Sublime y placentero canto

En muy pocas ocasiones se habrá escuchado en Bilbao a una cantante deparando una actuación de tamaño arte canoro. La voz bien timbrada de la ... soprano Olga Peretyatko corrió con la fluidez de un caudaloso río que no encuentra ningún obstáculo en su discurrir. Su lección de canto a media voz en la primera parte del programa nos introdujo en el aroma placentero de unas canciones de dulce melodía y exquisita musicalidad cantadas con gran finura. Nos impresionó la titulada 'Wiegenlied', atribuida a Mozart pero que lleva la firma del compositor y médico Berhard Flies, porque la cantó con una inmaculada dulzura lineal. Nos llamó asimismo la atención la belleza melódica que encerraba la de Tchaikovsky, que ella, en su lengua vernácula, interpretó con correcta modulación, absoluta pulcritud en el fraseo y hondo sentimiento. Cambió de estilo en la segunda mitad y no solo cantó con gracia 'Serenade' de Gounod, sino que además nos quedamos absortos ante la interpretación melismática de 'Vocalise' de Rachmaninov, ejecutando con gran destreza y facilidad una larga serie de escalas, esfumaturas, picados y trinos.