«Entendemos que 'Zorra' guste más o menos, pero eso no da vía libre a faltar al respeto»

– ¿Cómo se viven desde dentro los días previos a Eurovisión?

– Está siendo una locura en el buen sentido. El Benidorm Fest lo preparan muy bien porque hacen un Eurovisión a pequeña escala, y ya veníamos mentalizados. Todas las candidaturas tenemos varios pases en la Arena para adaptar el número al escenario, porque las dimensiones son increíbles. Además, en el mismo hotel tenemos salas de ensayo, y nos vamos coordinando con el resto de equipos. Me atrevería a decir que somos los más constantes en cuanto a ensayos. Estamos muy empeñados en hacerlo lo mejor posible.

– ¿Va a haber alguna sorpresa ?

– Llevamos una propuesta muy parecida. A diferencia de en el Benidorm Fest, donde es todo secreto y no sabes ni el vestuario del resto de participantes, en Eurovisión ya está todo publicado. Si entras en las redes sociales del festival, se puede ver 30 segundos de la actuación de todas las delegaciones. Aún así, hemos intentado elevar la propuesta en todos los aspectos.

– 'Zorra' estuvo envuelta en polémica tras ser elegida para representar a España. ¿Cree que el público de Eurovisión entiende el mensaje?

– Eurovisión es como la Liga del colectivo LGTBIQ+ y los fans viven mucho el festival y se informan mucho sobre todas las propuestas. Llevamos una puesta en escena transgresora. Somos dos bailarines en tacones, que aparecemos con el culo al aire. La gente se empezó a interesar por el mensaje de la canción y esa intención de darle un nuevo significado a 'zorra', que siempre ha tenido una connotoación peyorativa en contraposición con ser un 'zorro', en masculino, que se atribuye a una persona avispada. Así que sí, notamos que la gente está entendiendo todo esto. Ahora bien, me gustaría remarcar que entendemos perfectamente que pueda gustar más o menos, pero eso no da vía libre a faltar al respeto. A veces se nos olvida que cuando se insulta a través de redes sociales, al otro lado hay personas, con familia, recibiendo esos insultos. A mí, por suerte, no me suele afectar tanto. Al revés, me da fuerza para crecerme en el escenario, y es lo que voy a hacer el sábado.

– Están todas las delegaciones en el mismo hotel. ¿Cómo es el ambiente entre todos?

- Hay grupos que vienen con un espíritu más competitivo, y otros con más ganas de pasárselo bien y disfrutar, como es nuestro caso. Tenemos propuestas y conceptos musicales súper diferentes, y para mí eso es lo bonito de Eurovisión, no lo veo como una competición, porque solo con el cariño que nos ha transmitido la gente, ya nos vale. El puesto en el que quedemos es lo de menos.

– ¿Con qué país hay más afinidad?

– Hemos hecho buenas migas con Nemo (representante de Suiza), y pasamos bastante tiempo juntos. Es un niño adorable, y es una de mis propuestas favoritas para ganar este año. Y luego, evidentemente con Megara, que es el otro grupo de españoles que viene a representar a San Marino. Son maravillosos.

– ¿Qué mensajes le llegan desde San Sebastián?

– Me han dicho que en Irún van a poner pantallas y todo. Me dicen que disfrute muchísimo. Mi familia siempre me apoya en todo lo que hago. En esta canción aparezco como un hombre en tacones, de manera queer, que se corresponde con trabajos que suelo hacer de Drag Queen con mi hermano gemelo. Nuestros padres siempre han sido nuestros mayores fans, y estoy muy agradecido por la familia que tengo.

– ¿Se imagina actuando en la Semana Grande de Donostia?

– De Eurovisión a Semana Grande. Me encantaría actuar en casa, la verdad, pero no nos lo han propuesto por ahora. ¡Quién sabe!