En el segundo pase, tocando 'I get along without you very well' de Hoagy Carmichael. Óscar Cubillo

Irati Bilbao superando el examen con nota

La emergente vocalista duranguesa convenció con su rol de cercana diva del jazz en la terraza del Guggenheim, que se llenó de público atento

Jueves, 6 de agosto 2020, 07:36

La verdad es que acudimos con cierta prevención al quinto miércoles de los ocho que componen el ciclo estival jazzístico de la terraza del bar del Guggenheim, el bautizado 'Art & Music Km. 0'. Y es que la chica oficiante, Irati Bilbao, de 28 años, ... es la menos experta por currículum entre los profesionales contratados y de hecho en su actuación contó que debido al coronavirus no ha podido ofrecer su concierto de fin de carrera (si por ello le ponen nota, se la merece muy alta). No nos fiábamos del todo pero cuando entonó el primer verso instantáneamente captamos su nivelón vocal, comparable por ejemplo al de la australiana Sarah McKenzie.

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Durante su actuación de dos pases en cuarteto para 16 canciones en dos horas y cinco minutos (los cinco extras se debieron al bis, solicitado con ahínco por la parroquia), sendos sets separados por un descanso de 26 minutos, la vocalista, flautista e historiadora duranguesa Irati Bilbao supo dominar los nervios, revelar su trabajada vocalización (no solo en el scat, sino en el fraseo de todos los versos) y su dominio del inglés (ha vivido un año en Irlanda y le ha sacado provecho), y conectar con un respetable al que presentó las canciones, casi todos standards jazz (baladas de Hoagy Carlmichael, un par de piezas vía Nancy Wilson…).

Pizpireta a lo Ernestine Allen o Sarah Vaughan, dotada de una garganta bien educada y transmisora, apoyada en un combo instrumental en cuyo seno apenas se permitió emitir solos el pianista Mikel Núñez (tres a lo Nina Simone intercaló, entre otros), Irati Bilbao se lució en vocalizaciones de diva clásica (los scats del 'Joy spring' de Clifford Brown y muchos más), expuso un delicado y sofisticado sentido artístico contemporáneo similar al de las cantantes de jazz residentes en París como la incomparable Dee Dee Bridgewater, se atrevió a inventarse una letra para el standard de Sam Rivers 'Beatrice', y resolvió cualquier hándicap que se le pudiera plantear: elevó el blues reconocible 'Moanin'' de Bobby Timmons cuando no lo arrancaron con buen pie (a veces el contrabajista pareció algo perdido), se marcó a dúo con el contrabajista el 'Social call' de Joe Hendricks, osó con el bolero en castellano de Marta Valdés 'Hacia dónde' y «qué bonito» dijo una espectadora al acabarlo…

Mikel Núñez (piano), Ander Alonso (batería), Irati Bilbao (voz) y Aritz Luzuriaga (contrabajo) en la segunda pieza, 'Never will I marry' de Nancy Wilson. O. C,

Y si todo lo hizo bien, hubo cinco números que le salieron muy bien, a saber: el primero y el último del primer pase, que fueron 'I wish you love' de Charles Trenet (con inflexiones de Irati en plan diva festivalera) y 'I'll close my eyes' vía su favorita Dinah Washington (la duranguesa se lució con una parrafada teatral inmediatamente ovacionada por el público atentísimo que agotó el aforo como también ha hecho para la sesión del próximo miércoles 12 de agosto, cuando soplará el saxofonista bermeano Aingeru Torre), y las tres últimas del segundo pase, o sea 'Conception' de George Shearing (la tenía preparada para el citado concierto de fin de curso y la interpretaba por primera vez ante el público; fue una pieza muy difícil en la que pensamos en Ella Fitzgerald, en Stacey Kent…; ¡nota alta, ya hemos dicho!), «una de las favoritas de Frank Sinatra que es 'Night And Day'» (así la presentó y musicalmente la agilizaron, la brasilizaron), y el bis fuera del repertorio y que, de rebote, fue lo mejor del lote: el standard 'All of me' (encima con el mejor scat, la mejor vocalización, todo más suelto quizá porque ya no había motivos para nervios, para la inquietud).

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