Eskorzo montando el fiestón del BIME City

Óscar Cubillo

Viernes, 26 de octubre 2018, 14:05

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El festival de abono BIME Live, colofón multitudinario este viernes y sábado en el BEC del sexto congreso profesional BIME Pro, mantiene una actividad paralela con bastante gancho a priori: un tropel de conciertos gratuitos por salas de Bilbao centro (aunque a desmano pillan La Ribera y el Bilborock). Al principio, en las primeras ediciones del BIME, estos conciertos eran solo para los congresistas y se desarrollaban en ambiente desangelado y semidesértico, pero se tuvo a bien abrirlos al gran público y se ha mejorado el ambiente y ampliado la oferta. ¿Que qué significa BIME? Jopé, ¡pues Bizkaia International Music Experience!

Al igual que sucede con el cartel del BIME Live de este año 2018, que es mucho más interesante en su segunda jornada (la del sábado), el BIME City moló mucho más su segundo día, el jueves, cuando nos dio tiempo a catar a siete bandas, que el primero, el miércoles, cuando solo picoteamos a cinco, menos atractivas, menos resolutivas y atendidas por menos público. Aunque nosotros, como Cenicienta, estábamos pendientes del último metro, el de las 11 y poco (volver a casa en autobús nocturno, con tanto badén, rotonda y curva de 90 grados destroza la espalda), y no atendimos a los últimos nombres de las planchas.

El miércoles, entre lo que vimos nos gustaron las berlinesas las berlinesas Gurr en la Sala Backroom y nos convencieron más que en disco los lisérgicos catalanoparlantes El Petit Del Cal Eril con sus dos baterías. Y el jueves, en encuentros con mucho más ambiente y afluencia, disfrutamos de casi todas las bandas: de los psicodélicos bailongos otomanos Altin Gun y de la afrovocalista soulera holandesa Michelle David con sus tres vientos y su derroche de energía en el Kafe Antzokia, de los indies Ombra en el Azkena, de los taiwaneses de Taipéi The White Eyes en la Backroom a ras de suelo y de lo que les vamos a narrar, los andaluces Eskorzo en la Stage Live.

Los veteranos representantes del mejor mestizaje español Eskorzo (Granada, 1995) montaron un fiestón en la Stage Live con un respetable jovezno que se sabía las letras y no paró de bailar encantado de la vida. Dieron un bolazo de 8 canciones en 40 minutos en las que solo se les podría reprochar que el vocalista Toni Moreno dijera «todos y todas» y «bienvenidos y bienvenidas» (¡primero las damas!), y el solo percusionista a cargo de Zeque Olmo, que no estuvo mal pero como Eskorzo tocaron sólo cuarenta minutos pareció de más.

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En septeto, sin teclados, con dos vientos (trombón y trompeta que se marcó algún chulo y agudo solo), una batería y una percusión perfectamente engarzadas, la guitarra y el bajo aportando el rock (¡con roll!) y el vocalista Moreno azuzando al personal con su pie de micro con luces y ramaje, Eskorzo abrieron rompiendo la pana con el funk manonegrista 'Zona caliente' (¡alerta!) y a la segunda alcanzaron el cénit con 'La pena' zingarobilly y pegatinera y con la primera explosión de confeti («qué pena me da» cantaba la chavalería tomándoselo a risa), ambas piezas contenidas en su último disco, 'Alerta Caníbal' (Rootsound, 17), que se puede oír en Bandcamp

En el reggae 'clashico' con Manu Chao en la otra orilla 'Amenaza fantasma' la peña coreaba: «y se rebotan», «eooo» y, ya en plan Def Con Dos, el eslogan rapero «bota, bota, bota idiota». El tercer y último mordisco a su disco lo dieron con 'Cumbia caníbal' y prosiguieron con rock tribalista bastante yoruba ('Mambo zombi') e incidiendo en la onda onomatopéyica hasta hacernos pensar en que son unos Clash cañís en 'Suave' (oyendo el disco 'Alerta Caníbal' el día después vemos que versionan el 'Guns Of Brixton' de los Clash, y lo retitulan 'Armas de barrio').

A la séptima propuso Toni Moreno, el cantante: «vamos a subir la temperatura con un podo de afrobeat», y se marcaron un creíble y genuino 'Acelera', antes de la despedida con el octavo tema, 'Búlgaro': «Esta canción habla de lo mucho que escasea el amor», introdujo, y fue una bronca zíngara en la que el cantante y los dos vientos bajaron a tocar entre el público y le hicieron girar por la sala en plan tribu caníbal alrededor de la hoguera, todo entre la segunda explosión de confeti de la velada y el deseo repetido de Toni Moreno: «Salud y felicidad». Hum… buen títular sería también.

Vídeo clip de su canción 'Zona caliente':