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Buenísima onda en la undécima y última cita del segundo trimestre, el invernal, del 30º curso del Bilbaína Jazz Club. El sábado 3 arrancará la programación de primavera con Broxila, una estación que recalará en diferentes escenarios: el Arriaga (conciertos especiales de Ariel Brínguez y Jorge Pardo en abril y mayo), La Cúpula del Campos, la Biblioteca Bidebarrieta y el Auditorio del Conservatorio Sarriko, donde la tarde de este sábado más de 120 almas atendieron la presentación del disco 'Cancionero' del baterista mirandés Gonzalo del Val, jefe del departamento de Jazz y Mú́sica Moderna del Conservatori Superior del Liceu, en Barcelona, donde recaló tras tres años en Dublín (2016-19).
Gonzalo, que tiene más de 40 discos grabados según informó en la presentación del concierto Gorka Reino, responsable del BJC, ejerció de líder baterista (¡qué irrupción más sonora la del cuarteto con el primer tema, 'Byablue' del Paul Motian!). No obstante, rivalizó tácitamente con él el trompetista invitado Benet Palet, un barcelonés que hacía levitar sus notas con una ingravidez extática que desataba ovaciones intercaladas de una audiencia entregada hasta extremos de verse a algunos espectadores hacer estiramientos en la butaca o llevar ostentosamente el ritmo de una batería invisible. En el combo también cumplieron con creces el contrabajista siempre solvente y también barcelonés David Mengual (el único que usó atril, aunque no estuvo pendiente de él, y por momentos se salió de la tabla el pianista palmeño Toni Vaquer, sustituto in extremis del titular, el menorquín Marco Mezquida, ausente por esperar el nacimiento de su primer hijo.
El bolo, una inspirada sesión sabatina vespertina, duró 67 densos minutos para 7 piezas con mucha libertad intrínseca. Las cinco primeras incluidas en el CD 'Cancionero': la citada 'Byablue' de Paul Motian; la composición original 'Romancero nº 2', titulada por la dirección «de la casa donde nací, no tan lejos de aquí, yo soy de Miranda de Ebro» (dijo, Del Val), e infiltrada de una lenta trompeta a lo Miles; unida esta segunda a la tercera, al aria operística 'Lascia la spina' de Händel, mediante un solo de batería que comenzó gracilísimo percutiendo los platillos; luego la muy astral 'Coral' de Keith Jarrett; y culminando quizá la velada con un quebrado 'Round trip' del gran Ornette Coleman, cuando Del Val hizo gala de la rotundidad hard bop a los parches.
¡Vaya ovación cosechó este quinto tema! Y ya solo quedaban dos más, que fueron el lento y mediterráneo 'Chamán', original del ausente Mezquida (el también balear Toni Vaquer consiguió que no echáramos de menos a Mezquida), y a modo de bis dotado de swing bamboleante el 'Think Of One' de Thelonius Monk, el único título que no presentó el maestro baterista. La pieza contuvo el enésimo solo ovacionado y sentido de Benet Palet, al que se le hinchaban los carrillos como a los grandes. El trompeta tras algunos esfuerzos solistas respiraba discreto con el vientre y sonreía ante los aplausos por comprobar que el público también participaba de la conexión vivida entre los cuatro músicos.
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