Tres meses ha estado Taylor Swift, el fenómeno musical más relevante de las últimas décadas, en lo alto del Billboard, la lista de éxitos norteamericana con su último disco, 'The Tortured Poets Department', que lanzó al tiempo que exprime la gira más económicamente exitosa de ... la historia. Doce semanas sin rival… hasta que llegó él. Un rapero de 51 años cuyos primeros éxitos fueron seguramente tarareados por los padres de las 'swifties' que llenan los estadios de medio mundo y que, a la vista de los números de su último disco, también ha conectado con la Generación Z: Eminem.
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Cuando parecía que Swift no tendría rival, las cifras de escuchas online, ventas físicas y visualizaciones de las canciones de la cantante de Pensilvania han quedado sobrepasadas por el irreverente rapero. Su nuevo álbum de estudio, su undécimo trabajo se titula 'The Death of Slim Shady', toda una declaración de intenciones, en la que el rapero «mata» con un golpe de gracia al alter ego que le ha acompañado durante sus 25 años de carrera. Un homenaje al primer disco con el que se dio a conocer en 1999 y un renacimiento artístico, como se puede escuchar desde la primera pista, que se titula 'Renaissance'.
El rapero llevaba cuatro años sin sacar ningún disco y se limitaba hacer apariciones esporádicas como en el medio tiempo de la Super Bowl en el 2022, cuando el show se convirtió en uno de los más vistos de la historia de la televisión americana. A sus 51 años Marshall Bruce Mathers puede presumir de haber superado, con éxito, una vida convulsa y llena de polémica. El «chico sombrío» de Detroit pasó de ser un peligro público a convertir el hip hop en un fenómeno de masas en los años noventa, cuando irrumpió en el género y le llamaban de forma despectiva 'Vanila Ice'.
No exento de polémica por sus relaciones personales, su paternidad, su carácter temperamental, sus letras y sus burlas hacia otras estrellas y hacia él mismo, Eminem logró convertirse sin embargo en una de las figuras más influyentes y definitorias de la industria musical.
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Pero ¿quién es este chico tímido y taimado salido de los suburbios de Detroit? Odiado y amado por igual, hasta el más egocéntrico, megalómano y controvertido de los raperos, Kanye West, reconoció con una inusual lucidez mental sentir respeto y admiración por Eminem: «Nadie va a ser más grande que él», dijo el artista ahora conocido como Ye. En efecto, Eminem sacó el hip-hop de los suburbios y los acercó al gran público, dejó de ser música principalmente hecha y escuchada por personas afroamericanas y lo convirtió en un género que podía llenar estadios. Todo el mundo en los 2000 sabía quién era Eminem.
Con su primer álbum se convirtió en un fenómeno cultural. Rompió todos los prejuicios y estereotipos que había en la escena musical e independientemente de que el rap o el hip-hop no fueran los géneros mayoritarios, era imposible no ver a Eminem con sus polémicos videos musicales en la MTV, anuncios, entregas de premios, vallas publicitarias y en alguna que otra revista, como cuando protagonizó un enfrentamiento con Christina Aguilera o Britney Spears o cuando se divorció de su mujer tras un matrimonio como poco, convulso.
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A pesar de una vida personal agitada, Eminem logró convertirse en uno de los iconos más grandes del hip-hop, junto con otras figuras como Snoop Dogg, Dr. Dre y Kendrick Lamar. Ahora con la muerte de Slim Shady, este nuevo y renovado Eminem se muestra más maduro al mundo, más sereno, pero igual de crítico y directo, y sus letras así lo demuestran. Estas dos últimas características fueron quizás las que le granjearon el respeto de otros artistas. Eminem no tiene pelos en la lengua y habla abiertamente sobre todo aquello que le molesta.
Pero Marshall es también un ferviente defensor de los derechos de las personas afroamericanas en Estados Unidos y de movimientos como «Black Lives Matter». Los años no le han hecho más dócil, de hecho, al final de su presentación en la Super Bowl se arrodilló en el escenario evocando la muy polémica protesta del exjugador Colin Kaepernick, quien en 2016 popularizó el gesto durante el himno nacional para manifestarse en contra de la violencia policial contra las comunidades negras en el país. Un gesto que la Liga Nacional de Fútbol (NFL, por sus siglas en inglés) le habría prohibido hacer.
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Eminem cuenta en su haber con más de un centenar de premios musicales como Grammys, MTV VMAs, Billboard Music Award e incluso un Oscar a Mejor Canción por 'Lose Yoursel', la BSO de su película biográfica 8 Millas, en los Premios de la Academia de 2003. El rapero no asistió a la ceremonia porque no creía que fuera a ganar, sin embargo, se presentó casi dos décadas después interpretando la canción.
En 'The Death of Slim Shady', el rapero recurre a su retórica ofensiva habitual. Este nuevo disco está repleto de frases incendiarias y venenosas que lleva décadas cocinando y que le han enfrentado directamente con la Generación Z y su cultura de la cancelación. Y es que, en algunas de sus canciones, como 'Brand New Dance', el rapero se dedica a burlarse del ex-Superman Christopher Reeve, a quien un accidente de equitación le seccionó la médula espinal. La broma, según se expone, es que Reeve no puede hacer los pasos de baile que él describe.
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En otra canción, 'Fuel', hace referencia a «morir como Halyna Hutchins», la directora de fotografía que murió cuando la pistola de atrezzo que sostenía Alec Baldwin se disparó en el rodaje de la película Rust. Pero es que, además, Eminem no puede resistirse a soltar un par de chistes sobre las personas trans, y sobre Caitlin Jenner, el padrastro (ahora mujer) del clan Kardashian, en particular.
Por supuesto la polémica no se ha hecho esperar y en TikTok ha estallado una guerra entre la indignada Generación Z que tacha al artista de «rapero geriátrico»; y los fans Milenials que alegan que nadie es tan incesantemente autorreferencial como él; y recuerdan que con 'Without Me' en 2002 el rapero se reía de sí mismo, sobre lo aburrida que sería la música sin él, de los intentos de censurar sus canciones en la MTV, y admitía alegremente, que era un tío blanco que se hizo rico con la música negra.
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Curtido ya en muchas batallas e intentos de censura esta no es la primera vez que Eminem se enfrenta, con una notable victoria, a una guerra generacional. En los noventa y los dos mil era contra los padres ('boomers') de los chicos que escuchaban y se «pervertían» con sus canciones. Por aquel entonces rapeaba cosas como: «Infestar los oídos de tus hijos y anidar en ellos». Más de veinte años después, para bien o para mal, la generación Z escucha su música, ya sea para analizarla o cancelarla, y su último videoclip 'Houdini' acumula más de 120 millones de visualizaciones, que lo han situado en el top 10 global.
La fórmula de Eminem sigue funcionando a sus 51 años y el rapero no parece querer cambiarla ¿Por qué cambiar algo que funciona? En el vídeo de 'Houdini', reutiliza la letra de «Guess who's back» de 'Without Me' con una melodía diferente, donde como ya hiciera en sus primeros videos, su principal víctima es el mismo. Así que sí, no hace falta adivinar quién. Eminem ha vuelto.
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