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El 20 de enero de 2004 los Travellin' Brothers de Leioa dieron su primer concierto. Tuvo lugar en el Kafe Antzokia, teloneando al armonicista inglés Paul Lamb. «Desde entonces no nos ha hablado», bromeó, o no, el jefe de la banda, el guitarrista Aitor Cañibano. ... Y dos décadas después, casi 1.400 conciertos más tarde, sin tener disco nuevo aunque sí mostrando su primera canción en castellano (el single 'Si tuviera un día', con colaboradores como Fito, Quique y David de La MODA), los Travellin' han alquilado dos días este fin de semana el Kafe Antzokia para celebrar la efeméride: el sábado agotando el aforo en la venta anticipada (600 almas) y el domingo, anunciado más tarde, llenando también (congregando a casi 400). Y ambos días con Fito como invitado sorpresa (además, el sábado también estuvo como armonicista invitado el americano Steve Krause, que tomó el avión de vuelta a su casa el domingo por la mañana).
Aquí les vamos a contar lo del domingo. Un concierto creciente desde lo alto y seguro con 17 canciones en 105 minutos (hora y tres cuartos). Los travellin' se mostraron agradecidos ante la afluencia de público, de gente en general seria, formal, mayor y de ambos sexos bien distribuidos (o quizá con mayoría femenina, ¿eh?). El cantante Jon Careaga dijo estar viendo muchas caras conocidas y aseguró que «en 20 años no hemos cambiado nada, ¡ni una cana!». Y luego dijo Aitor Cañibano, el guitarrista y líder: «Aquí seguimos 20 años después con esta música roñosa, vieja y pasada de moda», ironizó reivindicándose antes de prevenirnos ante el futuro de la inteligencia artificial en la música.
Pues los Travellin' Brothers, siempre dentro de su conservadurismo, canonismo, academicismo o tradicionalismo bien traído, pues su música de raíces americana no peca de purista, dentro de su particular forma de encarar el blues que medró sobremanera con la entrada del saxofonista y director musical Alain Sancho (profesor del Conservatorio Superior de Bilbao), lo que les convirtió en un proyecto internacional (discos grabados en USA, una gira por China, la elección en 2015 como mejor banda de blues de Europa…), este domingo comenzaron seguros de sí mismos con una tacada de temas que lo mismo destilaron country soul (el inaugural 'Peggy Sue got divorced', el aire Stax de 'Better day' con sus coreografías optimistas) que se adentraron en los ritmos de Nueva Orleans (el blues misterioso y exótico 'Angel cry', luego el mambo en modo neoswing algo Royal Crown Revue 'Creole queen').
Los Travellin' Brothers se presentaron en versión de luxe, en noneto, con las dos coristas (la getxotarra Inés Goñi y la donostiarra Ainhoa Eguiguren, ambas con carreras solistas al frente de Mississippi Queen y de Noa & The Hell Drinkers), con los dos pianistas (el hijo pródigo Ander Unzaga y el pianista de Erentxun y muchos más Mikel Azpiroz, otro donostiarra; echó gasoil a su coche de gasolina, o al revés, y el domingo andaban buscando un coche con dos plazas libres para volver a San Sebastián), con la base rítmica tan sobria como auténtica e infalible (Isi Redondo a la batería y el hermano Eneko Cañibano al bajo y contrabajo), más los tres citados vocalista, guitarrista y saxofonista, Careaga, Cañibano y Sancho, los tres que más se asomaron al borde del escenario para sus solos, sus alardes, y por parte de Jon hasta sus salutaciones a conocidos y el poner el micrófono a un niño para que coreara.
Y siguieron con swing por el carril boogie woogie ('Magnolia route'), con puntazos emocionales como el soul 'Tennessee Whiskey' (versión de Chris Stapleton que los Travellin' tocaron y grabaron con el soulman Earl Thomas), y anunciaron la sorpresa, la intervención del amigo, maestro, etc., Fito Cabrales, quien agradeció la presentación «aunque creo que exageras, Aitor». Fito tocó en 'Always there', que de la onda Johnny Cash creció hasta la fiesta rhythm and blues, y tocó y cantó en la primera canción en castellano de los Travellin', 'Si tuviera un día', un funk coral dedicado al añorado Unax Cañibano, hijo del bajista Eneko y sobrino del guitarrista y líder Aitor, fallecido a los 18 años por una larga enfermedad rara.
Y ya hasta el final pudo la fiesta y se perfilaron las gradaciones y hasta las apoteosis. Hubo otra versión, el 'Soul shine' de Warren Haynes (Allman Brothers, Govt Mule) dedicada al también guitarrista Dickey Betts (fundador de los Allman y muerto el mes pasado a los 80 años), más soul ('When it was wrong' a lo Eli Paperboy Reed), góspel gigante y eufórico ('Power of love', con palmas como en el templo; no en vano Aitor la presentó así: «hoy es domingo, día de rezar, vamos a la iglesia»), y hubo dos bises, primero para el ritmo y blues 'Midnight train', con Fito participando en el sarao por tercera y última vez, y segundo bis con más góspel para 'Love, joy & happiness', amor, alegría y felicidad nos traduce Google, un tema con solos de saxo de otra dimensión, entre otras virtudes cuasi teologales.
Firmaríamos por llegar al 30º aniversario de los Travellin' Brothers.
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