Juanito Makandé: «El País Vasco siempre ha sido punki, pero también es flamenco»

Serán las dos únicas fechas que acerquen al gaditano al norte, hasta su vuelta en julio al Ezcaray Festival, en La Rioja. Y eso que está «contentísimo» con la «familia vasca»: «Hay una conexión Cádiz-Euskadi», presume. «Aquí tenemos muy buenos amigos. Y nuestro guitarrista flamenco es vasco».

-¿Que el guitarrista flamenco es vasco?

-¡Sí! Siempre toca con una txapela naranja. El País Vasco siempre ha sido roquero y punki, pero también hay una bonita comunidad flamenca.

-Tu próximo disco, 'El habitante de la tarde roja', lo has grabado en Abbey Road. ¿Qué honor, no?

-¡Ya ves! Éramos muy fans del estudio, con toda la peña que ha grabado allí. Es un sitio con un magnetismo especial. Vino a grabar mi compadre El Canijo, que es un friki de los Beatles, y todo el rato nos contaba anécdotas.

-¿Os hicisteis la típica foto en el paso de cebra?

-¡No! El Canijo ya tenía tres (ríe).

-¿Quién es ese habitante con el que titulas el disco?

-Creo en la frase de que uno muerde más con los años que con los dientes. Quiero decir, que con los años eres más consciente del valor de las pequeñas cosas. Como los atardeceres, que aunque no tengan valor material, ahora los aprecio realmente.

-En tu discografía siempre te has referido a los pájaros: 'Los pájaros negros', 'Niña voladora', 'Las canciones que escribí mientras volaba'…

-Los pájaros negros son los demonios que uno lleva dentro. Todo tiene que ver con volar y buscar la libertad. Sobre todo la libertad de vivir como uno quiere.

-¿Ser libre pasa por la autofinanciación?

-Llevo años autogestionándome, no me gusta que otros manden en mi arte. Así grabo como yo quiero y con el equipo que yo elijo.

-En la producción de tus discos has recurrido al 'crowdfunding'.

-No en este último. Los conciertos están fluyendo y ahora que no nos hacía falta hemos querido ser consecuentes. Pero con el segundo fue una locura: llegamos a recaudar 25.000 euros. Nos permitió pagar sueldos al que diseña, al que mezcla...

-¿Antes no cobraron?

-¡Los sueldos fueron más cortitos! Fue un éxito conseguir esa base. Producir es muy caro: alquilar el estudio, el diseño...

-Acabas de publicar un nuevo tema con Green Valley, 'Alma libre'. ¿Cómo surgió la colaboración?

-Ander es muy buen tío. Veníamos encontrándonos desde hacía tiempo, por gente en común y en festivales, hasta que un día me lo propuso. Escuché el tema, me moló y nos fuimos a grabar el vídeo a Mallorca.

-Ander es vitoriano. ¿Se pasará por el concierto del viernes?

-¡No! Esta vez el tema le pilla lejos y con la tarea de ser padre.

-Parece que te gusta lo de colaborar. ¿En el nuevo álbum también?

-¡Sí! Hemos trabajado con el Canijo, con Txiki de Canteca de Macao, con el guitarrista Josemi Carmona, con el Twanguero...

-¿Te aburre adaptarte a un género?

-Siempre he intentado meter el pie en diferentes estilos. Me mola el jazz por mis años de percusionista, luego está el flamenco, he trabajado con peña de mestizaje, funky... Y si ves mi colección de vinilos, tengo a Camarón, Ben Harper, Jimi Hendrix, flamenco, jazz, rock...

-¡Colección de vinilos! ¿Cuál es tu pieza más preciada?

-La versión original de 1969 del 'La leyenda del tiempo', de Camarón. Me lo regaló una amiga. Hoy cuesta mucho encontrarlo, estará valorado en unos 150 euros. Era súpermoderno para la época y fue muy criticado, pero hoy es un icono.

-Si tuvieras que convencer a alguien que no te conoce de que acuda al concierto del viernes o el sábado, ¿qué le dirías?

-Pues que se va a encontrar una música bastante simpática, muy especial y con buenos músicos sobre el escenario. Y que vamos muy poco por allí, ¡así que aproveche!