Ruper Ordorika: «Vivimos un momento de estancamiento porque nada es seguro a largo plazo»

El artista guipuzcoano se rodea de los músicos Iñigo Goldaracena, Arkaitz Miner, Hasier Oleaga y Bixente Martinez en un particular concierto en el que interviene el propio Atxaga y cuenta con las proyecciones de Eguillor. La cita en el Principal será el viernes (19.30, 10 euros).

– Toca echar la vista 40 años atrás.

– No es un concierto como tal porque con nosotros está Bernardo Atxaga, autor de todas las letras de aquel primer disco, y le da un sentido diferente. Hace sus lecturas y lee textos que completan la idea. En su momento 'Hautsi Da Anphora' fue un disco minoritario. Con el tiempo he notado que hay gente que se siente muy ligado a él, en gran parte por sus letras.

– Más de una vez ha hablado de la impresión que le causó 'Etiopia', de Atxaga.

– Descubrir aquellos poemas de Bernardo Atxaga fue una revelación y me dio el eje que necesitaba para mi primer álbum. Me sirvió para trabajar en algo que tuviera una conexión entre las distintas canciones. Casi todo el disco lo hicimos en Vitoria con Ángel Celada y Josu Zabala –al que también invitaré al concierto– y Jose Dufourg.

– Formó parte del grupo Pott junto a Atxaga y otros escritores como Joseba Sarrionandia, que recientemente ha vuelto al País Vasco. ¿Se han vuelto a reunir tantos años después?

– Eran todos escritores y yo el único músico (risas). El otro dia en Bilbao nos juntamos prácticamente todos en el concierto con un recital al final de Joxemari Iturralde, Sarrionandia, y al concierto en Eibar vino Manu Ertzilla. Pero es un planteamiento diferente, esto es un quintento y banda en escena con invitados del mundo literario.

– En febrero de 2020 fue una actuación suya la primera de muchas en cancelarse en el Principal.

– Recuerdo que fue el primer concierto que se suspendió y el primero que dimos. Es un privilegio volver al Principal. Si la medida del tiempo es arbitraria, en estos dos años todavía más.

– ¿Ha cambiado algo en el sector de la música?

– No sabría decir porque es pronto. Se nota un momento de estancamiento porque no es seguro proyectar a largo plazo nada, pero veo muy claro las ganas del público. En el modo de escuchar veo que las formas de 'streaming' se han instalado y todo se basa todo en lo digital.

– Pasamos de una pandemia a una guerra en Ucrania. ¿Hay cierto desasosiego a estas alturas? ¿Se esperaba algo así?

– Siempre lo veíamos lejos, una de las variantes es que está en Europa y todo está relacionado. Además con el móvil ves las imágenes y te ves inmerso. El día en que los muchachos que pasan en patera lo graben en sus móviles igual se dirija la atención también en otras direcciones. Todo esto nos está tocando, no hay distancia suficiente para ver cómo nos va a afectar.

– Hay quien se plantea el veto a artistas rusos y quienes se niegan a esa censura.

– La propaganda actúa en todas direcciones. Acabo de escuchar que un alto cargo ruso de la iglesia ortodoxa de Rusia ha bendecido la guerra. Hay lecturas completamente encontradas. La idea de que la censura pueda contribuir a alguna solución es estúpida.