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Tras nueve años de andadura, la promotora de conciertos Nunca Más! echa la persiana montando por cuarta y última vez un show del grupo con el que arrancó su andadura: el sexteto texano Balmorhea. Los tres socios lo ven «como nuestro último capricho», ... y es que a la hora de dinamizar la escena vizcaína no se han movido por razonamientos crematísticos sino más bien por «salir de fiesta»
La promotora de conciertos independiente y bilbaína Nunca Más! dice adiós a la escena montando un concierto del sexteto texano de post-rock reflexivo y paisajista Balmorhea (Austin, 2006), que desplegará su último álbum, 'Clear Language' (2017), comparable con Ludovico Einaudi y Badalamenti, este viernes en la Iglesia de la Encarnación (puertas 20.30 h, 18-22 €; telonea el alemán Martyn Heyne).
Ahora mismo Nunca Más! son tres socios, Gorka Otegui (quien se encarga de responder esta entrevista), Julen (músico de Simca, Señores…) y David (músico de Yo Náugrafo, Whitewood…). Declaran en su mensaje de despedida: «Si hace 9 años arrancábamos ilusionados este proyecto con un concierto del grupo de Texas Balmorhea, creíamos que podía ser bonito cerrar esta etapa de la misma manera, con los mismos protagonistas. Y sí, en 2018, Balmorhea giran por Europa y visitarán de nuevo Bilbao. (…) Queremos prepararlo con el máximo cariño posible para que sea una experiencia para recordar. Que disfrutemos de una ceremonia auditiva, visual e introspectiva, por qué no, desde la bancada».
Venga, que Gorka nos cuente las cuitas, sinsabores y frustraciones de un organizador de conciertos que ha funcionado más como fan, como melómano, que como empresario: «Llevábamos años luchando desde la miseria e independencia sin recibir mucho a cambio y no parábamos de golpearnos contra la misma pared». Y añade: «Habría muchas cosas que contar, como siempre. De egos inflados, de músicos amenazándote con pegarte y, sobre todo, de intensas noches de fiesta. Al final esto ha sido lo que más hemos hecho: salir de fiesta».
- ¿Cuántos sois, o ya más bien erais, en Nunca Más!?
- En los últimos seis años hemos sido tres personas, Julen, David y yo (Gorka), y cada cual ha aportado lo que ha podido dependiendo de su situación personal y laboral, que como todo, ha sido cambiante. Al principio fuimos cinco conocidos que nos juntamos después de varias conversaciones con cervezas en conciertos varios. Iel y Güito (D.E.P.) fueron 'compas' en los inicios, y luego ha habido amigos que nos ayudaban en algún concierto, o con los carteles, o en el diseño de la web, y que también han sido casi miembros de Nunca Más!: Elena, Gari, Guille…
- El nombre de la empresa no invitaba a tanto futuro, ¿no? Nueva años habéis durado.
- El nombre refleja, de modo irónico, una situación dentro de nuestra vida. Varios miembros de Nunca Más! veníamos de organizar conciertos por otros lados y, como nadie nos enseñó y tuvimos que ir aprendiendo a base de golpes, nos metíamos en unos líos y unos malos tragos del copón. Total, que de muchos conciertos salíamos con la idea de que no íbamos a volver a organizar otro, que no merecían la pena los malos tragos. Pero a la semana siguiente ya estábamos metidos en otra más gorda. Al final, nos podía el ansia.
- ¿Cuántos bolos habéis montado y por dónde?
Aproximadamente han sido unos 80-90 conciertos de Nunca Más! Igual llegamos a los cien sumando algunas colaboraciones que no tengo registradas. Siempre se han celebrado en Bizkaia, principalmente en Bilbao y Basauri. Aquí, por el MAZ Basauri, del que fuimos miembros fundadores y estuvimos tres años en él.
- Ajá. ¿Y con qué grupos?
Hemos trabajado con Love of Lesbian, Nueva Vulcano, 65daysofstatic, Niños Mutantes, Julio de la Rosa, Madee, Ainara LeGardon, Nacho Vegas, Bigott, Lisabö, Toundra, Sidonie, Manel, Triangulo de Amor Bizarro, Novedades Carminha, Xoel López, Nada Surf, No More Lies, Za!, Viva Belgrado, Agorazein, Zahara, Jon Auer... ¡Un buen popurrí!
- Y tanto.
