New Tango Project para oír con los ojos cerrados

Venga, al lío. Una cuarentena de melómanos se congregó este jueves en el JazzOn Aretoa para atestiguar una cita del 34º curso del Bilbaína Jazz Club protagonizada por New Tango Project, un cuarteto argentino radicado en Barcelona y liderado por el guitarrista y compositor Guido Di Blasi, quien agradeció sinceramente nuestra asistencia: «muchísimas gracias por regalarnos su tiempo y arriesgarse con nuestra propuesta», y luego esforzando la vista y viendo que se había doblado el público inicial, insistió: «en Barcelona caen dos gotas y la gente desaparece».

Guido Di Blasi aseguró que se sentían «muy felices por estar por primera vez en esta ciudad, aunque yo vine hace 12 años con mi hermana. Buscando como argentinos las placas de nuestros antepasados. En nuestro caso, la de nuestro abuelo Coco Manterola, que no está en el País Vasco, sino en Castro Urdiales». Además nos llamó público maravilloso, destacó que la acústica era espectacular (ya lo teníamos apuntado del tema anterior), y presentó a «estos músicos y amigos con los que tengo la suerte y la fortuna tocar», a saber: «mi hermano Ramiro Rosa» (el baterista), «uno de mis ídolos, Darío Polonara» (el bandoneonista), y, «todos los caminos llevan a Roma, Mauro Battisti» (el contrabajista, de quien subrayó que tocaba con ellos por primera vez y que se había aprendido «un repertorio muy difícil en un solo ensayo»).

New Tango Project, formados en 2016 en Barcelona, hacen «fusión contemporánea de jazz y tango» según definición de Gorka Reino, el director del club. Tienen tres discos en el sello catalán Fresh Sound, y presentaron el último, 'Fricciones', editado el 10 de enero, hace dos semanas. Mejoraron el disco, como era de esperar, y el primer pase, de 7 temas en 43 minutos, se centró en la novedad, y el líder animó a recibir su propuesta «igual que la de una película, con sus escenas, sus tramas y sus personajes, que los ponen ustedes. Pueden cerrar los ojos y dejarse llevar por la música». Esto lo planteó Di Blasi al acabar la primera pieza, 'Fantasía', en la que el que suscribe pensó que parecía una banda sonora, ¡de Jacques Tati!

La guitarra de Guido Di Blasi flotaba como la de Kurt Rosenwinkel (ah, el argentino estudió en Nueva York con Pat Martino), el sonido del recinto era un primor al que nos hemos acostumbrado en el JazzOn Aretoa, y el guitarrista presentó todos los temas: 'Senderos' con la sombra de Piazzolla y ritmos bateristas de folk argentino; 'Gris', con la melancolía irreprimible de 'Los paraguas de Cherburgo' (y con epílogo roquero a lo Pink Floyd); 'Rápido', circular y nervioso como los dibujos animados o como en una película de detectives en un momento de suspense climático (tuvo una con parte muy bop); 'La espina', «un homenaje a un grande de la música argentina, no digo rock porque se le queda chico: Luis Alberto Espinetta. Nosotros maridamos tango, jazz y rock» (y tras acabar esta pieza destacó con su gesto al bandeneonista Darío Polonara y nos llamó «público extraordinario y generoso, la verdad estoy emocionado»); y cerró el primer pase con 'La duda', con cierto aire de metal nórdico, ahí es nada.

Acabó el primer set y el que suscribe se tuvo que ir al Kafe Antzokia a ver a O'funk'illo (y nos dijo Guido: «sí, les conozco, son de los 90, de esas músicas que llegaron desde aquí a Bariloche», eso está en el Sur, ¿no?, «sí, en la Patagonia»), y Óscar Cine se quedó al segundo pase e informó por wasap: «La segunda parte ha durado 39 minutos, incluyendo un bis con un tema repetido del primer tiempo, 'Rápido'. Han arrancado con el 'Adiós Nonino' de Piazzolla (soberbio, el tema que se dejaron en el tintero del disco 'Fricciones' y la única versión de la noche), y han seguido con dos más del segundo disco ('Vals' y 'New year') y dos del primero ('Tango final' y 'Milonga'). El bandoneón ha sido aún más protagónico y todo ha cursado de modo nostálgico y evocador, pero sin saldos ni trucos. Han sido notables».