La organista Montserrat Torrent, ganadora como intérprete

Alumna aventajada de la Escuela Marshall de Barcelona -donde también se formó la pianista Rosa Sabater-, continuó su formación en el Conservatorio Superior Municipal de la Ciudad Condal. Tras la Guerra Civil, retoma sus estudios de piano bajo la tutela de Blai Net y Carlos Pellicer. Más tarde da el salto a París, donde le da clases Nöelie Pierront, y a Siena, que le dará la oportunidad de aprender de maestros como Ferdinando Germani y Helmuth Rilling.

En los años 60 se convierte en paladín de la renovación del mundo del órgano, un instrumento que había caído en franca decadencia. Mujer en un mundo de hombres -y la inmensa mayoría, sacerdotes- siempre hizo gala de un fuerte carácter.

El jurado ha destacado «su enorme capacidad de trabajo, que la ha llevado a abarcar ámbitos tan diversos como la interpretación, la investigación y la divulgación sin olvidar su labor como docente, capaz de crear una escuela que ha inspirado a generaciones de organistas durante décadas». También se pondera su empeño en la restauración de órganos históricos como el de la iglesia de Sant Felip Neri de Barcelona.