La fiesta de 'Korrontzi Benefic'

Lo dicho, el nivel en ambas citas o fiestas fue elevadísimo pero nos convenció más lo catado en el Teatro Barakaldo, y eso que aquí faltaron los dos gigantes Fasio y Maurizia, varios grupos de danzas (nos acordamos del divertido plantel de niños alumnos), la bellísima bailarina solista o el gaitero estelar Dani Conde. Y repitieron dos invitados especiales: los pandereteros Leturia (ex Tapia Ta Leturia), que colaboró en al menos 8 temas y posó al final como quinto miembro de Korrontzi, y el chico down Aitor Aspuru, a quien hemos visto actuando en vivo también con los trikitilaris Kepa Junkera y Xabi Aburruzaga.

Lo del sábado duró 110 minutos para unas 22 piezas, desglosando algunas unidas, contabilizando la de la banda gaitera del bis, y separando el fin de fiesta improvisado, el bonus extra con la kalegira y el coreado por el publico contento 'Ikusi mendizaleak' («guk, euskaldunak gara…»). Gozamos de una sesión una pizca más musical que la del Campos, con menor desbordamiento de dantzaris en la ancha escena, mayor relevancia sónica del cuarteto base trikitilari vizcaíno, coreografías igual de modernas, y el repertorio alternando las melodías evocadoras a medio gas y los números movidos y movedores con efecto muelle, ritmos deslizantes y por el epílogo un gran influjo, o reflujo, de Kepa Junkera en instrumentales acuáticos y atávicos.

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Hubo numerosos momentos vivificantes (al empezar 'Joxek, Andreari', 'Meñakoz' y más), aires célticos exportables por globales (ante el dudoso vigor de los coros del respetable local, Agus Barandiaran, el trikitilari líder de Korrontzi, aseguró que en Malasia los paisanos entonan con más vigor el trabalengüas de 'Aitxitxe mukurrunduko'), chicas elegantes bailando ezpatadantza (en 'Parfums en musiques'), la tradición panderetera del invitado Leturia, palmas solicitadas cada dos por tres a los espectadores que accedían a aportar el pulso rítmico (y también la gente accedió a encender las luces de sus móviles en 'Bustuntzuri', cuando la platea pareció una campa con luciérnagas).

Leturia en el instrumental 'Portusalda' volvió a poner a bailar a su títere comprado en Portugal («¿cómo se llama, Basilio, Aurelio…?», le preguntó Agus Barandiaran, el líder vizcaíno, y el panderetero casta guipuzcoano le respondió con gesto de desdén: Carolo), el dinamismo tradicional y jotero se impuso en un par de piezas con Agus tocando entre el público, se brindó con sidra en la junkeriana 'Sardos-k' (con los gaiteiros reforzando el fuelle de la trikitixa), y en el bis la niña Mikele saludó desde su silla de ruedas y nos adentramos en un final coral con las cinco formaciones participantes saludando desde el escenario y de seguido montando larguísimas cadenetas por todo el teatro. Muy bien, de verdad. Hum… han pasado doce horas y ya lo hemos sopesado y decidido: de lo mejor del año.