1963, Tallahassee. Morrison, con diecinueve años, fue arrestado después de hacer una broma mientras estaba borracho en un partido de fútbol.

Jim Morrison, el primer rockero cancelado que se enfrentó al FBI

Leyenda. ·

El escritor bilbaíno Iván Reguera recrea el «brutal» acoso político y mediático que sufrió el líder de The Doors, que involucró al propio Nixon y acabó en su trágica muerte en una bañera a los 27 años

Carlos R. Vidondo

Martes, 27 de febrero 2024, 07:27

Puede que muchos le conozcan por ser uno de los '100 mejores cantantes de todos los tiempos' (para la revista Rolling Stone) o quizá por haber formado parte de aquel desdichado Club de los 27. Él fue Jim Morrison, exvocalista y líder de la legendaria ... banda californiana The Doors, un tipo que pasó a la historia del rock y cuyo trágico desenlace sacó a la luz una vida bajo el absurdo acoso político, judicial, policial y mediático. Se enfrentó a enemigos tan poderosos como el presidente Nixon o el temido director del FBI, J. Edgar Hoover; desde el Departamento de Policía de Miami al completo hasta un juez conservador con aspiraciones políticas.

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James Douglas Morrison (Melbourne, Florida, 1943-París, 1971) fue una figura de personalidad enigmática y autodestructiva, un poeta maldito que peleó contra sus demonios y adicciones. Se pasmaba ante el televisor con los movimientos de Elvis en el programa de Ed Sullivan, aunque luego sufría un pánico escénico que le obligaba a cantar de espaldas al público. Se fascinó por las drogas psicodélicas en pleno florecimiento de la cultura hippie y se envenenó con el alcohol.

Pero «nunca fue su intención ser una estrella, eso le vino por accidente. De niño vivió una vida nómada por el trabajo de su padre, que fue un gran almirante y luego tuvo la mala suerte de toparse con la heroína y con Pamela Courson», explica el escritor Iván Reguera (Bilbao, 1973), que acaba de publicar con la editorial Alrevés 'El estado de Florida contra James Douglas Morrison', un volumen a medio camino entre la biografía y la novela en el que recorre desde sus más sonados incidentes con la policía, hasta su desapercibida visita a España pocos meses antes de fallecer.

1968, Las Vegas. Huellas dactilares del Departamento del Sheriff del condado de Clark tras su arresto por «embriaguez pública y vagancia». 1970, Miami. Fue juzgado por exhibicionismo un año después de supuestamente haber enseñado sus genitales durante un concierto. Un error que pagaría con la cancelación pública y que le alejó hasta París, donde moriría.

Morrison fue el primer artista del rock de la historia en ser detenido sobre un escenario y el primer ejemplo destacado que sufrió la cultura de la cancelación. «No solo es que no se escuchara su música en las emisoras, sino que los promotores de conciertos no querían saber nada de él. En aquellos tiempos, con eso te podías dar por muerto. Lo mismo le ocurrió a Jerry Lee Lewis tras una relación con una menor», explica Reguera.

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A día de hoy se conservan registros de su primer arresto cuando era estudiante de la universidad de UCLA: fue en 1963 durante un partido de fútbol escolar en Tallahassee cuando se le ocurrió robar el casco de un policía de un coche patrulla. Sin embargo, el primer encontronazo con la justicia sería cuatro años después con los Doors ya consolidados con su segundo álbum de estudio 'Strange Days'.

«Nunca fue su intención ser una estrella, eso le vino por accidente. Pero luego tuvo la mala suerte de toparse con la heroína»

Iván Reguera

Escritor

Gaseado en un concierto

El 9 de diciembre del 67, Morrison mantenía un encuentro sexual con una joven detrás del escenario del New Haven Arena de Connecticut cuando fueron descubiertos por un policía. El funcionario no le reconoció, sacó un aerosol de gas pimienta y le advirtió: «Fuera, este solo es lugar para The Doors». Morrison contestó: «Yo soy The Doors. Cómetelo». Y fue gaseado, lo que retrasó el concierto. Una vez sobre el escenario, el cantante contó lo sucedido: «¡Ese cerdo vestido de azul me roció los ojos con gas pimienta!», y a continuación dos agentes le quitaron el micrófono y le arrastraron fuera del local hasta una comisaría cercana.

