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JOSU OLARTE
Domingo, 28 de octubre 2018, 15:14
Muy habituado a rememorar de manera locuaz los hitos y su querencia por las «locuras irrepetibles» parece el italiano afincado entre Barcelona e Ibiza Pino Sagliocco (Carinaro, 1959), uno de los promotores fundacionales del rock de estadio en España. Los días en que llevó a ... Jagger a La Moncloa, acudió al Prado con Madonna, fue confidente de Sinatra y Michael Jackson o presentó a la Caballé a Freddie Mercury salen a colación al repasar su trayectoria. Son cuarenta años de actividad profesional a la que ahora da continuidad como presidente en España del gigante de la música en vivo y el entretenimiento global Live Nation. La feria profesional del BIME le ha traído esta semana de nuevo a Bilbao y volverá la que viene para acudir a los Premios de la MTV, un evento por el que ha bregado entre bambalinas para que aterrizase en la capital vizcaína.
– ¿Por qué Bilbao figura en su agenda?
– Aunque este año no soy ponente en el BIME hay que estar porque es uno de los pocos momentos en que te puedes encontrar con la industria. Pero Bilbao está también en mi itinerario de ocio, me gusta su gente y su gastronomía y siempre me apetece ir al Etxebarri o al Kate Zaharra. Hace tres semanas me traje a unos grandes empresarios mundiales y se quedaron encantados con el tour que les hice por Bilbao, Gernika, El Elcano de Getaria, San Sebastián... 'Mira que hemos recorrido mundo y no conocíamos esto', me decían. La semana que viene vendré a los Premios de la MTV. Tengo una larga relación con el País Vasco porque empecé en el 78 haciendo pequeños conciertos en San Sebastián y luego en el Ku de Ibiza que montó Gorri (Jose Luis Anabitarte).
– Ahora, en cambio, preside en España un gigante como Live Nation, que despierta recelos en sus competidores por copar el negocio de la música en vivo.
– Hay mucho mito en eso porque nunca ha habido en España tanta diversificación de promotores y de eventos que funcionan. En mi época éramos dos Gay (Mercader), que fue el primero, y yo. Luego llegó Neo (Sala, Doctor Music). Entre los tres lo hacíamos todo. Este sigue siendo un negocio inversor que siempre he tratado de impulsar. Nadie puede decir que le haya pisado un artista; al contrario, una de mis virtudes, o quizás debilidades empresariales, es que vivo y dejo vivir. Hay sitio para todos si eres bueno, encuentras tu hueco y tienes sentido común. Lo que pasa es que hay gente que intenta dar un salto más allá de donde puede, se quema y luego busca culpas externas.
– Live Nation copa grandes festivales como el Mad Cool de Madrid, del que es socio y que se postula como el mayor de España. ¿Hay una competencia buscada con el BBK Live de Bilbao, con el que coincide en fechas y enfoque, teniendo en cuenta que su impulsor era socio fundador de la promotora del festival bilbaíno?
– Yo quiero pensar que no, pero naturalmente allá cada uno con sus criterios. No beneficia a nadie hacerse una competencia desleal y entiendo que nadie tendrá que hacerla. Hay que buscar huecos para que los proyectos funcionen. Me cuesta decir que no haya a veces una cierta agresividad en la forma de trabajar pero yo no la he visto. En todo caso ambos han sido 'sold outs', como el Primavera (Sound) O Son de Camiño y otros.
– España pasa por ser el país con más festivales del mundo. ¿Hay burbuja en el sector?
– Siempre hay burbuja en los negocio en expansión porque todo el mundo se quiere subir. España, por el tipo de país que es, tiene demasiados festivales y no todos pueden sobrevivir. Perdurarán los que estén consolidados y a los que no se les vaya la cabeza al contratar con la inflación que hay en los cachés. La experiencia del evento es importante, pero si no tienes una estrella en el cartel estas perdido. Se pagan precios desorbitados pero a nadie le ponen una pistola... Aunque sea a base de palos, un promotor tiene que aprender a decir que no; a veces es el mejor negocio.
– Live Nation también hace mucho negocio con la venta de entradas a través de Ticketmaster e incluso tiene su propio portal de reventa, Seatwave. ¿Hace falta una ley que la regule ante las quejas de artistas y público?
– Y de qué manera. La reventa ha existido desde los romanos y la sigue habiendo en todo tipo de eventos de todo el mundo. Se habla de regular, pero ¿cómo? Crear entradas personalizadas es caótico. No puedes exigir el DNI a todo el mundo. Entrar a un concierto no es como montar en un avión ¿Y si quiero regalar una entrada? ¿Tengo que pedir permiso? Lo que hay que hacer es comprar en puntos oficiales y dejarse de rollos.
