Ringo, Paul, George y John en 1969, al borde de la separación de los Beatles. Bruce McBRoom

Paul McCartney cuenta su vida por canciones en el libro 'Letras'

La obra en dos tomos, que publica en España Libros Cúpula, repasa los textos de 154 temas compuestos por el Beatle a lo largo de 60 años de carrera musical

Miércoles, 10 de noviembre 2021, 13:46

Cuando se corrió el rumor de que Paul McCartney había muerto y había sido sustituido por un doble para mantener viva la muy rentable maquinaria de los Beatles, a alguien se le ocurrió pedirle su opinión sobre su propio deceso. La respuesta fue algo así ... como «no me había enterado de mi muerte, pero no me extraña, porque en este grupo soy el último que se entera de las cosas». El tono bienhumorado que refleja esta anécdota es el que se deja sentir a menudo a lo largo de las numerosísimas páginas de los dos tomos de 'Letras', que este miércoles, 10 de noviembre, publica en España Libros Cúpula.

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Presentada como una especie de autobiografía alternativa a la que el músico nunca se lanzó a escribir, por falta de tiempo pero también de ganas, y escrita en colaboración con el poeta irlandés Paul Muldoon a partir de numerosas conversaciones mantenidas durante cinco años, 'Letras' es una recopilación de los textos de 154 canciones que abarcan toda la carrrera musical de McCartney. Son episodios biográficos en los que el músico repasa su vida, la historia de The Beatles y toda su carrera al detalle, completado todo ello con una cantidad impresionante de fotografías e ilustraciones inéditas, muchas de ellas reproducciones de los soportes de cualquier tipo en los que McCartney volcaba sus textos y composiciones a medida que se le iban ocurriendo.

Las letras no siguen un orden cronológico, porque el músico ha preferido presentarlas por orden alfabético, quizá para evitar que el peso de The Beatles descompensara el interés del contenido de los dos volúmenes. Así, por ejemplo, 'Love me do', uno de los primeros temas que firmó McCartney con John Lennon y la primera grabación de The Beatles en Abbey Road, en 1962, está en la página 443 del segundo volumen, mientras que 'Distractions', de 1989, está en la página 120 del primero.

Estas son diez de esas canciones con algunos de sus recuerdos correspondientes.

  1. 'Yesterday' (1965): la melodía que compuso dormido

«Aún me resulta extraño cuando la gente me dice cosas como que 'Yesterday' es la canción pop número uno de todos los tiempos», escribe McCartney, que tampoco deja de apuntar que la revista 'Rolling Stone' la ha descrito en alguna ocasión como «la mejor canción del siglo xx». El bajista de los Beatles siempre ha asegurado que compuso este tema en sueños o, para ser más exactos, la escuchó en uno. Al despertar, tocó la melodía al piano pensando que era de algún otro músico que se le había quedado en la cabeza. Fue cuando John Lennon le comentó que no le sonaba a nada que hubiese oído cuando McCartney decidió desarrollar el tema hasta crear la pieza definitiva, completada con el cuarteto de cuerda y los arreglos de George Martin.

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«A algunas personas les cuesta creer que tuviese veintidós años cuando escribí 'Yesterday'», dice McCartney. «Se me ha insinuado que esta es una canción de 'he perdido a mi madre'», apunta, algo que hasta ahora siempre ha negado, pero que reconsidera en este libro: «Era muy extraño que no se hablase de la pérdida de nuestra madre a causa del cáncer. A duras penas sabíamos lo que era el cáncer, pero ahora no me sorprende que la experiencia aflorase en esta canción en la que la dulzura compite con un dolor que casi no puedes describir».

