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El guitarrista Josu Aguinaga (ex Smile, en la actualidad es el hacha oficial de Doctor Deseo y también toca en Erabatera) y el baterista Andrés Letamendia (ex Lord Sickness, Los Clavos y Cancer Moon), el uno de Plentzia y el otro de Gorliz, saben (¡y ... pueden!) sonar más grandes que el formato dúo en su segundo larga duración, 'Buenos chicos', un mordisco rocanrolero en absoluto purista que parece esconder una intención catártica y que esta entrevista se explica la razón: las ganas de recuperar el fuego de la juventud.
Sea por la razón que sea, el caso es que el rock de 'Buenos chicos' se irradia nervioso, urgente e inteligente: las letras son de nivel y a veces se expelen a lo León Benavente, por ejemplo en 'Diles qué tienes tú'. Musicalmente, o sea guitarrera, eléctrica y sincopadamente, los vizcaínos Duobite ('duo' de dos y 'bite' de morder en inglés) resuenan con personalidad a los Black Keys ('Nocaut'), a los mejores Columpio Asesino ('La bestia'), a los en la onda Venturi ('Poser'), y también a los White Stripes, a Atom Rhumba, a Corcobado, a Lagartija Nick, ¡a Sonic Trash!…
Este jueves Andrés & Josu actúan en el Palacio Euskalduna (Premios Koska, 20 h, entrada con invitación), y el baterista Andrés nos expone con claridad, sinceridad, precisión y empatía sus patrones operacionales.
-¿Pretendéis que baile quien oiga vuestras canciones? Es que este nuevo disco a menudo remite a los mejores El Columpio Asesino.
-Bueno, hacemos las canciones movidas para disfrutar nosotros en directo. Y si con ello conseguimos que la gente se mueva, perfecto. No pensamos en si se parecen a un grupo o a otro, sólo nos quedamos con las que nos gustan a los dos.
-Vuestro primer disco, 'Máquinas' (2019, también disponible en CD), era como más after punk y sombrío, ¿no?
-Sí. Creo que nuestra evolución nos ha llevado a usar menos teclados y colchones de ambiente. Aunque los seguimos usando, no tienen tanta presencia. Ahora es todo más directo.
-Este 'Buenos chicos' es más roquero, más duro.
-Definitivamente sí. Tiene más riffs y más guitarreo. Es lo que nos apetece ahora.
-¡Qué raro! Los grupos se suelen ablandar con el tiempo, en el siguiente paso, y con vosotros ha pasado al revés.
-Seguramente porque en mi caso echo de menos el lado salvaje de la juventud. Queremos conectar con ese adolescente que todos tenemos dentro y que poco a poco hemos ido callando en nuestra vida de adultos. Y también queremos conectar con esas bandas con las que empezamos y que eran todo tripas y corazón.
-En ocasiones en Duobite se perciben tormentas eléctricas a lo White Stripes. O para que lo entienda cualquiera: a veces en los guitarrazos da la sensación de que hay mucha rabia más liberada que contenida.
-No es nuestra intención contenernos. Hacemos las cosas cada vez más directas, primamos la frescura y la combinamos a la perfección con la rabia. Queremos que todo suene natural y con matices. Los discos cada vez suenan más a plástico: tienen sonidazo, parecen perfectos, llevan buenos graves… Están demasiado retocados, y pensamos que les faltan dinámicas de banda. Por ejemplo, el sonido de la batería es muy natural en el nuestro.
-¿Ha cambiado en algo la existencia, la exigencia, la andadura de Duobite desde que Josu ha fichado como nuevo guitarrista por Doctor Deseo?
-Hemos tenido que retrasar algunas cosas para no interferir, pero por lo demás intentamos no pisarnos. Además Doctor Deseo nos invitaron a su cierre de gira en el Antzoki. Dueron dos fechas con sold out en las que pudimos disfrutar de su hospitalidad y aprender de la profesionalidad de todo su equipo.
-¿Creéis que podéis conectar con los fans más jóvenes del rock? Con los seguidores de Venturi, por ejemplo, en los que se puede pensar oyendo vuestra canción 'Poser'.
-Pues es muy difícil. No existe una juventud plana, toda igual, como parece que nos quieren hacer ver. No todos los jóvenes escuchan lo mismo ni son iguales. Quizá haya que dar con el canal adecuado para dar con ellos. Por ahora nosotros vamos a lo nuestro y, si conectamos, genial.
-Andrés, ¿qué es lo mejor de estar en un grupo de rock sin ser profesional?
-Lo mejor es no depender económicamente del rock. Puede ser una verdadera montaña rusa. Por suerte yo trabajo en un sector en el que la gente es parecida a la del rock. Gente normal y cada cual con sus diferentes inquietudes.
-¿Y qué te cuenta Josu sobre qué es lo mejor de vivir la vida como un profesional del rock, de la música?
-Pues dice que de alguna manera ha cumplido gran parte de sus sueños profesionales. Que todo lo que venga a partir de ahora es un regalo.
-Ajá. Las letras de Duobite parecen buenas. ¿A qué le cantáis?
-En este disco sobre todo le cantamos a nuestra juventud. A las ganas de salir, de disfrutar… A cuando te sentías capaz de cambiar el mundo.
-¿Qué esperáis con este segundo larga duración, 'Buenos chicos'?
Queremos dar el mayor número de conciertos posible. Así podremos decir que tanto trabajo ha merecido la pena.
-¿Y cómo será vuestra intervención en los premios Koska de este jueves en el Euskalduna?
Corta pero intensa. Somos buenos chicos. Nuestro bolo de estreno del nuevo disco está previsto para la primavera. En breve anunciaremos la fecha.
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