El mecano de Jurgi Ekiza
El Bafle ·
El cantante de Willis Drummond cerró el ciclo 'Udazken Musikatua' de Ugao usando loops, versionando a Laboa y Negu Gorriak, y revelando el influjo de Eddie VedderSecciones
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El cantante de Willis Drummond cerró el ciclo 'Udazken Musikatua' de Ugao usando loops, versionando a Laboa y Negu Gorriak, y revelando el influjo de Eddie VedderLa asociación musical Sarea Sound System de Ugao, con la colaboración del ayuntamiento, para paliar los efectos de la pandemia ha montado el ciclo en pequeño formato 'Udazken Musikatua'. Los seis conciertos (Zea Mays, Gari…) se han celebrado ante un aforo limitado a 60 plazas ... sentadas en el Palacio Jane y cerró el cartel este sábado Jurgi Ekiza, del trío vascofrancés Willis Drummond, quien como vive en Bayona no pudo cruzar la frontera el sábado 31, la fecha original, debido a un repunte europeo del covid.
Bajo el coqueto tejado del Palacio Jane y rozando el lleno con al menos 50 almas presentes -muchas jóvenes-, el amable Jurgi dio un concierto íntimo de 70 minutos para 11 canciones, entre ellas dos sentidas versiones: 'Itxoiten' de Negu Gorriak, crepuscular y con arranque algo Ry Cooder, y una bastante conventual 'Gaztetasuna eta zahartasuna' de Mikel Laboa, con Jurgi imitando sus soliloquios y arrancando quizá la mayor ovación de la cita tras nueve minutos y quince segundos de interpretación, pues la grabó Azpiazu en vídeo.
La mayoría del repertorio de esa velada pertenece a su disco doméstico bautizado 'Ekiza 2016 IX 04 Amanita Studio (live acoustic album)' (lo pueden chequear en Bandcamp), un disco que Jurgi mejoró sobremanera en Ugao gracias a sus cuatro herramientas fundamentales que coordinaba como si fueran las piezas de un eficaz mecano: su propia garganta y el loop para repetir la voz (así creaba coros misteriosos y siempre válidos), y su guitarra acústica y más trucos de loop para incrementar el acompañamiento instrumental (hay que tener mucha habilidad y serenidad para coordinar los al menos cuatro recursos, pues también silbó y más cosas).
Y de tal guisa Ekiza dio un concierto creciente que comenzó muy marcado por la sombra de Pearl Jam y Eddie Vedder: ambiente gótico noir, el entonad de modo sostenido y la inconsolable pena espiritual en la inaugural 'Begiak ideki nituen' y el blues desértico 'Lohia' con su epílogo aindiado muy Wovenhand. Al poco intercaló las mentadas revisiones de Negu Gorriak y Laboa, y en su segunda mitad subió un escalón creando coros ululantes más Ted Hawkins que Manu Chao en 'Fin (I)' (con pasaje postrero emitido por una grabadora con la voz del escritor Eduardo Galeano refiriéndose a «el miedo del hombre a la mujer sin miedo»; al acabar este tema brotó la otra gran ovación), aleando una introducción con el 'Big me' de Foo Fighters a su 'Distortsioen munduan' tan marcado por Berri Txarrak, y dando un bis doble con sendas revisiones de su grupo madre, Willis Drummond, que fueron la muy Neil Young 'Joan ikustera', donde rascó coritos del público con mascarillas, y una muy pop 'Ilegala', muy cambiada respecto a la grabación, muy hardcore a lo Bad Religion.
Empero el tono desolado general tan propio del country alternativo, muy bien ofició en solitario Jurgi Ekiza, tanto que no se echó de menos a ningún músico extra.
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