Los conciertos del finde: Los Zigarros, Toteking, Carmen Boza, Saratoga…

Para conmemorar sus 20 años, Alos Quartet están dando conciertos en formato ampliado hasta el noneto, sumándose un percusionista (Iñigo Egia, ex Oskorri), un bajo eléctrico (Iván Alzate), la electrónica aportada por Aitor Etxebarria (alias El Txef A; pero que haya tranquilidad entre los fans del folk, pues apenas se aprecia su participación) y dos bailarinas (Amaia Elizaran y Leire Otamendi; que no son dantzaris tradicionalistas y joteras, sino bailarinas modernas contemporáneas propensas a reptar).

Y en su concierto del festival Aitzina habrá más invitados: los txalapartaris Oreka TX, la compañía de danza Aukeran, y dos convidados especiales para el Principal, Gari y Josu Zabala, ex Hertzainak, con los que el Alos Quartet colaboró en sus dos conciertos de reaparición en el Palacio Euskalduna.

Mujer a una guitarra pegada (sirva como ejemplo la foto que acompaña esta entradilla: un selfie en un ascensor cuyo espejo cenital refleja que lleva la guitarra dentro de su funda y colgada a la espalda) es Carmen Boza Tomillero (La Línea de la Concepción, Cádiz, 32 años), cantautora pop de lírica influida por Orwell, Kundera, Bauman etc.

Al margen de cuotas, Carmen se abrió camino por su cuenta subiendo vídeos a YouTube y llegó a fichar por la multinacional Warner. Ahora prosigue su camino mediante la autogestión y anda todavía explotando su tercer disco, 'La caja negra', grabado en trío con Román Méndez a la batería y Estefanía Gómez al bajo. En disco resuena a Liz Phair, Ani DiFranco, Bebe, Rozalén…

En 1992, en Fuenlabrada, Madrid, empezaron Saratoga, mítico grupo del heavy metal español. De esos tiempos quedan Niko Del Hierro (bajo; ex Ñu y Barón Rojo) y Jerónimo Ramiro (guitarra; ex Ñu, Santa, Santelmo). En sus pinitos se ocupó del micrófono Fortu, de Obús, líder y catalizador de la fundación, y luego lo agarró Leo Jiménez, ahora estrella en solitario.

Hoy día canta en Saratoga Tete Novoa (ex Shaigon y más) y completa la alineación Dani Pérez a la batería (ex Stravaganzza y Skizoo; ahora se pluriemplea en Khael). Los cuatro visitan Vitoria divulgando 'Aeternus'(Maldito, 18), el segundo álbum de la actual etapa encarnada por esta alineación que funciona desde 2014.

Ah, después del concierto en la Urban habrá fiesta amenizada por Rafa Basa, divulgador del heavy metal mundial en España a través de su web homónima.

Miki Núñez, concursante de Operación Triunfo 2018 y participante en Eurovisión 2019 con la canción 'La venda', escrita por La Pegatina, viene a Bilbao a presentar 'Amuza', su debut en solitario. Son 13 canciones, algunas en catalán, y alcanzó el número 1 en la lista de ventas. Asegura la hora de promo que se trata un repertorio «influido por la pujante escena mestiza catalana, pero también por el soul, el ska, el reggae o el pop latino». Miki dice que le gustan Dub Inc, The Cat Empire y Muse, y antes de lo de OT cantaba en un grupo de versiones de los 70.

Los conciertos de Miguel Núñez Pozo (Tarrasa, Barcelona, 23 años) no son muy largos (16-17 canciones generalmente), rozan la fusión y en ellos caben versiones, a menudo de estas cuatro: Antílopez ('Prefiero', que nos suena a Zenet), Celia Cruz ('La vida es un carnaval'), Alaska y Dinarama (¡'A quién le importa'!) y Txarango ('Una lluna a l'aigua').

Dos citas hip hop plantea este finde la Stage Live: el sábado una con el emergente Blake y el viernes otra más potente con el asentado Toteking, rapero que gusta a muchos a los que no les gusta el rap. Estudiante de Filología Inglesa pero no licenciado, Toteking (Manuel González Rodríguez, Sevilla, 13 de diciembre de 1978: o sea que en Bilbao celebrará sus 41 palos, zorionak zuri...), ex La Alta Escuela, actuará en trío con dos DJs (su hermano pequeño Shotta más Nexxa) dando uno de los últimos conciertos de la gira de su disco 'Lebrón' (Sony, 18).