  1. 'Here, There and Everywhere' (1966): la balada feliz

En 'Letras' Paul McCartney revela que, de todas las canciones que ha creado -cerca de un millar, en torno a 400 editadas-, su favorita es esta. Compuesta casi en su totalidad una mañana en casa de John Lennon, mientras esperaba a que este se despertara, e incluida en 'Revolver', esta balada feliz sobre cómo disfrutar del momento «estuvo influenciada de forma más inmediata por 'God Only Knows', del álbum 'Pet Sounds' de The Beach Boys», según escribe McCartney, que en otras ocasiones ha señalado que esa canción de Brian Wilson es la mejor del siglo XX, no 'Yesterday'. 'Here, There and Everywhere' «me trae muchas cosas a la mente. Así que ahora, cuando la canto, miro atrás y pienso: el chico no es malo».

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  1. 'Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band' (1967): bajo los efectos del ácido

En 'Revolver', The Beatles empezaron a convertirse en un grupo de estudio, que ya no condicionaba la composición de sus canciones a las limitaciones de tener que tocarlas en directo. En el siguiente disco, 'Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band', el grupo se lanzó a fondo a usar el estudio de grabación como un instrumento más, olvidándose de los conciertos. «Hacía poco que habíamos tocado en el Candlestick Park», recuerda McCartney. «En este concierto ni siquiera podíamos oírnos; estaba lloviendo, casi nos electrocutamos y cuando bajamos del escenario nos metieron en la parte trasera de un minicamión de acero inoxidable. El vehículo estaba vacío y nos resbalábamos, y todos pensamos: Mierda, se acabó».

Ese día el grupo decidió que no saldría más de gira. «La idea era que haríamos discos y que los discos saldrían de gira». McCartney sugirió también que para el nuevo disco los Beatles se convirtieran en otro grupo, «adoptando alter egos. La idea era que habíamos dejado de ser los Beatles, ahora éramos esta otra banda. Hice un boceto en el que aparecíamos los cuatro delante de un reloj floral». Así llegaron las casacas de colores y la psicodelia a casa del cuarteto de Liverpool. «Debo admitir que había tomado algo de ácido en Denver y todo esto era una especie de juego después de aquel viaje».

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  1. 'Hey Jude' (1968): canción con palabrotas

Paul McCartney es bajista, pero también toca la guitarra y la batería. Sin embargo, suele componer al piano. «La primera vez que toqué esta canción para John y Yoko fue en lo que llamábamos el 'piano mágico', en mi sala de música», rememora en 'Letras'. «Yo estaba mirando hacia un lado, y ellos estaban de pie detrás de mí, muy cerca de mi hombro. Así que cuando canté 'The movement you need is on your shoulder', inmediatamente me volví hacia John y le dije: 'No te preocupes, cambiaré esta frase', y él me miró y me dijo: 'No, no lo hagas. Es la mejor frase de la canción'». Así que ahí se quedó».

«Es un gran ejemplo de cómo colaborábamos». Lennon «se mostró tan firme sobre el hecho de mantener aquella frase que cuando ahora canto 'Hey Jude', muchas veces pienso en John, y se ha convertido en un instante emocional de la canción para mí», revela. En cuanto al larguísimo final del tema, con el estribillo que se repite y se repite como una gran celebración, explica lo siguiente: «Nos lo estábamos pasando tan bien que incluso dejamos las palabrotas que soltamos más o menos a la mitad de la canción, cuando cometí un error en la parte del piano. Tienes que escucharla muy detenidamente para oírlas, pero ahí están».

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  1. 'Let It Be' (1970): Yoko de por medio

Sting le dijo una vez a Paul McCartney que 'Let It Be' no servía para cantarla en el 'Live Aid'. En un festival que pretendía movilizar a la gente, una canción cuyo estribillo dice «déjalo estar» no valía. Pero 'Let It Be' «no trata sobre ser autocomplaciente, o cómplice, sino sobre tener una perspectiva más completa, sobre estar resignado a la visión global», le responde McCartney en 'Letras', antes de detallar el contexto en el que escribió esta canción, parte del último disco editado por Los Beatles. «Era un momento difícil, porque nos encaminábamos hacia la ruptura» del grupo. Y es sabido a quién suelen echar la culpa de esta situación los fans.

