Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Josu Olarte
Jueves, 18 de enero 2024, 00:19
El vocalista de M Clan mejora su apuesta por el clasicismo rockero en su reválida solista que defiende hoy y mañana en el Kafe Antzokia de Bilbao, respaldado por el cuarteto de La Asociación del Riff. Cinco años después de su estreno solista, el cantante ... y compositor Carlos Tarque (Santiago de Chile, 1969) se ha lanzado a defender por la vía directa su nuevo álbum 'Vol. 2' , un «crudo y honesto» triturado de hard rock y blues que consolida su emancipación del ya clásico grupo M Clan. De su reválida -cocinada junto a su guitarrista y productor, Carlos Raya- habla en un descanso cántabro de su gira un Tarque que retorna a Bilbao jugando casi de local, en virtud de sus múltiples lazos de índole profesional -oficina y mánager-, amistosa y hasta sentimental. «Por encima de todo es una gran ciudad con mucha cultura de rock y con la que conectamos», dice el calificado con recurrencia como la mejor garganta de rock en español. «Lo oigo a menudo, pero hay otros grandes en mi liga como Fito o Robe. Lo que pasa es que quizás he cultivado más la figura del 'frontman' que siempre me ha gustado», matiza Tarque.
- Su nuevo disco no engaña desde el título. 'Vol. 2' apunta a secuela de una apuesta que hace ya un lustro le permitió lanzarse en solitario.
- Cuando empiezas un proyecto con un espíritu fresco siempre quieres asentarlo, sería muy disparatado dar un bandazo, sobre todo cuando la apuesta fue tan bien recibida. Esta es una sucesión lógica, una reafirmación, pero mejorada. Con una mayor trayectoria puedes probar otras cosas. Con M Clan pudimos experimentar dentro de los estilos que nos gustaban. No nos limitamos al rock sureño de los inicios. Es el tipo de disco honesto de rock que me gustaría escuchar. Es potente, intenso y está bien grabado y tocado.
- Como en el anterior, las letras cultivan el imaginario que liga el rock a pactos satánicos, el whisky o los fuera de la ley, por no hablar de la mitomanía de 'Tan grande como tú' . ¿Es algo buscado o inevitable?
- Ambas cosas. Esos tópicos del rock funcionan porque forman parte de su identidad. Me gusta todo ese imaginario que tiene que ver también con el sonido. En el rock es difícil innovar. No pretendemos ser los intelectuales del rock ni inventar nada. No suele funcionar. Las veces que clásicos como Neil Young, Lou Reed o Metallica lo han intentado han patinado. Ponemos el acento en lo clásico, pero bien hecho. Es como cuando disfrutas comiendo una fabada, quieres que esté buena pero con el sabor de siempre. A veces lo arcaico hasta parece moderno porque ya nadie lo hace.
- Aunque incida en el hard rock blues de los 70, en el disco hay también cierto ramalazo a heavy ochentero hispano.
- Claro, me reconozco también en ese sonido, es parte de la música con la que Carlos y yo crecimos escuchando en los 80. Leño, Ñu, Obús... sobre todo a Barón Rojo, que aunque fueran heavies venían del hard rock de los 70. Si haces rock duro en castellano es inevitable recordar a esos grupos.
- A Barón Rojo evoca 'Bombas en son de paz' donde habla de un nuevo orden mundial robotizado y contralado por el miedo. Todo muy distópico.
- Sí, puede evocar a 'Resistiré' o 'Son como hormigas', aunque en ellos tenían un rollo más social. Yo le doy un tono más de ciencia ficción, pero la cantinela es la misma. La realidad no es lo que parece y está mediatizada por mensajes cínicos y fuerzas superiores. La salida del disco coincidió con el conflicto de Gaza y es inevitable que la sirena inicial evoque los bombardeos. Pero la letra sería igual de válida hace 15 años o dentro de cinco, me temo.
- Conexión española tiene también 'Piel de Toro'. «Un país lleno de ciegos donde el tuerto es el rey y cien pájaros roban de nuestros labios la miel», canta. ¿Contra quién dispara? ¿Hay mucho usurpador en el rock nacional?
- No va contra los impostores del rock, que también los hay. Es una sátira que juega con el refranero español y esa sabiduría popular ácida, casi quevedesca, salvando las distancias. Va más ligada a las mafias corruptas que hemos conocido, aunque cada uno puede hacer su lectura. También antimonárquica, yo no lo he dicho pero a lo mejor sí.
- ¿Sigue atento a lo que se cuece en el rock actual? ¿Se pierde con los años el interés por la novedad?
- Es inevitable. Cuando has viajado a 150 lugares en tu vida tienes menos capacidad de sorpresa, el paso del tiempo diluye un tanto la emoción que antes te aportaba lo novedoso. Quizá tenga que ver con la nostalgia de la era dorada o la sensación de que en el rock cualquier tiempo pasado fue mejor, pero yo no puedo evitar acudir a los discos viejos atemporales. Me gustan bandas actuales pero no estoy demasiado atento, sigo encontrado ese factor emocional en los clásicos.
- M Clan no han dejado de tocar en directo pero llevan ya casi ocho años sin un nuevo disco de estudio. ¿Ha quedado la banda en un segundo plano tras su emancipación como solista?
- M Clan sigue funcionando de la hostia porque se ha convertido en un grupo clásico con un público caluroso que nos quiere ver en directo. Es muy agradecido porque hay una demanda y nos pagan muy bien, pero para que volvamos a grabar tiene que haber una motivación o un lugar de encuentro parecido al que Ricardo (Ruipérez, guitarra) y yo encontramos en torno al sonido americano en el último disco ('Delta', 16). Mis prioridades están ahora en esta banda con la que estoy disfrutando mucho. El plan para este año es tocar todo lo que podamos. La respuesta brutal que tenemos en cada concierto nos confirma que vamos creciendo.
- ¿Se come mucho el coco con el 'set list' de sus discos y conciertos?
- Por supuesto. Y creo que nuestro público lo valora porque es sobre todo gente adulta no tan consumidora de plataformas y 'playlists' de canciones. Hemos crecido escuchando álbumes en los que el orden de las canciones siempre fue muy importante. Tanto en el disco como en el concierto está pensado para que la cosa no decaiga. Con internet se ha perdido bastante la sorpresa de los 'set lists'. Los solemos repetir sin grandes cambios porque están muy estudiados. Una mala elección de los temas puede arruinar un concierto. En este caso, el orden de los factores sí afecta al resultado.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.