«Ha sido un oasis de seis días dedicados a componer, algo que normalmente no te permite la rutina cotidiana». Así resume Gorka Catediano (Miranda de Ebro, 1992) la estancia artística que junto con sus compañeros en Trío Zukan -Jon Ansorena (Hernani, 1992) y María ... Zubimendi (Zumaia, 1994)- ha llevado a cabo del 21 y 26 de febrero en la localidad jienense de Segura de la Sierra. La iniciativa es el resultado de la primera convocatoria del festival Música en Segura, en la que el trío donostiarra se impuso a los otros 70 proyectos que se presentaron.
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Seis días de intenso trabajo con el compositor mexicano Hugo Morales darán como resultado una pieza cuyo estreno a cargo de Zukan tendrán lugar el 22 de mayo en la iglesia de los jesuitas de la localidad, dentro de la programación de este festival creado por el clarinetista Daniel Broncano para otorgar relevancia cultural a la 'España vacía', en este caso, Segura de Sierra, un pueblo de unos 70 habitantes que recibe a cerca de 10.000 visitantes atraídos por el festival.
Durante estas seis jornadas, la rutina creativa del trío musical ha pasado por llevar su vocación experimental hasta sus últimas consecuencias. «Íbamos a la iglesia de los jesuitas y nos centrábamos en investigar cómo podíamos conseguir que nuestros instrumentos sonaran de formas poco convencionales». Esta 'aventura' en busca de una nueva sonoridad ha pasado por apuestas en principio tan arriesgadas como conectar una melódica a cada puntero de una gaita o la embocadura de un txistu a unos fuelles de los de los que se utilizan para avivar el fuego.
En este juego de ensayo y error, «al final, es bastante evidente cuándo algo funciona y cuándo no. Tú vas probando cosas y en un momento dado todo el mundo te mira de una forma que sabes que eso ha funcionado», señala Gorka Catediano. Y añade: «No sólo te fuerza a buscar sonoridades nuevas, sino que luego tienes que aprender a usarlas. Por ejemplo, en el caso del txistu, de repente nos vimos con cuatro fuelles cada uno -dos en las manos y dos en los pies- y tenías que tocar ese instrumento nuevo que has creado con una coordinación y una técnica que no tienes y que debes aprender muy rápido».
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En cuanto al trato con Morales, «la estancia ha funcionado muy bien». Para los profanos, Catediano recuerda que el compositor mexicano es uno de los nombres de referencia en el panorama mundial de la música contemporánea más experimental. «Ningún otro grupo del País Vasco ha trabajado antes con él y en España hablamos de tan sólo otras dos obras de encargo».
Acostumbrados a trabajar con piezas de otros compositores creadas por encargo en un proceso en el que el resultado final «puede que te guste mucho o puede que no te guste nada», en este caso los componentes de Zukan están plenamente convencidos del resultado. Y hacen un balance «muy bueno» de la experiencia por la burbuja creativa que les ha permitido trabajar en la composición. «La infraestructura y la logística que aporta el festival de Segura funciona muy bien. Te dan todas las facilidades», alaba Catediano.
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