Niña Pastori: «El flamenco siempre ha dado protagonismo a la mujer»

«La principal sensación es que el tiempo vuela. Y también de agradecimiento, por todos estos años en los que valoras todas las cosas tan bonitas que han pasado y que, cuando estás metida en esa vorágine, no eres consciente. He tenido la suerte de hacer lo que me gusta trabajando con muy buenos artistas y músicos y un público fiel que me ha permitido hacer una carrera estable, sin grandes subidas ni bajadas, que creo que es lo más difícil en estas profesión». Algunos de esos músicos forman parte del cuadro de instrumentistas que le vienen respaldando en su gira estival. «Voy con la misma formación que últimamente se ha ampliado con Luis Dulzaides a la percusión. Están Joni Losada al bajo, Yuri (Nogueira) a la batería, Luis (Guerra) al piano y a las guitarras Manuel (Urbina) y Chaboli, que también toca percusión, más dos chicas como coristas. Es un grupo de músicos muy importantes que me conocen muy bien y con los que puedo repasar las cosas tan distintas que he venido haciendo».

Con más de veinte años junto a su marido como guitarrista, productor y director musical, Niña Pastori pudiera tener la sensación de que se lleva trabajo a casa, concede con humor. «Es a lo que estoy acostumbrada (risas). Llevamos juntos 22 años, casi toda mi carrera. Siempre he tenido el trabajo en casa porque la música y en concreto el flamenco es nuestra forma de vida. Mi madre me decía ayer que el cante es mi vida y es verdad. No sé hacer otra cosa, por eso lo vivo con naturalidad y cuando me bajo del escenario soy la madre de mis dos niñas». Pastora, de 13 años, y María, de 9, a las que «siempre» se llevan de gira y que, en elcaso de la mayor, ya ha hecho algún pinito musical con su madre al punto de firmar un par de temas de su último álbum de estudio, 'Bajo tus alas'. «Están acostumbradas y cansadas de verme cantar. Les gusta el flamenco porque lo han vivido en casa. Tienen un gran oído y un gusto musical sorprendente, pero prefieren la música en inglés, lo que escuchan las niñas de ahora, nada que ver con la mía. A Pastora le gusta escribir y siempre está haciendo versos y letras para canciones como la de 'Mi libertad', que me impresionó para su edad».

Como aún recuerda su nombre artístico, Niña Pastori comenzó a cantar más o menos a la edad de su hija menor, poco antes de que, con apenas 12 años, el propio Camarón quisiera compartir con ella el escenario del Teatro de Andalucía de Cádiz. Como cantante precoz, María puede hablar de si el flamenco se lleva en la sangre o se aprende, de si el manido duende flamenco existe de verdad. «Está claro que hay que estudiar mucho, pero con el flamenco se nace. Lo que pasa es que, como en todo, con el talento solo no vale. Hay que trabajar mucho para desarrollar el talento que se pueda tener. El duende solo aparece con en trabajo y la dedicación».

Desde sus inicios bajo la tutela de Alejandro Sanz, quien produjo su debut 'Entre dos puertas' (96) tras verla cantar en el tablao madrileño La Parrala, Niña Pastori ha moldeado una trayectoria permeable al pop y otras hierbas de raíz latinas ajenas al flamenco. Cerrando el círculo, adaptó hace unos meses a los nuevos tiempos uno de sus primeros temas, 'Ese gitano', junto Dellafuente, trapero granadino con influjo y flow flamenco y latino. Un reciclaje actual que la cantaora justifica.

«El flamenco ha sido siempre una música más abierta de lo que parece. Por su variedad rítmica casa muy bien con todo, respetando su raíz y haciéndolo bien y con respeto lo puedes colar en muchos sitios. Es lo que he intentado siempre. Dellafuente ha hecho cosas con mi marido, le conocí en Granada y surgió la idea de darle juntos la vuelta a 'Ese gitano' con ayuda de 'Chaboli'. Me pareció un desafío interesante. El reguetón bien hecho puede ser tan bonito y válido como el pop», explica una artista que ya compartió el escenario del Teatro Real de Madrid en 2018 con Rosalía, la artista que ejemplifica el reciclaje urbano desde el flamenco y para la que no regatea elogios. «Rosalía es una gran artista que ha aportado muchas cosas desde el conocimiento de lo antiguo y con mucha valía. Me encanta lo que hace y el aire nuevo y fresco que ha traído. Hay muy pocas artistas capaces de hacer todo lo que hace. Luego está como siempre el debate de la pureza, de si rompe moldes o de si se apropia de una cultura. Es algo que ya sufrieron muchos, desde Camarón a Manzanita».

Con la visión de una veterana de la fusión con hondura gitana, Niña Pastori celebra la renovación femenina del flamenco que, además de Rosalía, representan Rocío Márquez, Maria Jose Llergó, Maria Arnal, Noelia 'La Negri' o su vecina de San Fernando Aitana de los Reyes. «Las veo como continuadoras de la aportación de la mujer en el flamenco que siempre ha tenido mucha importancia. Sus aportaciones merecen todo el respeto del mundo. Ahora que se habla tanto de empoderamiento femenino hay que recordar a pioneras como la Niña de los Peines o Carmen Amaya, que ya era la mejor bailaora del mundo hace 60 años. El flamenco y la mujer siempre han ido de la mano», sentencia una Niña Pastori con voluntad «total» de dar continuidad a su carrera. «La música es mi vida. Estaremos con la gira hasta finales de año y luego me volcaré con mi nuevo disco, que está casi a punto y espero que guste tanto como los anteriores. Después de lo que hemos pasado estoy en un momento muy disfrutón y entusiasmada con lo que viene».