- También hemos trabajado con multitud de bandas locales, no por ello menos importantes que las otras, pero si menos conocidas. Estas bandas siempre nos han ayudado a sacar las cosas adelante, muchas veces por muy poco dinero. Mi respeto hacia ellas.
- ¿Por qué empezasteis?
- Empezamos por un cruce de caminos. La música nos juntó, compartíamos unos intereses y formas de ver la música similares. Y, cómo no, nos gustaba liarnos la manta a la cabeza.
- ¿Y por qué lo dejáis?
- Lo dejamos porque como colectivo no tenía sentido seguir haciendo cosas. Cada vez nos costaba más juntarnos y la toma de decisiones o se eternizaba o la asumía de forma individual algún miembro porque si no, nos quedábamos estancados. Creo que también se ha unido el cansancio. Llevábamos años luchando desde la miseria e independencia sin recibir mucho a cambio y no parábamos de golpearnos contra la misma pared. Después de años intentando evitar la lucha de cachés, decidimos que era mejor echarnos a un lado y que la ilusión y las ganas las pongan la gente joven, que viene con fuerza.
- Es muy difícil profesionalizarse organizando conciertos, ¿verdad?
- Sí, por no decir que casi imposible. Aquellos que lo consiguen se podrían dividir en dos bloques: los luchadores incansables y los piratas. A esto se une que nosotros solo programábamos en Bizkaia y no siempre buscábamos el beneficio económico. Lo teníamos todo para no triunfar.
- ¿Os lleváis bien entre los distintos empresarios de conciertos A vuestra escala digamos media, o competís fieramente por el mismo sustrato de público, generalmente escaso?
- En general creo que mantenemos buena relación con la mayoría de gente que gasta su tiempo en esto. Igual ellos no sienten lo mismo, quién sabe. Nosotros no hemos solido entrar en guerras de cachés. Si nos enterábamos de que otro promotor andaba interesado en una banda con la que nosotros también estábamos negociando, o nos retirábamos o nos poníamos en contacto con esa persona para intentar hacer una colaboración y no matarnos inflando cachés. A nosotros no nos iba la vida en ello, lo cual nos daba mucha libertad.
- ¿Tiene sentido que los Ayuntamientos, Diputaciones, Autonomías y empresas públicas en general organicen conciertos, indefectiblemente con costes más altos que uno normal privado, más ahora cuando hay manifestaciones por el mantenimiento de las pensiones?
- Sería hipócrita decirte que no, ya que nosotros también hemos trabajado con dinero público. Podría decirse que fue algo puntual, pero lo hicimos y no veo nada malo en ello. La gente de la farándula también se merece poder vivir de su trabajo y tener pensión. En general, las únicas veces que cobran un caché decente es porque hay dinero público por medio. Si todo fuera oferta y demanda igual no tendríamos mucha cultura disponible.
- O mayor y más libre, como en Estados Unidos, por ejemplo.
Lo que sí creo es que el enfoque de reparto de dinero público es erróneo. En este reparto se prioriza a grandes eventos y empresas en vez de apoyar al 'comercio local', el de barrio. Se apuesta por inyectar dinero público buscando una asistencia masiva al evento, lo que provoca que los cachés de los artistas que ya pueden vivir de ellos se inflen hasta precios exorbitados. Creo que la apuesta del dinero público debería ir hacia la base, a los grupos emergentes, a las propuestas diferentes y las promotoras pequeñas. Darles aliento para que puedan emerger y con los años crear una red con valor propio que pueda andar sola.
- ¿Cuáles han sido los mejores y los peores conciertos que habéis montado?
- Creo que uno de los mejores momentos fue el 'sold out' que conseguimos con Love Of Lesbian en el Kafe Antzokia. Nos pilló al inicio, en el segundo concierto, y Love Of Lesbian regresaban a la ciudad después de haber metido 15 personas en su anterior concierto en Bilbao. Ahora no tengo tan claro si les volveríamos a organizar. Por cuestión de gustos. Pero, joder, el recuerdo de ver la sala a reventar y pasándolo bien fue insuperable.
- Ya. ¿Y por el reverso, por los sinsabores?
- Como experiencia negativa, lo peor fue elegir a unos malos compañeros de viaje en un proyecto compartido. Algo que nunca creí que pudiera suceder. Pero, bah, con el tiempo te acostumbras a no darle muchas vueltas a la cabeza durante un concierto donde sabes que estás perdiendo mucha pasta y así consigues disfrutar de la música.
