Steve Winwood: Exquisitez británica

El elegante Steve Winwood demostró que sus facultades como cantante siguen intactas a sus 70 años

Sábado, 30 de junio 2018, 21:28

Music Legends Festival lo sirvió a última hora del viernes el británico Steve Winwood. A sus 70 años, apareció en escena alto, delgado, elegante, bien conservado, hablando en inimitable inglés, alternando los teclados con la guitarra, y cantando con facultades intactas. Ofició al frente de ... un quinteto soberbio: portentoso el percusionista venezolano Edwin Sanz que todo lo ligaba (y se engarzaba perfectamente con el baterista Richard Bailey) y versátil el multiinstrumentista jazzístico Paul Booth. La guitarra del brasileño Jose Neto carecía de clavijero, lo que quizá pudo confundir a no pocos espectadores. El bajo se marcaba desde el órgano.

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Vendedor de más de 50 millones de discos e inmerso en lo que él mismo llama 'Greatest Hits Live Tour' (algo así como 'la gira de los más grandes éxitos en vivo'), Winwood tocó en hora y media en las campas de la Ola de Sondika 11 canciones de una trayectoria intergeneracional en la que caben sus participaciones en The Spencer Davis Group, Traffic y Blind Faith. Abrió fuego sonando moderno y atemporal con el 'I'm A Man' del Spencer Davis Group, entreveró la fusión rock de Santana con la progresividad de su era en 'Pearly Queen', y paró el concierto porque no se le oía bien a la tercera, la versión del 'Them Changes' de Buddy Miles, ante las quejas de decenas de personas de la vanguardia.

A pesar de esas protestas, las 2.000 personas que se dieron cita en la Ola estaban encantadas con lo que oían, predispuestas, receptivas y ondulantes. El show continuó brillante, con el combo apurando los largos desarrollos instrumentales pero manteniendo el corpus de canción, como en las dos que espigó de Blind Faith, con él a la guitarra y de sonido muy Eric Clapton: la tranquila 'Can't Find My Way Home' y la más agitada 'Had To Cry Today'.

La banda estaba en forma y picaba de todos los lados en desarrollos instrumentales paladeables donde cabían desde el latinismo de Santana hasta el blues de Robert Cray, como en 'The Low Spark of High Heeled Boys', de Traffic. Al acabar dijo Rocío, una espectadora: «Lo puedes titular exquisiteces británicas». Por el epílogo cupieron éxitos transversales de los años 80 y 90 dotados de artificio tropical como 'Higher Love', el blues creciente 'Dear Mr. Fantasy' que fue la cima de la cita y con gran protagonismo a la guitarra de Jose Neto algo concomitante con Javier Vargas, y el adiós con el standard 'Gimme Some Lovin'', del Spencer Davis Group, que bien es verdad fue lo más prosaico y casi verbenero del estupendo e intachable repertorio. Muy bien Steve Winwood, mucho mejor que en su concierto en la sala Rock Star de Barakaldo en 2009, por sonido, implicación y vigor.

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