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No han acabado de despedirse y ya han anunciado que volverán en 2026 después de un descanso de un año. Regresarán con un proyecto llamado ' ... Bihotzak kokista' (la conquista de los corazones), del que darán más detalles dentro de una semana. Hablamos de ETS (En Tol Sarmiento), uno de los grupos euskaldunes más populares entre la chavalería, si no el que más. Con motivo de su vigésimo aniversario en la escena musical, en la que empezaron y han continuado orgullosos currándose las fiestas de los pueblos, ETS han decidido hacer un parón -que se anunció como indefinido- tras estos tres conciertos en el BEC, tres eventos que han agotado con mucha antelación las 45.000 entradas puestas a la venta, 15.000 por día. Pero no teman quienes no tengan ticket: el tercer y último macro-concierto será emitido por la ETB en puro directo.
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No en vano, este bautizado '20 urte zure eskutik' (20 años de tu mano) es un show grandioso y muy televisivo, no sólo por las pantallas de fondo, cinco porciones que se llegan a juntar en una sola superficie de 250 metros cuadrados. Todo estuvo muy medido en este show (sic), desde las coreografías hasta los puntos en que se fijaban los focos. Las luces fueron buenas, el sonido excelente, el ambiente caldeado (jo, la gente no dejó de cantar, de emocionarse, y no se sentó apenas en su asiento, pero el líder Íñigo Etxezarreta quería más y llegó a decir al principio que parecía que estábamos 500 en vez de 15.000), el escenario parecía propio de los Rolling Stones o U2 (por la pantalla oceánica y el provocador que penetraba en la pista), y los actuantes podían aparecer por donde menos se les esperaba: por las gradas, por un mini-tablado instalado al fondo de la pista, y a veces con Íñigo cantando entre la masa que le abría pasillo con admiración y respeto.
Al poco de empezar el concierto se pudo pensar que ETS vieron y se fijaron en el show más allá de lo musical de la gira de C. Tangana llamada 'Sin cantar ni afinar tour', que también tuvo otra pantalla colosal, que dispuso de cámaras cenitales y de otras que seguían al artista por el escenario y a un palmo, ¡y que incluso contó con Pirata en un solo de saxo!
Una de las cosas buenas de los conciertos normales de ETS es que no se alargaban en vano y en hora y media solventaban el asunto. Esta terna del agur dura dos horas y media (145 minutos y 39 temas contabilizamos este primer sábado), empieza apabullando en lo audiovisual, y se desarrolla declinando levemente, pero sin bajones. Y es que no se puede esprintar durante dos horas y media. Con sentimentalismo (esa salutación inicial afirmando que sus fans son una familia, una comunidad), alternando ska, mestizaje, pop de estadio y baladas melosas, y jugando a la perfección con las pantallas (lo mejor fue cuando su abuela Isidra le dijo que se tenía que casar por la iglesia, y también resultaron entrañables las fotos de unos jovencísimos En Tol Sarmiento cuando empezaban usadas en una de las canciones finales, 'Ametsetan'), ETS actuaron como un grupo al servicio del activo cantante y guitarrista Iñigo Etxezarreta, habituado a este tipo de macroconciertos (en tiempos recientes le hemos visto en el Ura Bere Bidean en el mismo BEC y en el Fair Saturday de Miribilla).
Estos espectáculos no son un mero concierto íntegramente protagonizado por Iñigo / ETS, sino que para hacer cumplir su intención de montar una fiesta como las de las plazas de los pueblos (hay varios momentos de Yécora / Iekora, el pueblo de La Rioja alavesa donde veraneaba Etxezarreta y se gestó En Tol Sarmiento), y también para descansar ellos y cambiar de ropa Iñigo, dan cancha a un grupo de baile (Bercijana), a un par de charangas (Lesaka y Kabila), a un trikitilari, a dos bertsolaris enfrentados de grada a grada (Jon Maia y Maddalen Arzallus), y a los invitados que montaron la fiesta más grande, sin dejar de saltar a pesar de su avanzada edad, los Joselu Anayak, con quienes se marcaron un popurrí delirante que puso a todo el BEC y en pie para cantar desde tex-mex (las versiones traducidas al euskera 'Marina', de Rocco Granata, y 'Anselma', de Los Lobos) hasta standards euskaldunes ('Furra, furra' de Oskorri, 'Ikusi mendizaleak', o un 'Kalian gora' que consiguió agachar en pleno a las gradas y la pista).
Los mejores invitados, los más divertidos, los más festivos y los más efectivos, fueron Joselu Anayak. Pero el resto de las colaboraciones no desmerecieron, desde las txarangas hasta Idoia con su intervención tranquila. Y también descollaron las intervenciones de Zetak (muy bien experimentando con el theremin y luego en su canción 'Itxulera', hecha a dúo con Iñigo), Iñaki del grupo Betagarri («nuestros héroes, nuestros referentes», o sea su gran influencia, reconoció Íñigo), que puso a cantar a todo el BEC con el fragmento de 'La chica del batzoki' de Doctor Deseo, y los gamberros de Dupla en el reguetonero 'Itzalizazu argia'. Y las chicas de Huntza, Uxue y Süne, reunidas para la ocasión, montaron otro brillante guateque en su hit 'Aldapan gora', aunque en un momento pensamos que la trikitixa iba disparada, grabada.
Pero ETS, y mucho menos su líder Etxezarreta, no se diluyeron entre tantos convidados. Arrancaron volando los peluquines ('Aukera berriak' y 'Zure mundua' tipo La Pegatina, 'Egingo duzu eztanda' con coros oohhh a lo Mumford & Sons, 'Zein erraza' más pop…), la gente cantaba y ondeaba los brazos en alto como si se lo pidiera Enrique Iglesias, ETS apostaron sin completos por el reguetón (la sensual 'Guretzat'), las chicas de las primeras filas de la pista salían en pantalla poniendo corazones con las manos (en 'Logela honetan', que seguro le gusta a Janus Lester), e Iñigo Etxezarreta tuvo un momento introspectivo en el que se emocionó al hablar de su hermano Eduardo, fallecido hace casi veinte años (para él cantó 'Aurkitu genituen').
Y tras esto volvió el subidón mediante ska pegatinero ('Beste behin', una 'Sumendiak' que es metáfora de Euskadi y Cataluña según explicó Iñigo) o explícitamente sexual ('Sexuarekin', y la corean todos los niños fans de ETS; ojalá no entiendan la letra…), la tierna canción para su amama Isidra a ritmo de flamenco-pop ('Abuela maitia'), más ska (en castellano la coreadísima 'Hacia la luna', en euskera 'Musikaren doinua' y la citada 'Ametsetan'), y en el bis hubo dos lentos para bajar la presión: 'Heldu da garaia' y 'Zurekin batera', éste con el líder Iñigo Etxezarreta solo en escena cual cantautor, asemejándose al Dylan de la película nueva.
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