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El sábado 30 de noviembre vimos a Leiva en Vitoria durante su actual gira 'Nuclear', título de su cuarto disco en solitario. Tocó 22 canciones en 105 minutos (cuatro de su antiguo grupo, Pereza) ante más de 4.000 personas en el Buesa Arena. ... Nos gustó tanto que elegimos ese concierto entre lo mejor del año y deseamos repetir el domingo 22 de diciembre en Santander.
Ayer cumplimos el deseo y, rodeados de 4.800 personas, catamos su también estupendo concierto de 21 canciones en 106 minutos (las mismas cuatro versiones de Pereza y una más del grupo de su hermano Juancho, Sidecars, que fue 'Contra las cuerdas'). En La Ballena del Sardinero, en el Palacio de Deportes santanderino, dentro del cuádruple ciclo bautizado Magdalena Winter (con Ara Malikian y Camela en el mismo cartel), a Leiva se le vio más contento y entregado, pero el concierto estuvo un nivel inferior porque el volumen resultó una pizca insuficiente, las luces no brillaron tanto como en Álava, la pantalla tampoco destacó tan soberbia y magnética (eso que en Santander había tres: la del fondo más dos laterales), y además apenas se oyeron las guitarras (lo reconoció el líder al contar que se le había fastidiado la suya a Juancho y el amplificador al bajista).
En octeto (las dos guitarras hermanas, los dos vientos bailongos, la batería de El Niño Bruño y la percusión de Luismi Huracán, el piano de César Pop, el bajista más la corista Patricia Lázaro, ésta un punto más notoria que en Vitoria), el madrileño Leiva (José Miguel Conejo Torres, 39 años) vertió su cancionero egotista (todas sus canciones parecen basadas en experiencias personales y abarcan desde los sentimientos y los bajones hasta la fiesta urbana y la carretera) y vocativo (tú, tú, tú…; se dirige siempre a alguien, a veces para vengarse, o para amenazar como en 'Lobos') dando mucha cancha a sus escuderos, que salían a menudo en las pantallas y que participaban del show mediante coreografías, solos, alegría…
Y quienes también participaron en el show fueron las más de 4000 almas cantarinas que coincidieron en La Ballena. Cada dos por tres emergían los coros de las voces blancas de las centenas de joveznas implicadas. El de Leiva fue un concierto en U: arrancó prendiendo el éter, por el luengo ecuador se tranquilizó mediante medios tiempos siempre, siempre, siempre sinceros, y en el epílogo apuntó hacia arriba con afán arrasador y también comunitario, en comunión constante con el respetable. Cuatro frases esporádicas de la peña apuntamos y suscribimos las cuatro: «mola mogollón» soltaron unas amigas a nuestra espalda, «es enorme, tío» manifestó a un amigo uno de una cuadrilla de delante, «qué puta locura, de verdad», estalló otra chica por detrás, y «ha sido brutal», concluyó a la salida otra dama.
Todas las emociones del domingo arrancaron a la vez, al instante: con el rock and soul, las imágenes de la pantalla y las voces de la masa en 'Lluvia en los zapatos'. Y el segundo tema ya marcó un hito: fue el stoniano 'Animales' de Pereza, con Leiva más Lee Van Cleef que nunca: sombrero vaquero, americana de ante con largos flecos, barba de muchos días, delgadez extrema, mirada fija y aro en la oreja. Los coros Black Key retumbaron en la citada, resabiada y aindiada 'Lobos', y Leiva soltó su habitual discurso de agradecimiento: «Hey, buenísimas noches amigos y amigas de Santander. Muchísimas gracias sobre todo por elegirnos. Después de años de batallas y de tocar en sitios cada vez más grandes en la ciudad, no vamos a normalizar esto. ¡No vamos a ir de guays! Somos conscientes del esfuerzo que supone pagar una entrada y esperamos estar a la altura». Y los chavalucos que nos rodeaban calcularon el precio: «33 cafés». 33 euros, sí.
Leiva prosiguió apuntando al espectro femenino (el soul 'Superpoderes') y alcanzando o provocando explosiones de sentimentalismo ('Breaking Bad', la de «es demasiado grande, mi amor, es demasiado grande», la cual cantaron en la calle unas chavalinas mientras caminaban abrazadas al acabar el enorme concierto) y de comunión con los miles de fans ('A ti te ocurre algo', que nos recordó a Loquillo). Sin que la calidad descendiera, el tempo se ralentizó y el ochote madrileño picó en el pop ('En el espacio', 'Nuclear' –el de «llevabas una borrachera mundial»-) y modeló baladas de rock sudista que le deberían conducir al Azkena Rock Festival ('Electricidad', con las pantallas lisérgicas), aunque el muy esquelético líder consiguió más dianas inenarrables ('Como si fueras a morir mañana', con su cara agigantada en la pantalla de fondo).
Las chicas de La Ballena (bueno, no solo ellas) corearon a chorro 'La llamada', el grupo versionó el citado 'Contra las cuerdas' de Sidecars (así lo presentó Leiva: «Aquí en España tenemos el complejo de que nos parece que todo lo que viene de fuera es acojonante. Pero aquí también hay gente que hace canciones tan buenas que les envidias, como Quique González, que es casi mi hermano de sangre y casi es de Santander (tanto que Quique estaba entre el público el domingo), o como mi hermano Juanchito Sidecars»), y el concierto feliz se abocó al epílogo efervescente y excitante con seis canciones coreadas a modo, movedoras a fondo e incluso rock-a-rollers a tope.
Y vamos a citar las seis: 'No te preocupes' a lo Quique González y con un vídeo ardiente y divino de fondo; la interacción absoluta de 'Como lo tienes tú' de Pereza (con su coda 'Hey Jude'); la redondísima 'Terriblemente cruel' a pesar de su parte postrera pastoreando las palmas; una 'Estrella polar' de Pereza que resonó a los Byrds (qué limpias brotaron en ese momento las guitarras, parece que se aclararon; ah, en su presentación Leiva confesó que dejó de tocar esta canción durante mucho tiempo porque se hizo demasiado popular); la intensa 'Mirada perdida', con la banda haciendo piña y Leiva haciendo de Springsteen; y en el bis doble un 'Sincericio' muy Morricone (esos coros apabullantes) y la cuarta de Pereza, 'Lady Madrid', «lo más rock and roll de por aquí», con muchas chicas del público cantando abrazadas y filmándose a ellas mismas con los móviles, y con el visiblemente contento y satisfecho Leiva abrazando uno a uno a sus músicos al acabarla.
Ojalá nos cuadre el calendario y podamos repetir al Leiva 'Nuclear' este verano en Torrelavega, en el programa Música En Grande (también participarán Calamaro, Rulo, Amaral, Sidonie…).
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