'El rapto en el serrallo' vuelve a la ABAO tras casi 30 años

Ambientada en un harén turco, la ópera de Mozart que se representa el sábado en el Euskalduna es una comedia que exige cinco cantantes de fuste

Isabel Urrutia Cabrera

Martes, 16 de enero 2024, 17:11 | Actualizado 20:14h.

Mozart ocupa el sexto lugar en el ranking de los compositores más populares en la ABAO. La ópera que se ofrece este sábado en el Euskalduna solo se ha programado una vez, en 1995. Razón de más para rescatarla del olvido y montarla en condiciones. ' ... Die Entführung aus dem Serail' (El rapto en el serrallo) se estrenó en Viena cuando el músico de Salzburgo tenía 26 años. Es su primera obra maestra en el campo de la lírica, con un libreto ingenuo y sentimental, en el que volcó un idealismo sin límites. Le quedaba poco para casarse y no dudó en poner a la heroína de la trama, una noble española, el nombre de su prometida, Konstanze.

La trama se ambienta en un harén turco, donde la protagonista pugna por mantenerse incólume ante las aproximaciones del pachá. Tiene formato de ópera cómica alemana (Singspiel), con diálogos hablados, pero ya desde la obertura se nota que rompe las costuras. La textura, agilidad y precisión son inconfundibles. Nada convencionales. Mozart en estado puro. En el foso tomará posiciones Euskadiko Orkestra a las órdenes de Lucía Marín en una producción propia de la ABAO con la impronta del director de escena napolitano Mariano Bauduin. El enfoque será tradicional, con un vestuario y decorados que remiten al Imperio Otomano. «Le doy la ligereza de la fábula. Mozart en su desarrollo como compositor no dejó de ser un niño con alma pura», explicaba este martes Bauduin, en la presentación del tercer título de la temporada bilbaína.

'El rapto en el serrallo' exige cinco intérpretes de fuste, no basta con una o dos estrellas. Todos, salvo Wolfgang Vater, que no canta, solo habla en la piel del pachá turco, tienen un puñado de arias, dúos y concertantes que pueden arrancar el aplauso del público. En esta ocasión se cuenta con Jessica Pratt (Konstanze) y Moisés Marín (Belmonte) como pareja de enamorados, además de Leonor Bonilla (Blonde) y Mikeldi Atxalandabaso (Pedrillo) en los papeles de criados. El quinto personaje, Osmín, guardián del serrallo, lo encarnará el bajo Wojtek Gierlach. Es un rol sumamente original y descacharrante, que requiere a un cantante-actor de primera. Es uno de los personajes bufos más lucidos de todo el repertorio lírico.

«Motor transformador»

Salvo Wolfgang Vater, que conoce bien el rol del pachá, todos los demás abordan por primera vez 'El rapto en el serrallo', incluida la maestra Lucía Marín, que no escatima palabras de emoción ante el proyecto. «Este Mozart es muy especial. Se habla de mujeres libres y eso es un mensaje muy actual que calará en todo el público. Yo creo en la ópera como motor transformador de la sociedad. Estoy muy orgullosa del trabajo realizado por todos hasta ahora», subrayaba la directora de orquesta andaluza.

Más allá de que las dos mujeres protagonistas, Konstanze y Blonde, hayan sido raptadas y vendidas como esclavas, el tono de parábola de la ópera lleva a un final que reivindica la generosidad y bondad de la figura del pachá. Una de tantas vueltas de tuerca que gustaban a Mozart.