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Concierto de Golden Quartet el año pasado en el Polideportivo de Mendizorroza. ainhoa górriz

El Festival de Jazz de Vitoria se aplaza a 2021

El certamen sigue la estela del ciclo de Getxo ante la incertidumbre sobre los aforos y la presencia de artistas extranjeros

Sábado, 6 de junio 2020, 01:09

Los organizadores del Festival de Jazz de Vitoria, previsto del 13 al 18 de julio, esperaban con expectación el 44 cumpleaños de este ciclo para comprobar si surtían efecto las recetas concebidas para atraer otro tipo de público -más joven-, y extender el jazz por ... la ciudad con conciertos en otros escenarios. Pero los planes de su presidente, Íñigo Zárate, tendrán que esperar; el coronavirus se los ha llevado por delante. Con su aplazamiento a 2021 el certamen alavés sigue la estela del festival de Getxo, cuya suspensión se anunció la semana pasada. La excepción la pone el Jazzaldia de San Sebastián, que se celebrará en las mismas fechas previstas, del 22 al 26 de julio, pero con un formato reducido.

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Las razones de la suspensión del ciclo vitoriano, que este año contaba en su programa con The Charlie Parker Legacy Band, Branford Marsalis, Antonio Sánchez y Anne Paceo, se condensan en una palabra: incertidumbre. Dudas a la hora de conocer con qué aforos podrían abrirse las principales sedes del festival, el polideportivo de Mendizorroza y el Teatro Principal. De hecho, existe la casi certeza de que el recinto de la calle San Prudencio no abrirá sus puertas hasta septiembre. El terreno inestable se extiende también a la nómina de artistas. En julio habrán cambiado las restricciones para viajar, pero ahora mismo nadie puede asegurar qué artistas extranjeros podrán subirse a un escenario español este verano; en el caso del jazz, muchos de ellos norteamericanos, país en el que la pandemia continúa a ritmo galopante. Demasiados interrogantes para unos organizadores cuyas decisiones deben tomar con meses de antelación. «Hemos agotado todas las opciones posibles», confesaban ayer en un comunicado.

Reubicar a los artistas

Desde sus inicios en 1977, el festival no había vivido una edición con tanta incertidumbre y trabajo en balde. «Han sido días desconcertantes y complicados». «A comienzos de año teníamos el Festival prácticamente cerrado: un gran cartel con músicos de primera línea, varios proyectos nuevos, compromisos con asociaciones para hacer actividades en la ciudad… ». Ahora, la intención del Festival es reubicar a los artistas que se pueda para la edición del año que viene.

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