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Entradas agotadas el sábado en la cuarta de las cinco jornadas del 47º Festival Internacional de Jazz de Getxo, protagonizada por la vocalista Stacey Kent, que saludó diciendo «estoy muy feliz de estar de nuevo en este bonito lugar». ¿Qué? Miramos el archivo y sí, ya participó en el 37º Getxo Jazz, en la carpa del Biotz Alai, en 2013. Además pudimos verla en el desaparecido ciclo 365 Jazz Bilbao, en la Sociedad Filarmónica, en noviembre de 2011. Ambos bolos fueron en quinteto, y este sábado regresó en trío (sin la base rítmica de batería y contrabajo), escoltada por el pianista estadounidense de sangre nipona Art Hirahara, y por «mi mejor amigo, mi esposo», el saxofonista y flautista británico Jim Tomlinson, quien hace una década parecía un guaperas con coleta y sonrisa, y ahora ha madurado y está serio.
En esa salutación la anglo-americana Stacey Kent (South Orange, Nueva Jersey, 1968) prometió que en la velada pasaríamos de lo joyful a lo painful, o sea de lo alegre a lo doloroso, pero pudo más lo segundo, la tristura melancólica (canciones como 'The shadow of your smile'), en su sereno y ambiental concierto de 92 minutos para 17 temas en inglés y también en francés, portugués y español (esto en el bis, con un recogido 'Bésame mucho'), y donde pareció cantar de modo muy contenido, aunque abundando en lo emocional.
Una vez más el sonido fue maravilloso en el Muxikebarri y las luces dejaron ver claramente a los actuantes, lo cual fue una delicia tras tanto festival de rock mal iluminado y contaminado por el humo de los escenarios. Pero no divaguemos: con la emoción a flor de piel, con el melodrama a punto de ebullición, la aparentemente risueña Stacey Kent desde el centro del ancho escenario sonó como el Sinatra de los años 40 ('Tango in Macao') y como Barbra Streisand en los 70 ('A time for love'), versionó tres veces a Jobim (una alegre y cimera 'Les eaux de mars', una 'Bonita' fuera de programa como ella la anunció –dijo que la cantaba porque se sentía en la onda- y 'Coraçao vagabundo') y una a los Beatles ('Blackbird', ovacionada al ser reconocida por el respetable).
Además presumió de su colaboración lírica con el premio Nobel de Literatura Kazuo Ishiguro en 'Postcard lovers' (con la música de su esposo Tomlinson), y, la condecorada en 2009 con la Orden de las Artes y las Letras de Francia, adaptó a dos mitos de la francofonía: a Edith Piaf en 'Under Paris Skies / Sur le ciel de Paris', algo a lo ZAZ, y al belga Jacques Brel en 'If You Go Away / Ne me quitte pas', dotada de una languidez extrema y teatral que acabó calando.
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