«John y Yoko habían empezado a salir juntos y eso tuvo un impacto en la dinámica del grupo. Yoko estuvo literalmente en medio de la sesión de grabación, y eso fue todo un desafío. Pero también fue algo con lo que tuvimos que lidiar», cuenta McCartney. «Simplemente teníamos que dejarlo estar. No nos gustaban los conflictos, de modo que sencillamente nos reprimimos y seguimos adelante. Éramos tíos del norte y eso formaba parte de nuestra cultura. Sonreír y aguantar».

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Sobre la canción en sí, el músico recuerda que un día se quedó dormido «y soñé que mi madre (que había muerto hacía unos diez años) venía hacia mí. Cuando ves en sueños a alguien que ya no está, aunque a veces sea solo durante unos segundos, realmente parece que está allí contigo», añade, para reconocer a continuación que «aún hoy sueño con John y con George y hablo con ellos. Pero en este sueño, ver la preciosa y amable cara de mi madre y estar con ella en un lugar tranquilo fue muy reconfortante. Me sentí relajado, querido y protegido inmediatamente: 'Todo irá bien, déjalo estar'».

  1. 'The Long and Windy Road' (1970): el último número 1

Esta canción se publicó en mayo de 1970 y se convirtió en el vigésimo número uno de los Beatles. «También fue nuestro último número uno», rememora McCartney. El grupo se separó un mes después. La carretera a la que alude el título existe y se ve desde la ventana del dormitorio que el músico tenía en Escocia. «Había comprado High Park Farm en 1966. Era un lugar de retiro muy remoto, y la granja estaba prácticamente en ruinas y probablemente se hubiese quedado así si Linda no hubiese dicho que debíamos arreglarla».

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No fue hasta dos años más tarde cuando la imagen de esta carretera lejana y sinuosa se convirtió en una canción en la que «para quienes vivieron aquella época, parece que hay una doble asociación de increíble tristeza y también sensación de esperanza, particularmente en la afirmación de que la carretera que 'lleva a tu puerta/nunca desaparecerá'. McCartney también revela aquí una peculiaridad de su forma de componer: «Muchas veces, cuando escribo una canción, hago un pequeño truco de desaparición. Por ejemplo, me imagino que la ha grabado otra persona; en este caso, Ray Charles. Como es habitual, lo último que quiero escribir es una canción de Paul McCartney, así que esto es una estrategia para seguir innovando».

  1. 'Maybe I'm Amazed' (1970): la favorita de Liza Minnelli

Aunque Paul McCartney escribío esta canción poco después de la separación de los Beatles, de algún modo acabó bajo la clásica autoría adjudicada a Lennon-McCartney. «Fue uno de mis primeros temas en solitario, pero, a causa del acuerdo, se quedó atrapada en la red de la discográfica. Eso me fastidió bastante», confiesa el que ya entonces era exbajista de los Beatles. «De todas mis canciones, esta es la favorita de Liza Minnelli», comenta también. «Esperaba que se decantase por algo más cercano a una balada, pero le gusta mucho esta».

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La canción es de la época en la que «Linda y yo empezamos a vivir juntos. Del mismo modo en que Linda quería huir de la sociedad neoyorquina, yo quería huir de aquello en lo que los Beatles se habían convertido. Yo deseaba escapar, ella deseaba escapar. Así que teníamos esa sensación de que cada uno había tirado del otro 'a tiempo'». En todo caso, la canción no va sobre Linda McCartney: «Empezando por mí, los personajes que aparecen en mis canciones son imaginarios».

