Lo que no se vio del regreso de Amaia Montero: la mano temblorosa, una estrella en el tacón, Karol G emocionada...

El regreso de Amaia Montero a los escenarios ha sido muy aplaudido, especialmente por sus fans, que siempre mostraron su preocupación por la salud de la artista. Como un ave fénix, Montero resurgió ayer de sus cenizas y lo hizo en el mejor escenario posible: un Bernabéu abarrotado para disfrutar del concierto de la que es una de las artistas del momento.

Karol G desveló ante los 65.000 espectadores que se citaron en el estadio que creció escuchando sus canciones. No dijo el nombre, pues quería mantener la sorpresa hasta que Amaia Montero irrumpiese en el escenario. El emotivo mensaje que utilizó Karol G para presentar a la irundarra probablemente esconda el motivo por el que compartieron anoche protagonismo: «Cuando la busqué le dije que su música acompañó mis atardeceres, mis tardes con mis amigos».

En ese momento, la música de 'Rosas', uno de los temas clásicos de La Oreja de Van Gogh, sonó de fondo. El público comenzó a emocionarse y el sonido llegó a ser ensordecedor cuando las pantallas enfocaron a una mujer que lucía un vestido blanco y llevaba un micrófono en la mano. Era Amaia Montero.

La artista caminó hacia la parte delantera con paso firme y segura. Lucía una estrella colgada del tacón. Casualidad, Karol G la había presentado segundos antes como «una reina en esta tierra». Empezó a cantar y de fondo, unos cuantos metros detrás de Amaia, se podía apreciar la sonrisa de Karol G ante el esperado momento. La artista colombiana, también emocionada, se llevó las manos a la cara mientras Amaia interpretaba los primeros versos de 'Rosas'.

Karol G se comportó como una fan más. Cedió el protagonismo y cantó la canción que durante su infancia ya había cantado. Abrió los brazos y animó al público a hacer el mismo gesto. Mientras, Amaia la invitaba a sumarse para hacer un dúo. Fue en ese momento cuando más se notó el nerviosismo de Amaia después de varios años alejada de los escenarios y del foco mediático. A la artista vasca le tembló tímidamente la mano derecha mientras ambas interpretaban a dúo la canción. Lo solventó bien y cuando concluyó la canción, las dos protagonistas se fundieron en un emotivo abrazo.

• Temas
• Audiencias