Fito congregó a 728.000 televidentes con su concierto en San Mamés

El concierto terminó al filo de la una de la madrugada del domingo y tuvo una duración de casi tres horas, en las que el músico del barrio de Zabala desgranó sus canciones más conocidas, coreadas a pleno pulmón por el público. Como en su actuación de 2018 en el BEC de Barakado, donde tocó ante 30.000 personas, el cantante y su banda ofrecieron un final de aproximadamente diez minutos, al más puro estilo Springsteen con su E Street Band, con un duelo espectacular entre el saxofonista Javi Alzola y el guitarrista y productor Carlos Raya.

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Fue la primera vez que tocó en Bilbao con los Fitipaldis el batería malagueño Coki Giménez, biólogo marino de formación. Antes ha puesto sus baquetas al servicio de Dani Martín, M Clan y Amaral, entre otros. Mostró una tremenda solidez y eficacia a lo largo de todo el concierto. Sustituye al estadounidense Dani Griffin, que llevaba en los Fitipaldis más de una década. El grupo contó con la pegada del bajo habitual, Alejandro 'Boli' Climent, que también ha trabajado con M Clan y que forma parte de Señor Mostaza.

La salida de Iñaki Uoho, con el que Fito montó Platero y Tú cuando tenían 25 y 23 años respectivamente, supuso uno de los momentos más especiales de la velada rockera. Fieles a sus orígenes, Uoho se sumó a la fiesta para tocar dos de los grandes 'hits' de Platero, 'Hay poco rock'n' roll' y 'El roce de tu cuerpo', con un inconfundible toque AC/DC. Cuando se juntaron, hacían versiones de Leño y de la Credence Clearwater Revival.

El público fue predispuesto a darlo todo y cumplió con el papel que se habían dado a sí mismos. Según los testimonios recogidos en este periódico, hubo deficiencias de sonido en la grada del fondo, de manera que se oían mal las voces, comidas por el sonido de los instrumentos. En los laterales y en el campo, no hubo problemas. Fito ya avisó que tocar en un estadio tenía sus inconvenientes. Pero la ocasión era única y el público también lo interpretó así.