Rosalía revoluciona Coachella

Si el viernes el protagonismo recayó en el portorriqueño Bad Bunny, que cantó en español a petición del público, el sábado Rosalía puso patas arriba Coachella con un show arrebatador. La autora de 'Motomami' era cabeza de cartel y solo podía hacerle sombra el cuarteto Blackpink, que hizo historia en 2019 al convertirse en el primer conjunto de K-Pop que actuó en el festival californiano.

La artista catalana se metió al público en el bolsillo en la segunda ocasión que actúa en Coachella tras su debut en 2019. Esta vez fue todavía más especial, ya que se subió al escenario con su prometido, Rauw Alejandro. Rosalía apareció en escena con un casco de motorista junto a su elenco de bailarines, al más puro estilo 'Motomami'. Tras hacer vibrar al público con 'Saoko' y 'Bizcochito', llegó el plato fuerte: su actuación con Rauw. «Hace cuatro años vine a Coachella, pero vine sola. Esta vez ya no», comentó antes de que el rapero portorriqueño apareciera en el escenario.

La pareja cantó entre el delirio del público 'Vampiros' y 'Beso', temas incluidos en su EP conjunto, 'RR'. «¿Dónde está mi gente latina? ¿Y los fanáticos del reguetón y del perreo?», preguntaba Rauw Alejandro, mientras Rosalía no podía ocultar las lágrimas durante la emocionada interpretación de 'Beso'. Ambos se besaron después en los márgenes del escenario, un momento que las cámaras no recogieron.

El espectáculo de la artista de SantEsteve Sesrovires se prolongó durante una hora. Vestida con un top negro y una camisa larga con transparencias, Rosalía tocó al piano 'Hentai' y 'Candy' y se mezcló con los espectadores. Tampoco faltó la conmovedora versión de 'Héroe', de Enrique Iglesias, que la cantante viene interpretando en sus últimos conciertos. Bailó con una coreografía perfecta una versión maquinera de 'Despechá' y después llegaron temas como 'La Combi Versace', 'La Fama' y 'Cuuuuute'.