jóvenes que el promedio padrino y con un baterista entusiasta de pelo teñido y parecido a La Otxoa, Peter Coyne agarraba con fuerza el micrófono como si fuera una granada de mano a punto de quitarle la horquilla de seguridad. A veces blandía el largo pie de micro como si se tratase de una espada o incluso de un hacha. En la primera canción, 'This is war' (Es la guerra), ametralló con sus manos a la concurrencia, y en general cantó con la furia que siempre le ha caracterizado, moviéndose como una fiera enjaulada por el escenario y a veces mirando desafiante al público, este viernes unas 250 almas rendidas a las que halagó en inglés: «Los Godfathers amamos jodidamente a los vascos».

Los orgullosos británicos arrancaron bien su actuación, aunque el sonido no permitía respirar del todo a canciones como la lisérgica y añeja 'If I only had the time' (la cual amalgamó todos los ingredientes que mueven al Blow Up Fest, que les recordamos eran estos: «el sonido sixties, psicodelia, garage y power-pop»). Acertaron de pleno en alguna diana (a la cuarta la ramoniana 'OCD', incluida en su último álbum, 'Alpha, beta, gamma, Delta', editado en septiembre de 2022, a la séptima su rockabilly rodado y crujiente 'Walking talking Johnny Cash Blues', genuino y en absoluto una apropiación cultural), y oscilaron entre el sonido Manchester a su bola (el groove de 'Unreal world') y los efluvios vía de The Cure ('Love is dead', el amor está muerto, presentado así por Mister Coyne: «ahora una sick black song», una canción negra enferma).

El quinteto visto desde el antiteatro del Antzoki. O. C.

En la segunda mitad, hasta el bis, volaron más alto, le pillaron la onda, cogieron el carril bueno. Hubo una dedicatoria explícita a los Ramones ('I can't sleep tonight', un calco respetuoso con el aserradero guitarrero y los coros surferos). Evocamos el volcán de Iggy Pop en el pasado Azkena Rock Festival (en 'Lay that money down'), o nos noqueó la terna postrera con el rock directo a la mandíbula 'Cause I said so' (porque lo digo yo), el rock agresivamente orate 'I want everything' (lo quiero todo), y el rock coreado por la gente puño en alto 'Birth, school, work, dead' (ya saben: nacimiento, escuela, curro, muerte).

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Semejante Himalaya lo debieron reservar para el bis, también triple, abierto con dos piezas más planas 'I want you' y 'Wild and free' (libre y salvaje, ésta peor que en disco, pues en él suena a The Stooges y en vivo resonó a The Baboon Show), y rematado por otra populista que también dio en la diana: '(You Gotta) Fight For Your Right (To Party)', de los Beastie Boys, ¡que salió en 1986!, y que por segunda vez en la velada del viernes puso a la peña a corear con el brazo en alto. ¡Vivan Los Padrinos!, o como diría el jefazo Peter Coyne: Gora The Godfathers!

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