Susan Santos arrancando a medio gas

Un minuto antes de la hora prevista, a las 18.29 horas del viernes, cuando mucha gente todavía hacía cola para poder entrar al pabellón de Miribilla, sobre un gran escenario sin casi iluminación y con mucho humo y mal sonido, arrancó el 7º Music Legends la extremeña global Susan Santos (Badajoz, 1981), una guitarrista y cantante de blues-rock con ambición internacional, tanto que ha vivido y trabajado en Estados Unidos. Ahora misma sus giras son internacionales, desde Norteamérica a Europa, y en ellas frecuenta los festivales. Susan ha tocado en pequeños locales de Bilbao varias veces. La hemos visto en el desaparecido Evidence, en el Crazy Horse, también ha estado en el Cotton Club…Locales de aforo limitado, aunque también tuvo la oportunidad de pisar el Pabellón de Miribilla en octubre, como cuarta invitada del show de Miguel Ríos en la gira del 40º aniversario del 'Rock N Ríos', y tocando codo a codo con el maestro granadino un 'Rock and Roll Boomerang' perjudicado por el sonido. Pero sonó mejor que este viernes.

3.200 espectadores, todos sentados, hubo en octubre en el 'Rock N Ríos'. Y este viernes, en el Legends, ante menos público, échenle mil almas al alza atentas ante ella (para esta jornada encabezada por Los Pretenders se esperaban 4600), Susan Santos (Su Santidad le chilló un espectador) tuvo el honor de dar el pistoletazo de salida actuando en trío, escoltada por David Salvador al bajo y Juli El Lento a la batería, la misma base rítmica con la que ha grabado su último álbum, 'Sonora' (¡editado en abril!), y con ellos dos enlazó 12 temas en 58 minutos claramente insatisfactorios debido a la acústica: y es que se oyó igual de mal en primera fila, en la quinta y delante de la mesa de sonido.

Marcando los compases andando como si desfilara, asomándose de vez en cuando al borde de la escena para puntear con sus Fender (al menos usó tres), la zurda Susan Santos abundó en la fórmula del boogie rock a lo ZZ Top y el mejor tema fue 'Skin and bones', a lo Hound Dog Taylor, que fue cuando bajó a tocar la guitarra desde el foso.

Apenas habló, y una de las veces que lo hizo fue para anunciar que tenía «vinilos, CDs y camisetas en el merchandising. Ya he visto muchas camisetas y me encanta. Si queréis que os firme un disco o sacaros una foto, al de cinco minutos estaré ahí». Y antes de acabar censuró: «Estáis a medio gas. La primera fila sí, pero el resto no». Ya, es entre que apenas se le veía y lo mal que se oyó, era difícil entrar en harina, en acción.