Reza la hoja de promo del disco: «Enrique Vila-Matas, Herman Melville, Woody Allen, Michael Jordan, Steve Jobs o Lamberto Bava son algunas de las referencias que Tote menciona en el álbum, jugando a la perfección entre la calle y la literatura. Ahí reside su facilidad para la lírica, y parte del respeto que se ha ganado como artista».

Oyéndole se nota que abraza el pensamiento (?) único actual, que su verborrea egotista (yo-yo-yo) alterna la bravuconería con el victimismo rapero de toda la vida, que salpica tacos y a veces referencias al sexo, y que insiste en explicar el mundo a los oyentes (se dejen o no).

Asegura la promoción que estamos ante un show sin complejos, para pequeños y mayores, ante un repertorio que combina clásica, rock, flamenco, jazz y electrónica y que está ejecutado por un quinteto bautizado Strad y liderado por el violinista Jorge Guillén, quien antes ha tocado en agrupaciones de Ara Malikian, a quien indefectiblemente remite su cóctel instrumental y populista.

Su propuesta, subtitulada 'El violinista rebelde', versiona a AC/DC, a Triana o a Serrat, y adapta clásicos populares de la música culta en quinteto: Jorge Guillen (violín), Joaquín Alguacil (guitarra eléctrica), Tania Bernáez (bajo), Vicente Hervás (bateria), más un teclista que no es citado en su Facebook.

Además se informa que Jorge Guillén usa dos violines en vivo: uno clásico fabricado en Viena en 1700 y uno eléctrico fabricado recientemente en Japón.

Cómo molan Los Zigarros valencianos coliderados por los hermanos Ovidi y Álvaro Tormo, ex Los Perros del Boogie y autores de tres discos muy chanantes: 'Los Zigarros' (13), 'A todo que sí' (16) y 'Apaga la radio' (19). Dos veces les hemos visto durante esta gira: en el Kafe Antzokia, donde dieron uno de los mejores conciertos que hemos visto este 2019, y en el festival de Ezcaray, por la tarde y a plena luz solar, donde sin esforzarse dejaron muestra de su nivelón.

Podríamos apostar a que el concierto de este sábado noche en Vitoria estará mejor que el de Bilbao, cuya reseña titulamos 'El rock and roll por sus venas'. Fue un bolazo de 23 canciones en 99 minutos, apenas hablaron y solo hicieron una concesión al público: la de lanzar grititos para que se repitieran, a lo Miguel Ríos, pero no se alargaron en eso.

Ninguna de esas 23 canciones fue mala (ni regular) y la única pega de su bolo del Antzoki sería que el excesivo volumen provocó como daño colateral que la cosa no sonara tan bien, que no se distinguiera todo claramente. Pero aún recordamos canciones como 'Mis amigos' (versión de Los Flying Rebollos de Portugalete), '¿Qué demonios hago yo aquí?' (en la estela de Status Quo), 'Resaca' (literalmente atómica) o el bis imbatible enlazando estos tres rocanroles: 'Hablar, hablar, hablar' (así lo presentó Ovidi: «dicen que el rock and roll está a punto de morir, pero escucha esto»), 'Dispárame' y el torbellino 'Dentro de la ley'. Buf...

El pianista francés de boogie woogie y rock and roll Henri Herbert, ex de la londinense Jim Jones Revue e influido a fuego por Jerry Lee Lewis y Little Richard, anda de gira española de 14 bolos sudorosos en trío. Le salen tan bien los conciertos que al acabar suele vender muchas camisetas y CDs, entre ellos copias de su debut oficial, 'The Fury' (17), producido por su exjefe Jim Jones.

El caso es que el jueves pasado, el 5 de diciembre, le catamos en el Crazy Horse de Bilbao. Ahí, sudando a chorros, casi sin abrir los ojos y vestido de negro, Henri encadenó alborotado rock and roll negro ('Short Fat Fannie' de Larry Williams), se apuntó al síncope de Nueva Orleans ('High blood pressure' de Huey Piano Smith), se marcó un 'What'd I say' de Ray Charles con un poso genuino indiscutible y se llevó el 'Fire' del guitarrista Jimi Hendrix a su terreno con una facilidad pasmosa, cerró en falso con el 'Big Balls Of Fire' de Jerry Lee Lewis, y cerró el bis con coreadas versiones del 'Johnny B. Goode' de Berry o el 'Caldonia' de Louis Jordan. Moló mazo al público transversal, sí, desde a los moteros hieráticos hasta a las joveznas bailongas.