  1. 'Uncle Albert / Admiral Halsey (1971): borracheras familiares

Este tema fue el primer número uno post-Beatles de Paul McCartney en Estados Unidos. Es llamativo, si se tiene en cuenta su contenido, tan familiar y tan británico. «Nuestras reuniones familiares eran muy amistosas, con mucho humor. Puede que hubiese riñas entre bastidores, pero yo nunca las vi», recuerda McCartney. «Eso sí, siempre que se reunían se emborrachaban. Muchos de los tíos recibían el apelativo de 'artistas del pedo', lo cual significaba que empinaban un poco el codo. El tío Harry se emborrachaba mucho, el tío Albert, también. Se subía encima de la mesa, tremendamente borracho, y recitaba la Biblia. También quería que todo el mundo se mantuviese en el buen camino». El tío Albert es el protagonista de parte de este tema, compuesto en realidad por fragmentos de canciones inconclusas. «Estoy bastante seguro de que esta canción refleja una nueva nostalgia por la familia en un momento en que me había mudado lejos de Liverpool», concluye McCartney.

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  1. 'Band on the Run' (1973): asalto a punta de navaja

La ocurrencia de ir a grabar el tercer disco de los Wings en Nigeria y el resultante chorro de anécdotas, con asalto a punta de navaja incluido, son de sobra conocidos. En 'Letras', McCartney enriquece la historia en la entrada dedicada a esta canción, que «se grabó en Lagos (Nigeria), en un estudio de EMI. Lagos sonaba bien, exótico». Pero el lugar «no era ni de lejos lo que había imaginado. No había pensado en el cólera, o en los atracos, o en los estudios a medio hacer, o en que les dijeran a mis hijas que no podían bañarse en la piscina del hotel porque iban desnudas».

McCartney recuerda este diálogo con un personaje local. Jefe Abiola: «Eh, hola, Mac» (me llamaba Mac), «Mac, ¿por qué no tienes cuatro esposas?». «Una ya es suficiente problema, jefe». En todo caso, 'Band on the Run' es «Una canción sobre la libertad. Muchos de nosotros en esa época nos sentíamos libres de las restricciones de la civilización. Esa es una de las cosas increíbles del rock: te permite romper las normas».

  1. 'Live and Let Die' (1973): con James Bond

'Live and Let Die', 'Vive y deja morir', fue la primera película de la serie de James Bond protagonizada por Roger Moore. El tema central de la banda sonora lo compuso Paul McCartney por encargo, aunque en 'Letras' explica que fue una comanda no solo bien recibida, sino deseada. «Componer una canción para una película de James Bond es una especie de premio, y siempre he tenido una ambición secreta por hacerlo», confiesa el músico. El guión de la película ni siquiera estaba terminado cuando se encargó la canción, «así que solicité el libro de Ian Fleming, que es realmente apasionante. Me pasé aquella tarde inmerso en la novela, de modo que cuando me senté a escribir la canción sabía cómo enfocarla». En vez de centrar la letra en la faceta de asesino desalmado y frío del agente secreto -«coge esa pistola y mata gente»-, el músico se planteó «que fuese algo parecido a esto: 'Olvídalo. No te preocupes por eso. Cuando tengas problemas, simplemente vive y deja morir'. Una vez que tuve ese pensamiento en la cabeza, la canción prácticamente se escribió sola». McCartney dedicó un día a leer la novela y la canción la compuso al día siguiente, un domingo, «con Linda ayudándome en el fragmento reggae. Todo convergió muy rápido».

Los Wings grabaron la canción durante las sesiones de 'Red Rose Speedway', su segundo disco. Fue la primera canción de rock incluida en la banda sonora de una película de James Bond y la primera relacionada con esta serie que fue nominada a un Oscar. Alcanzó el número uno en las listas americanas y el noveno en las británicas. Desde su publicación, 'Live and Let Die' no ha faltado en el repertorio de ninguna de las giras de Paul McCartney hasta hoy. Curiosamente, los productores de la película no descubrieron que el exBeatle iba a cantar la canción hasta que, ya grabada, se la pinchó George Martin en un pequeño tocadiscos que se llevó al rodaje. Pensaban que McCartney se iba a limitar a componerla para dársela a cualquier otro intérprete.

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