El concepto sutil del Alos Quartet

Como subraya la información oficial, el 70 % de los actos del 'Beste Bat' son en euskera, y aunque el Alos Quartet hace música instrumental de cámara, todos los parlamentos al público fueron en la lengua vernácula durante un concierto de 16 piezas (algunas dobles, uniendo dos temas) en 83 minutos salpicados por viñetas dantzaris: ora a cargo de la bailarina solista contemporánea Amaia Elizaran, ora a cargo del cuarteto tradicionalista-modernista Kumai.

Todo en el Alos Quartet, cuarteto de cámara liderado por el tolosarra Xabi Zeberio (nyckelharpa y violín; ex Oskorri, hogaño acompañante de Benito Lertxundi), sobre las tablas de la Kurtzio Kultur Etxea fue muy sutil. Fue sutil el humor de Zeberio, la forma de interpretar el cuarteto de cuerdas nuclear, el acompañamiento de la sección rítmica extra (bajo eléctrico y percusión en segundo plano, sónica y físicamente, ahí al fondo en la segunda fila), su forma de atacar los números bailables (ora fandando, arin arin y ezpatadantza, ora tango y ragtime), la escenografía desnuda, el logotipo con el nombre del grupo delineado por una luz sobre el telón de foro… ¿Qué no fue sutil en esa velada de jueves en Sopela? Pues el baile, las viñetas contemporáneas de la solitaria Amaia, quien por supuesto reptó por el piso, y los arrebatos dinámicos jaleados con interjecciones espontáneas del cuarteto descalzo Kumai Dantza Taldea.

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El concierto fue creciente y cursó desde la introspección filosófica hasta las melodías más pimpantes. Se comenzó con melancolía metafísica ('Oinutsik'), los oficiantes se igualaron a la new age de cámara de los bilbaínos Basabi, con quien comparten agencia de management, Bapo Bapo (por ejemplo en la tercera, 'Oi Pello Pello', surcada por pregrabados con la voz de Mikel Laboa), además contrastaron la solemnidad de su música con el descaro del baile grupal ('Arin') o individual ('Mari Kanaky', una pieza inspirada en los txalapartaris Oreka TX), 'Oskorria' se la dedicaron ya saben ustedes a quiénes (esta fue un tema marcado por otra de sus influencias esenciales, la de Michael Nyman), incidieron en la melancolía (el tango 'Hosto dantza') y en la impronta del citado Nyman (su composición más redonda 'Eguzkilore', el hondamente minimal 'Abustua'…), e idearon bandas sonoras imaginarias (de nuevo la sutileza en 'A ragtime' para cerrar en falso, luego la apertura del bis tan 'Braveheart' con 'Epel'…).

Y antes de acabar el bis y el concierto Zeberio se centró en los agradecimientos (¡al sonido con los Alos va el histórico productor Jean Phocas, venido desde Hendaya!), las presentaciones (los Alos son Francisco Herrero (violín, de San Sebastián), Lorena Núñez (viola, de Vitoria), Iván Carmona (violonchelo, de Pamplona) y el propio Xabi Zeberio (violín y nyckelharpa, de Tolosa)) y los anuncios crematísticos (casi se le olvida contar que en la entrada estaba el puesto de merchandising, con CDs, bolsas y viseras a la venta), y tras tales créditos orales tocaron 'Ezpatadantza', adornado con el baile de Kumai, y dijeron adiós saludando y aplaudiendo, todos alineados, los once participantes: seis músicos (una dama a la viola) y cinco bailarines (dos chicas).