Musika-Música se vuelca en el periodo de entreguerras con más de 70 conciertos y 1.500 intérpretes

Más de 1.500 músicos, entre profesionales y amateurs, darán vida en el Euskalduna a unos tiempos que basculaban «entre el júbilo y la desolación», en palabras de Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao. Es decir, todavía no se había disipado el olor a gas mostaza, pero el jazz ya sonaba a todo trapo en París. El certamen de música clásica más multitudinario de España abrirá fuego el jueves 1, a las 20.00 horas, con una suite sinfónica de resonancias mitológicas: Kullervo op. 7, de Sibelius, con la BOS, la Coral de Bilbao y Easo Abesbatza, además de Johanna Runasen (soprano) y Kevin Greenlaw (barítono), todos ellos bajo la dirección de Erik Nielsen.

Nacionalismos, fascismos, popularización de la música sinfónica –gracias a la radio y el cine–, mestizaje de géneros y estilos, lo mismo en la danza que en la arquitectura... La efervescencia era la tónica dominante en todas sus vertientes, cuando todavía no se habían cerrado las heridas de la Gran Guerra y se olía el infierno del nazismo. No faltarán mesas redondas para reflexionar sobre el periodo de entreguerras en el Viejo Continente, así como agrupaciones de la talla de la OSE, con Treviño al frente; Camerata Royal Concertgebouw Orchestra, con Lucas Macías; Sinfónica de San Petersburgo, bajo la dirección de Dmitriev; la Sinfónica de Galicia, con el maestro Litton; Ciudad de Granada, que contará con la batuta de Ros-Marbà...

También serán de primer nivel los solistas que tocarán en Musika-Música; entre ellos, hay figuras como el chelista Pablo Ferrández, el acordeonista Iñaki Alberdi, la pianista Judith Jáuregui, la violinista Lina Tur Bonet, el barítono Christopher Robertson...