Doctor Deseo trata de reinventarse en su nuevo disco, 'En el brillo de tus ojitos'

Como dijo Ritxi Aizpuru, el representante de la discográfica en la rueda de prensa organizada en el bar feminista La Sinsorga de la Calle Askao: «Es un disco variado, con electrónica, rumba, tex-mex, un poco de reguetón también, trap…». Pero que nadie se asuste: a pesar del discurso oficial es un disco claramente identificable con Doctor Deseo.

Tras el preámbulo en euskera, tomó el micrófono Francis Díez, el líder de Doctor Deseo, y reivindicó a su banda: «En un mundo tan frívolo como el de la música, durar tanto ya tiene valor. Este es nuestro disco 18, y decimos que hemos llegado a la mayoría de edad, que por fin hemos madurado. Nunca hemos tenido ninguna visión de futuro, y así tontamente llevamos una temporadita. En este disco tiene más fuerza la sensación de pérdida y hay una visión existencialista de la vida. Como no creyentes pensamos que vamos camino a la nada, y que todos los que estáis aquí (en referencia a los periodistas presentes en la sala) vais a dejar de estar. Es lo inevitable, es lo que hay, y lo consideramos sin exageración ni tremendismo, sino con ganas de fiesta. Seguiremos hasta el final, con la espada delante, como hacían los héroes griegos».

Por ahora disponible en redes y en CD, en vinilo desde la semana que viene, 'En el brillo de tus ojitos' está diseñado por su colaboradora habitual Lourdes Merino y producido por Cesar Ibarretxe: «A pesar de lo viejo que es, como todos nosotros, es un jodido moderno. No le interesa lo que pasaba en los 60, los 70, los 50…», le elogió Francis. El nuevo EP es un trabajo tan conservador, o si se prefiere canónico, como el resto de la discografía de Doctor Deseo. Los oyentes que se fijen podrán colegir destellos del indie rock guitarrero y de estadio ('Me quedo aquí contigo'), del rock de Loquillo ('Por el camino a la nada' lo podría versionar el rocker barcelonés), de la rumba de Estopa entre otros ingredientes (el tema titular), arreglos percutivos que no aportan nada a la dicción de Francis ('Que sea a tu lado'), y dos buenas adaptaciones más que versiones de Leonard Cohen ('Y quieres viajar con ella (Susan)') y Roberta Flack ('Suavemente me mata con su canción', o sea el 'Killing Me Softly with His Song', muy adulta y muy bonita), en ambas con la colaboración de Aiora Renteria, la cantante de Zea Mays, muy amiga de Francis y del grupo.

Sobre el repertorio de la novedad, expuso Francis: «Estas seis canciones son cada una de una madre. Cuando tienes 160 canciones hechas te puedes repetir hasta el infinito. Pero no buscamos repetirnos, nos apetecía jugar, comunicarnos entre nosotros, decirnos qué te parece esto, mándame una guitarra, mándame un piano, un saxo, una batería…. Son seis canciones para intentar aportar algo nuevo a nuestra carrera, algo diferente a lo que estábamos haciendo. Partiendo de una canción como 'Me quedo aquí contigo', que es guitarrera, de guitarras contemporáneas y distintas aportadas por el compañero Josu. Podría ser una canción de amor. Uno debería hablar de amor cuando lleva mucho tiempo en esto, ¿no? No deberían dejar hacer canciones de amor a los adolescentes, porque dicen muchas tonterías, aunque no todos. Huimos del romanticismo barato, de los enamoramientos continuos… Chorradas… Hablamos de la gente que es capaz de sacar lo mejor de nosotros, la gente que nos integra en este mundo, que hace que nos comunicarnos mejor. La gente que nos eleva y que nos hace crecer».

Y siguió: «Como músicos somos curiosos y no nos alimentamos de nostalgias, o no solo de ellas. El single 'El brillo de tus ojitos' es el compendio de cómo nos gusta jugar. Arrancamos con tres versos de José Hierro, uno de los mejores poetas españoles que ha existido nunca, unos versos del poema 'Vida' de 'Poeta en Nueva York', que me llevaban rondando la cabeza desde hace muchísimos años. Esta canción empieza con unos rasgueos que casi te hacen ver a Clint Eastwood con su poncho enfrentándose a todo, a la bestialidad de la vida. Y luego la canción deriva en una mezcla de trap, rumba, rock and roll. Es distinta. Es una celebración».

Y sobre las dos versiones, tras informar que Doctor Deseo apenas las han preparado ('Ni naiz' de Xabier Lete, 'El amor nos separará' de Joy Division), explicó Francis: «Teníamos muchas ganas de trabajar con 'Suzanne' de Leonard Cohen, que nos ha influido de alguna manera, o bastante. Nos prohibieron hacerla en castellano y hemos hecho un trabajo potente para adaptarla sin que suene a 'misa juventud', para que fuera algo más poderosa. 'Suzanne' no es una aventura amorosa de Leonard Cohen, sino que en realidad ella le enseñó la parte femenina del creador, del artista. La del abandonarse. Esta versión nos ha costado más que hacer una canción nueva».

La gira subsiguiente la empezarán por salas y el verano lo pasarán al aire libre. «Serán conciertos con una primera parte casi ramoniana, y luego ya serán más festivos». Y en el tramo final del tour pasarán por teatros, «buscando los temas que también nos apetece tocar pero que no puedes hacer al aire libre. Ahí no puedes hacer tantos temas lentos, ni canciones con una capacidad dramática más potente… Será una gira por teatros más onírica, más emocionante quizás, más teatral evidentemente. Trabajaremos con bailes aéreos. La gira se llamará 'Suavemente me mata con su canción', y por eso empezamos a jugar con la versión de Roberta Flack. La hemos grabado con Aiora Renteria, que siempre pone una emoción especial a todo y que ha colaborado también en 'Suzanne' de Leonard Cohen. Le hemos cambiado un poco la letra».

La gira comienza este sábado en Vitoria, en el Jimmy Jazz, y el 18 de mayo parará en la Santana 27 de Bilbao: «Tenemos ya muchos conciertos llenos, con sold out, y eso es lo que nos anima a seguir. Nos consideramos unos currelas de la música. Llevamos mucho tiempo en esto y lo hacemos por trabajo y porque es lo que realmente nos apetece. Cuando lo que hacemos no sirva para algo y para alguien, lo dejaremos».

El disco se hace corto: son sólo 6 cortes, y de ellos dos versiones. Al ser preguntado por EL CORREO sobre si andaban cortos de material, respondió Francis: «Es que no nos apetecía meter material por decir, 'vamos a hacer un disco de diez canciones'. Nos apetecía más estrujarnos el coco y sacar algo distinto. Cada una de las seis canciones aporta algo nuevo, y esto ya nos cuesta mucho, porque llevamos 160 canciones. Que nos sonara diferente y aportar algo nuevo para nosotros era el leitmotiv, el juego de esta historia. Nos ha costado aportar algo distinto a nosotros mismos».

Y al final de la rueda de prensa Francis Díaz remató su reflexión: «Mi época es esta y no es otra. Somos esponjas, y nos consideramos deudores de la cultura pop, que comienza en Chuck Berry y que llega hasta el trap. Recogemos de otras músicas, como el tango, el bolero, el flamenco, el blues… De muchas cosas. Y jugamos con ellas para mostrar algo que tenga que ver con nuestro momento. Le damos una nueva vuelta de tuerca. Intentamos estar acordes con nosotros, con nuestro tiempo y con nuestra edad, y lanzar algo que sirva para alguien. Eso es lo que intentamos, otra cosa es que lo consigamos…».