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Miércoles, 13 de abril 2022, 00:05
Eurovisión es un festival que está lleno de secretos, aunque en ocasiones, la tempranera fama que adquieren los artistas revela lo que nunca querrían que se conociese. Es el precio a pagar por representar a tu país en el certamen musical más importante de ... Europa y que congrega a decenas de millones de espectadores.
El festival de este año, que se celebra en Turín, no es una excepción y ya comienzan a saberse los más oscuros secretos de algunos de ellos. El ejemplo más claro es Ronnie Romero, cantante de Bulgaria. El artista, de origen chileno, está en búsqueda y captura en España por no presentarse a un juicio por un presunto delito de amenazas a su expareja.
Más cómica es la anécdota que cuenta la representante española Chanel Terrero. La autora de 'Slomo' estuvo a punto de interpretar el personaje de Anita en la película West Side Story de Steven Spielberg. Se quedó a las puertas del papel. Quién sabe si su carrera hubiese ido dirigida al cine.
También los hay famosos e iconos sociales. Sam Ryder, representante de Reino Unido es el 'tiktoker' más popular de las islas británicas con 12 millones de seguidores y acumula más de 100 millones de 'me gusta' en la plataforma. En Alemania, el elegido para representar al país en Turín es Malik Harris, autor de 'Faith', el considerado himno del Black Lives Matter. Pero Eurovisión no va de rostros conocidos. Los hay que prefieren ocultarse. Los representantes de Noruega directamente van disfrazados. Se hacen llamar los Subwoolfer y en su país juegan adivinar su identidad, como si de Mask Singer se tratase.
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