![Expectativas cumplidas con creces](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2024/02/19/opi-dentici-kztD-U21015685881114nH-1200x840@El%20Correo.jpg)
![Expectativas cumplidas con creces](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2024/02/19/opi-dentici-kztD-U21015685881114nH-1200x840@El%20Correo.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Hacía tiempo que no escuchábamos una voz poderosa, oscura y contundente para encarnar el papel de Rigoletto. Una voz que recordaba el fiato de Piero Cappuccilli y la igualdad cromática de la voz de Leo Nucci. Las expectativas creadas en torno al barítono mongol Amartuvshin ... Enkhbat se han cumplido con creces. Supo exponer vocalmente los claroscuros del personaje, estuvo centrado en su parte, aunque le apreciamos cierto estatismo en su actuación teatral. En pocas ocasiones se ha pedido un bis a una voz baritonal y aunque sea un dúo, el furor que imprimió Rigoletto a 'la vendetta' fue lo que motivó la repetición de la cabaletta. La presencia de este gran barítono hay que aprovecharla para las representaciones de futuros grandes títulos.
Reparto Amartuvshin Enkhbat, Ismael Jordi, Sabina Puértolas, Emanuele Cordaro, Carmen Topciu... Coro de Ópera de Bilbao
Orquesta Sinfónica de Bilbao
Director musical Daniel Oren
Director de escena Miguel del Arco.
A su lado, con su característico gusto y su cuidada línea de canto, el tenor Ismael Jordi interpretó a un duque de Mantua elegante. No fue el acostumbrado y jovial conquistador en constante movimiento y con la sonrisa en la boca, sino que su actuación la catalogaríamos de seria, incluso en su primera cavatina o en la conocida aria 'La donna è mobile' en las que hay que mostrar la jovialidad donjuanesca. No quiso ir al do de pecho en la cabaletta que sigue al aria, lo cual nos resulta absurdo ya que se evita la única dificultad que posee. Seguimos creyendo que el jerezano no es el tenor lírico ideal para el duque pues posee una voz algo clara y ligera para un personaje que requiere una voz con más cuerpo. Aun así, su seguridad en dar las notas altas y la finura de su media voz bastaron para que el público se le entregara. Por otro lado, también hubiéramos preferido una voz de soprano con un centro más lleno y con más volumen en general que la mostrada por Sabina Puértolas. Hubo mucho contraste vocal en los dúos con el barítono y alguno resultó hasta frío ya que la voz de ella se hallaba solapada por la magnitud vocal del artista mongol. En su canto como Gilda acudió sobremanera al pianísimo y junto con sus filados bien controlados cumplió con los elementos requeridos en la primera parte. En la segunda mitad, su voz con el cambio de personalidad hacia lo trágico careció de peso y del dramatismo requerido. Su actuación gustó y así lo juzgó el público con cerradas ovaciones.
La representación obtuvo el plácet del respetable en gran medida también por la dirección musical de Daniel Oren al frente de la Sinfónica de Bilbao. Con claro gesto ordenó y animó a los cantantes y, como mantuvo a la orquesta en muy bajos decibelios, pudimos escuchar al tenor y a la soprano con bastante nitidez a pesar de estar situados un tanto al fondo del escenario. El director israelí sacó el máximo partido de los dos. Mencionemos la limpia y bella introducción del oboe en la gran página del barítono en la corte buscando a su hija. En cuanto a la producción, el exponer tan insistentemente unas imágenes de desnudos y de continuos soeces gestos en las figurantes femeninas define la obsesión del director Miguel del Arco. Sin embargo, si excluyéramos esas imágenes alegóricas, podríamos decir que se trata de una producción novedosa y muy teatral.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.