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En el blues la veteranía es un grado y ésta ha soplado a favor del modesto bajista Bob Stroger, nacido hace 91 años en una granja en las afueras de Hayti, Missouri, y a las 24 años mudado con su familia al norte industrial, a ... Chicago, Illinois, la capital del blues hasta el día de hoy. Se instalaron en el West Side, la zona oeste de la ciudad, pobre y conflictiva, donde a finales de los 50 el blues se modernizó y entronizó a guitarristas solistas como Otis Rush, Magic Sam o Buddy Guy.
La familia Stroger vivía en un apartamento que daba a la trasera del night club Silvio's, cuyos sonidos bluseros llamaron la atención de Bob, quien se sintió llamado por ese ambiente. Aprendió a tocar la guitarra él solo y montó una banda familiar, The Red Tops, cuyos miembros iban uniformados con boinas rojas. Se atrevió a tocar jazz, pero conoció al guitarrista Eddie King y ahí empezó a tocar blues y asumió el bajo para grabar el single de Eddie King 'Love You Baby', en 1965, cuando ya mediaba la treintena. «Nos convertimos en una de las bandas más ardientes de Chicago», se jacta Bob. Escoltó a King durante 15 años, con un parón de dos años tras un incendio en el que murieron cinco de los hijos de King. Luego Stroger fichó por el gran Otis Rush, con quien giró durante ocho años, desde finales de los 70. Pero siempre solía mantener otros empleos más estables: «En ese entonces, los músicos no ganaban mucho dinero».
También Bob Stroger se buscó las alubias tocando como músico de estudio (para Sunnyland Slim, Mississippi Heat, Mark Hummel…), marcando el ritmo con su bajo, al que considera el latido del corazón del blues: «El bajo y la batería son los que controlan la banda. En verdad me encanta el instrumento. Creo que es el mejor. Puedes escuchar a tus guitarristas, que hacen lo que quieran, pero todos miran alrededor cuando el bajo y la batería se paran. Somos la columna vertebral de la banda», declaró el año pasado.
Su límite profesional se amplió cuando en los años 90, cuando animado por Sunnyland Slim comenzó a componer sus canciones. Así ha grabado varios discos como líder. A principios del milenio, tras la muerte de Pinetop Perkins, para quien tocaba con quien lo tenía todo hecho, su trayectoria cambió: empezó a salir de gira con su nombre, con diferentes bandas en cada país, hasta tres, en Suiza, Italia y Sudamérica. Así, jubilado de sus otros empleos, encauzó una carrera solista en la que canta con voz grave y sin abandonar el bajo, gracias al cual ha sido galardonado por la Fundación del Blues como mejor bajista en 2011 y 2013.
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