– Muse tocan en San Mamés el próximo sábado. ¿Hay relevo para el rock de estadio tras Los Stones, U2, Springsteen, AC/DC o Guns N´ Roses?
– He trabajado todo mi vida en ese campo y algunos como Prince o Michael Jackson ya no están. Quedan algunos con ese potencial como Coldplay, Foo Fighters, Metallica... Su hueco lo cubren los festivales y estrellas de la electrónica como Guetta. Pero no hay muchos artistas jóvenes de pop que lleguen a ese nivel siendo creativos. Apenas Bruno Mars y Ed Sheeran, todo un fenómeno que me alegra mucho. Con solo una guitarra llena un estadio y parece el hijo del vecino. Lo que ha logrado es muy grande. No se basa en el espectáculo; la gente canta y celebra sus canciones porque le llegan al corazón. Y pese a su éxito mantiene el temple y la humildad. Es increíble.
– La muerte de Monserrat Caballé recordó de nuevo su histórico dueto con Freddie Mercury. ¿Lo tiene como uno de sus principales hitos?
– Totalmente, cómo se gestó daría para un libro. La gente lo asocia con Barcelona 92, pero en realidad comenzó en el 86 con la primera gira de Queen en la que me metí para entrar en las grandes ligas. Para promocionar el concierto de Madrid logré algo inédito: que Freddie Mercury diera una entrevista con Ramón Colóm para Informe Semanal Mas tarde viendo con Manolo García el reportaje para un proyecto televisivo vi que dijo que le gustaría colaborar con la Caballé y al quitar el vídeo, salta la tele y de repente la veo con Samaranch y Maragall anunciando que las Olimpiadas del 92 van a Barcelona. Ahí se me ocurrió el espectáculo televisivo Ibiza 92 que , tras un largo camino, pudimos estrenar en marzo del 87 en el Ku de Ibiza donde estrenaron la canción con un pupurri de teloneros formado por Spandau Ballet, Duran Duran, Poison, Chris Rea, El Ultimo de la Fila y Hombres G. Fue un gran éxito que me dio crédito como productor y me permitió levar a Sinatra a Barcelona y promover desde capitales españolas giras de los Stones, Elton John, Whitney Houston, Madonna , Zappa, Geerge Michael , Paul Simon o Joan Baez que arrancó en Bilbao cantando en euskera.
– ¿Recuerda algún evento ruinoso que volvería a hacer?
– Sí, uno que aún me parte el corazón cuando pienso en ello. En 2001 hice en Barcelona un concierto benéfico de tributo a Nelson Mandela, en el que actuaron Bono y Wyclef Jean, entre otros, pero hubo una pésima respuesta de público (apenas 2.000 de las 18.000 entradas). Me tiré cuatro días con Mandela en Barcelona y no nos recibió nadie. Fue bochornoso. 'No te preocupes Pino', me decía, 'es que ya no soy importante'. Fue más duro en lo moral que en lo económico. La grandeza y humildad se me quedó grabada. Fue un fracaso pero también un honor, Lo volvería a hacer sin dudarlo.
– ¿Puede aún un promotor establecer relaciones personales con las estrellas que contrata?
– Hoy es imposible, ha cambiado todo por la sobreprotección que se ha creado en torno a ellos. Antes contratabas a un artista a través de su mánager y eras su representante en España, antes que su discográfica, y hasta una semana antes no sabías seguro si iba a venir. Gracias a esa relación personal pude lograr las tres conciertos exclusivos para España que Michael Jackson ofreció en Tenerife (93) , Zaragoza (96) y Valladolid (97). Ahora las estrellas son inaccesibles, tienen bussiness manager, asistente personal, contable, abogados.. Ni siquiera pueden disfrutar de los países que visitan.
– ¿Añora los tiempos previos a internet?
– En parte sí, porque todos era más humano y conocías a la gente. Si he superado los momentos difíciles que he pasado ha sido gracias al cariño y respeto de muchos artistas que me han financiado sus conciertos sin cobrarme por adelantado. He sido muy afortunado. Pero internet ha sido bueno para los artistas y para la gente. Nunca ha habido tantos conciertos y tanto público.
– El BIME elucubra todos los años sobre el futuro de la industria ¿Hacia dónde cree que va?
– La industria del directo tiene mas futuro que nunca pero me entristece la manera en que ahora se vive la música. Para la gente parece mas importante el registrar el momento con el móvil que disfrutarlo. Otra cosa son las discográficas que intentan lograr su porcentaje con los contratos. Tambien Live Nation lo intentó, pero no se puede tener el monopolio de todo. Zapatero a tus zapatos.
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