Urgente Grandes retenciones en la A-8, el Txorierri y la Avanzada por la avería de un camión

Ya superada el año pasado su vigésima edición, y con una masa crítica suficiente como para ensanchar su base y alterar su filosofía inicial, parece que los responsables de Musika-Música intentan este año una expansión de fondo y de forma en la temática, la ... programación y el ámbito urbano de este popular festival tradicionalmente vinculado a la música clásica, cuyo modelo y precedente, 'La Folle Journée' de Nantes, también ha ido modificando y ampliando su duración y temática. Naturalmente lo que más choca en la nueva edición de Bilbao es su hilo conductor, 'la naturaleza', un epígrafe amplísimo que facilita la programación, que vincula al festival con algo tan bien queda como la emergencia climática, que sirve para acercarlo a una audiencia más amplia y que incluso permite cualquier propuesta de la historia de la música, desde el Renacimiento a la actualidad. Siendo todo discutible a la hora de interpretar las inspiraciones compositivas de fondo, nunca es difícil buscar algún atisbo que vincule la mayor parte de las propuestas con la naturaleza.

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Pero más allá de esto, el Musika-Música 2022 también se expande al Arriaga y al Azkuna Zentroa, a lo que ahora se llaman las artes performativas y a la moda de las instalaciones interactivas, eso sí, dejando como siempre la música sinfónica, la de cámara y la barroca en el Palacio Euskalduna, donde la esencia del festival se mantiene intacta, lo mismo que su filosofía encaminada a combinar la música profesional con la de los jóvenes intérpretes o la de los conservatorios. Bien está todo ello, por supuesto, si al final el objetivo de fondo, es decir, la difusión cultural y musical, llega e inicia en su disfrute a mayores segmentos sociales y a toda la ciudad.

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