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Apenas mes y medio después, volvía a ser detenido, esta vez en Las Vegas y junto al periodista y escritor Robert Gover, por un incidente con un guardia de seguridad del club Pussycat A Go-Go, quien le golpeó en la cabeza después de que Morrison simulara fumar un porro. Pero el que sin duda fue «el mayor error de su vida y su carrera», ese que acabaría pagando con la cancelación, con su dinero y con su salud mental, ocurrió en una desafortunada actuación en el Dinner Key Auditorium en Miami, Florida.

Fue un 1 de marzo de 1969 ante un auditorio de casi 7.000 espectadores que doblaba su aforo. La banda empezaba a interpretar 'Five to One' cuando, según testigos, Morrison ofreció un alegato político-religioso que supuestamente concluyó bajándose la bragueta y mostrando sus genitales, ante la indignación de todos. «Lo más paradójico es que en Miami no fue detenido», de hecho, el juicio no tuvo lugar hasta el 10 de agosto de 1970, año y medio después. «Morrison se fue tranquilamente y la policía no dijo nada, incluso estuvieron de risas con el grupo en su camerino. Lo que vino después fue una confabulación del FBI y de un juez que tenía muchas ganas de salir en la prensa».

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A finales de los 60, EE UU era una nación ultraconservadora e incluso el propio mánager de los Doors, Bill Siddons, explicó la amenaza que suponía cuando dijo que «a América le preocupaba que Jim pudiera pervertir a sus hijos». En su investigación, Reguera se detiene en la «obsesión» que los servicios de inteligencia americanos tenían con el rock and roll, un estilo que «ganaba poder entre la juventud en los tiempos de las manifestaciones por los derechos civiles de los negros y el izquierdismo mientras seguían cayendo bombas en Vietnam. ¡Incluso el FBI tenía un dossier enorme sobre Sinatra! Que también estuvo perseguido por sus amistades».

«El juicio fue una farsa que el juez alargó de forma absurda para acabar con su gira europea y hacerles perder un dineral»

Iván Reguera

Escritor

Objetivo del presidente

Jim Morrison se convirtió en objetivo de estado y el propio presidente Richard Nixon se involucró en su caída, sobre todo, después del incidente en Miami. «Le indignó muchísimo porque Florida es el 'cinturón bíblico' del país, así que decidió sumarse con una carta a la manifestación de la juventud ultracatólica contra Morrison».

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El juicio por exhibicionismo fue «una enorme farsa que el juez alargó de forma absurda para acabar con la gira europea de los Doors y hacerles perder un dineral». Aunque se pedían seis meses de prisión, la condena se zanjó, por falta de pruebas, con una fianza de 500 dólares de multa y una apelación que quedó en el aire. Tanto es así que Morrison fue indultado póstumamente en diciembre de 2010.

Antes de mudarse a París, donde acabará falleciendo, Morrison «decide 'matar', 'asesinar' y 'suicidar' al 'Rey Lagarto', ese personaje atractivo de melena leonina que le habían construido los medios». Se marchó y vivió unos años austeros hasta la mañana del 3 de julio de 1971, cuando su novia Pamela Courson lo encontró muerto en la bañera de su piso del barrio de Le Marais. Desde entonces, las teorías conspiranoicas no han dejado de emerger e incluso el hecho mismo de su muerte se ha puesto en duda. El propio Ray Manzarek, teclista de The Doors, declaró: «Si existe un tipo capaz de escenificar su propia muerte ese es Jim Morrison».

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«Antes de mudarse a París decide 'matar' al 'Rey Lagarto', ese personaje de melena leonina que los medios le construyeron»

Iván Reguera

Escritor

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