Por Barcelona, Madrid y Bilbao pasará este tridente stoner con tres bandas a las que hemos catado en diferentes tesituras. En el Edaska Rock Club nos cruzamos con los teloneros, Kamchatka (saldrán a las 19.50 h a la Santana 27), un power-trio sueco así presentado ese día: «su sonido combina elementos del blues-rock, stoner rock y psychedelic rock». En la sala Azkena calibramos a Graveyard (20.40 h), otros suecos, estos un cuarteto de power-blues vía Black Sabbath, Cactus, Urian Heep.

Y en la misma sala Santana 27 gozamos con los cabezas de cartel del sábado, con los americanos Clutch (22 h), a los que disfrutamos en el segundo festival Kristonfest (que actualmente se monta en Madrid, siempre bajo la batuta de la promotora bilbaína Noise On Tour). El cuarteto de Frederick, Maryland, en el Kristonfest tocó unas 19 piezas en 98 minutos de sonido percutivo, preciso, físico, americano y serpenteante vinculable a clásicos como el Elvis broncas de los 50, ZZ Top, los Dead Kennedys, los Bad Brains nervudos, y también al rock sinuoso de los Pirates, al boogie de V Horse Johnson, a unos Doors enfadados o a unos Who sudistas.

Ahora regresan presentando su duodécimo álbum oficial: 'Book of Bad Decisions', o sea 'Libro de las malas decisiones'

Lo deja temporalmente el promotor entusiasta Txarly Romero, rector y programador de conciertos sucesivo de las salas Izangoan, La Nube, Satélite T y ahora de la Nave 9. Así nos dice hasta luego: «Nos vamos una temporada a descansar, meditar y pillar ideas. La única forma que sabemos de decir hasta pronto es montando un buen sarao de rock and roll con unas cuantas bandas, muchas cervezas y un mercadillo para poder comprar los regalos de esta Navidad».

Por eso ha elegido el nombre de 'Puestos de rock', el cual despista sobre este minifestival bajo techo albergado en la sala Mytho, sita a un paso del metro Bolueta.

Entre sus bolos de Soria y Tel Aviv, recalan en Ermua, dentro del programa itinerante 'Jazz Blues Zirkuitoa' (y nosotros sin el diccionario a mano), Los Aurora barceloneses, a saber: el cantaor Pere Martínez, el bailaor José Manuel Álvarez, el pianista Max Villavecchia, el bajista eléctrico Javier Garrabella y el baterista Joan Carles Marí. Los cinco han salido de la Escuela Superior Taller de Músics.

Los Aurora toman partituras clásicas españolas de Manuel de Falla y las recrean mediante jazz y flamenco. Además, en su repertorio caben piezas de Lorca, Albéniz y Pedrell. Una apuesta con tanto interés como riesgo: el de no contentar a ninguno de los aficionados de los tres palos.

La sala Urban alavesa remata su finde repleto de metal y estilos asimilados (los madrileños Saratoga el viernes, los bilbaínos Hex el sábado y estos el domingo) con el bautizado 'Acoustic Heroes Tour' (¡¡¿dónde está el diccionario?!!), dúo itinerante y navideño que repasará versiones de Journey, Bryan Adams, Queen, Twisted Sister, Deep Purple, Talisman y algunos originales, todo dentro de una paleta al gusto rock-metal.

El dúo lo forman el guitarrista Jorge Salán (Madrid, 1982), becado en Berklee y actual hacha solista del neoyorquino Jeff Scott Soto (Journey, Yngwie Malmsteen), del neojerseita Joe Lynn Turner (Deep Purple, Rainbow) y de los asturianos Avalanch, más el vocalista BJ, brasileño de Sao Paulo que esconde su edad, cantante de los brasileños Tempestt (con dos Tes, sí) y de los griegos Danger Angel (Grecia), además de encargado de la guitarra rítmica y los teclados en Soto y de las teclas en los suecos Talisman, y de mantener una carrera en solitario.