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«No nos vamos para siempre, pero tampoco sabemos hasta cuándo». De esta manera la banda Liher, que en el último lustro se había afianzado entre las grandes referencias del rock euskaldun, anunciaba que paraban. El tiempo de descuento para verlos en directo empezaba a correr desde el mismo momento en el que daban la noticia hace ahora menos de un mes. El grupo formada por el guitarrista Iñigo Etxarri, el batería Ander Berzosa, la cantante Lide Hernando y el bajista Joshka Natke, ha reservado tres citas especiales en las capitales vascas ya en 2024. El 26 de enero tienen reservada la sala Jimmy Jazz de Vitoria, el 15 de febrero el Antzoki de Bilbao y el 2 de marzo en otro recinto por concretar en Donostia. Además cumplirá con diferentes shows previstos tanto en Euskadi como en Barcelona y Madrid. La cita más próxima es este viernes en la sala Burubio de Amurrio (22.00 horas, 11 euros).
«Llevamos ocho años sin parar y hemos sacado cuatro discos. Cuando subimos al escenario cambiamos de chip y tenemos mogollón de energía. Pero en los ensayos, en el previo, es como que estamos físicamente cansados», explica Lide Hernando, cantante del grupo que viene de realizar una minigira europea por Innsbruck (Austria), Ulm y Karlsruhe (Alemania).
Choca que la banda haga una pausa en un momento en el que parecía que tenía una trayectoria ascendente con cada vez más seguidores y mejores críticas. «Es verdad, pero también se nos hace cuesta arriba. Nuestra crecimiento ha sido paulatino, poco a poco y eso también cansa porque siempre tienes miedo de que en algún momento pare y que la gente ya te eche de más», asume Hernando dibujando con las manos como en ese reconocimiento no ha habido un «pelotazo» que les llevara a poder vivir exclusivamente de la música.
A su vez, la banda se veía como una referencia del stoner rock a nivel nacional. «Siempre hemos tenido una imagen de nosotros mismos más menospreciada que la que tiene la gente, eso es verdad. Pero también estoy bastante cansada de que me digan qué poca gente viene a vernos o que no entienden por qué no somos más reconocidos. Esa dualidad a mí me vuelve un poco loca. Si somos críticos de algo, ante todo lo somos con nosotros mismos y lo que pasa alrededor».
La mayor parte de dinero que han sacado tocando la han reinvertido en el grupo. Liher es otro ejemplo de lo complicado que es ganarse la vida en la industria musical. «Todos compaginamos el grupo con otro trabajo. El año pasado por primera vez nos repartimos un aguinaldo a fin de año».
- ¿Qué huella o qué es lo más sorprendente que han dicho sobre el grupo?
- Pues, me acuerdo que hace bastante, en el segundo disco 'Templuak erre' (2018) que ya marcó bastante como el principio de nuestro sonido. Entonces sacó Berri Txarrak su último disco y en una fiesta hubo una chica que nos dijo: «Guau, es que vuestro segundo disco ha sido lo que debería de haber sido para mí el disco de Berri Txarrak y lo ha suplido vuestro disco». Lo recuerdo porque soy también muy fan de Berri.
También han recibido mensajes de agradecimiento por acompañar en un momento difícil. «Hubo una chica que me escribió y me dijo cosas súper bonitas acerca de cómo la música la ayudó a superar un mal momento. Es bonito eso». Canciones como 'Thelma & Louise', 'Kintsugi' o 'Nor da Piztia?' lucen en ese repertorio imprescindible de la banda que se encargó de abrir la última edición del festival Azkena. Bajo el nombre de 'Bele', en sus dos nuevas canciones ('Beruna urre' y 'Zerua irabazi') se aleja del rock y se mueve entre el R&B contemporáneo y el pop urbano. «Creo que va a ser un camino bonito y de aire fresco. Hay una expectación que no es loca, pero noto y eso me hace mucha ilusión, pero no es loca», explica.
Aunque pueda sonar a un cambio drástico surge como natural. De hecho, la cantante reconoce que en sus inicios realizaba actuaciones en la calle junto a un pianista. Sin grandes descargas eléctricas. «Siempre me ha gustado el soul y el blues», apunta. Con Bele (traducido del euskera como 'Cuervo') confía en tomar el relevo también en la carretera. El guitarrista, Iñigo Etxarri, es uno de los que les acompañará. «Es un grupo con cuatro componentes con el que también estoy muy contento en el que es estamos creando canciones y empezando a ensayar con la idea de tocar cuando Liher pare».
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