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Opinión

Lisette Oropesa, virtuosismo vocal

Jueves, 7 de noviembre 2024, 18:44

Sonriente y rebosando simpatía, visitaba Bilbao por tercera vez la soprano Lisette Oropesa. Habíamos olvidado su primera aparición en aquella Falstaff de hace tres décadas, ... pero conservábamos in mente su exitoso recital en tiempos de la pandemia. Con un programa cuya primera parte se basó en un inhabitual repertorio francés, la soprano cubano-norteamericana apenas llegó a encender el ánimo de los asistentes. En efecto, su voz de natural timbre ligero no resolvió con la gravedad requerida la «Chanson Andalouse» de Massenet al ser de escritura para una voz más corpórea y en cambio en «La Sevillana» de la ópera Don César de Bazán del mismo autor, la artista demostró la gracia y el arte que atesora. Nos gustó mucho el melismático bolero de Delibes en el que exhibió todo tipo de escalas, picados y sostenidos gorgoritos y una inmaculada afinación. En la segunda mitad, como belcantista de depurada técnica, la jovial soprano atrajo la atención con el aria de la ópera L´Elisir D´Amore de Donizetti y sobre todo, en la difícil canzonetta «La Primavera» de Mercadante. Sin duda, Lisette Oropesa se movió a sus anchas en las piezas más ligeras, en las que su voz se adentraba con absoluta seguridad en los filados etéreos y en el dominio del registro agudo. Un exquisito gusto y una elegante línea de canto acompañan a su voz que por su elaborada técnica se acerca al color de una soprano lírica y de ahí que amplíe con solvencia su repertorio de soprano ligera. Acompañada del pianista calabrés Alessandro Praticó mostró constantemente su afectividad personal hacia el pianista con quien le unió también el entendimiento y simbiosis musical.

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