- Hablemos de las anulaciones de conciertos, generalmente por la escasa venta en anticipada. Eso no lo habéis hecho sistemáticamente. ¿Esta fórmula no puede cansar y retraer al público que compra entrada en la anticipada y se monta un plan y al final se queda tirado y debe molestarse en recuperar su pasta?
- Creo que nosotros en la vida hemos cancelado un concierto por decisión propia. Siempre tuvimos claro que cancelar por culpa de la poca venta era un insulto al grupo, a la sala y al público. Si salía mal, salía mal, pero una vez dábamos nuestra palabra llevábamos el concierto adelante con todas sus consecuencias.
- Ya.
- Aunque sí hemos sufrido cancelaciones por varios motivos, desde la poca venta hasta que al manager le habían ofrecido otro concierto poco después con un caché mayor y decidía tirar el nuestro con menos de una semana de antelación para tocar en el otro. Siempre que hemos cancelado ha sido por decisión del grupo o manager. Y lo que más nos ha dolido es tener que haber lanzado algún falso comunicado de enfermedad.
- Ya, se suele notar que son de mentira. Gorka, ¿hay demasiada oferta para poco público?
- No tengo muy claro si hay mucha oferta para poco público o simplemente es que el público de Bilbao tiene unos estilos y gustos muy definidos y resulta muy complicado sacarle de ahí y llevarle a otras cosas. Desde nuestro punto de vista, el rock funciona muy bien en Bilbao, lo cual para nosotros es malo porque es un estilo que no seguimos mucho. La de fines de semana que hemos mirado las agendas y solo veíamos cosas para, digamos, un público de edad más avanzada. ¡Menudo aburrimiento!
- Es que los jóvenes no quieren pagar por nada, ja, ja… Como le pregunté en su día a Kike Turmix: ¿en esto de la organización de conciertos no se suele ganar un poco de dinero en uno pero se palma mogollón de pasta en muchos otros bolos?
- Sí. Normalmente cuando ganas, ganas poco, y cuando pierdes es una hostia gorda. Es un poco como las tragaperras: a veces recuperas algo de lo invertido pero es muy raro que te toque un premio gordo. Y al de un rato, miras la cartera y han salido perdidas.
- Ya.
Para que veas lo kamikazes que somos: desde el primer momento en que empezamos a mirar el concierto de Balmorhea de mañana éramos conscientes de que vamos a palmar pasta. Pero nos lo tomamos como nuestro último capricho.
- Eso. Echáis la persiana con Balmorhea…
- Llevábamos tiempo dándole vueltas a la cabeza para cerrar la promotora, pero no nos decidíamos. Cuando nos llegó la posibilidad de volver a organizar a Balmorhea fue como si se alinearan los astros y nos mandaran una señal. Nos pareció muy bonito cerrar esta etapa de nuestra vida con el primer grupo con el que trabajamos bajo el nombre de Nunca Más!
- ¿Qué tal estará el show?
- No sé leer el futuro, pero como ésta es la cuarta vez que organizamos a Balmorhea en Bilbao, mi experiencia previa me hace pensar que va a ser un concierto épico que quedará en el recuerdo de muchos asistentes. La unión entre la música de la banda y el sonido tan increíble que tiene la Iglesia de la Encarnación creo que va a generar una experiencia diferente, mística y probablemente única. Muy difícil de volver a ver.
- Balmorhea es un grupo de post-rock. ¿Nunca Más! ha sido fiel a algún estilo y se ha centrado en ciertos grupos?
- Siempre fuimos fieles a la música que nos gusta sin hacer mucho caso a estilos ni al público que arrastraban. Hemos organizado desde grupos de indie y hardcore hasta conciertos de trap. Nuestra premisa era solo trabajar con bandas que nos gustaban y nos parecían interesantes.
- Vaya…
- Como curiosidad te diré que hace años rechazamos ayudar a un músico que nos escribió para colaborar en promoción y producción en un concierto suyo en el Cotton Club. Lo rechazamos y así se lo dijimos: no nos gustaba lo que hacía, no compartíamos su discurso y nos parecía una copia burda de ciertos grupos indies que ya estaban triunfando. Este músico, seis años después, metió 16.000 personas en el Palacio de los Deportes de Madrid.
- Hablas de Izal, ¿no? Ja, ja…
- Ja, ja… Lo dicho: lo teníamos todo para no triunfar. Pero jamás nos arrepentiremos de nada.
Directo de Balmorhea y su canción 'Behind The World'
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