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óscar B. de otálora
Viernes, 2 de marzo 2018, 16:30
Carla Bruni era una cantante francesa con un solo éxito en su carrera que tenía el gancho de un pasado glamouroso hasta que en 2007 se conoció su romance con el presidente francés Nicolas Sarkozy. A partir de ese momento Carla Gilberta Bruni-Tedeschi - ... su verdadero nombre y un indicio de su origen italiano- se convirtió en un personaje mundial, una primera dama de la 'grandeur' francesa que posaba con la Reina de Inglaterra y recorría el mundo defendiendo causas sociales. El próximo 19 de julio actuará en Vitoria, tal y como se ha anunciado en la programación del Festival de Jazz de la capital alavesa, un escenario insólito para una cantautora que suena más en un club parisino al que haya que acceder por una escalera oscura.
Después de todo, Bruni es una cantautora intimista, susurrante. En algunas ocasiones, su música parece un recitado de letras de desamor y melancolía acompañadas de un guitarra triste. Su primer éxito -y el mayor hasta la fecha- fue 'Quelqu'un ma dit' (Alguien me ha dicho). Un tema nostálgico que pueden escuchar aquí abajo.
Bruni publicó esta canción en 2002 y vendió dos millones de copias en todo el mundo. Fue la consagración de una mujer que hasta entonces aparecía más en la prensa del corazón que en las revistas musicales. La vida de la cantautora, en este sentido, es toda una novela -o una serie de televisión- de esas que solo pueden dar en las mansiones de la Costa Azul. Nació en el seno de un matrimonio formado por un compositor de ópera y una pianista italianos. Siendo adolescente se fue a París y allí inició una carrera como modelo. Se convirtió en una top model , se hizo amiga de Yves Saint Lauren y su cara era constante en todo tipo de anuncios elegantes. Es en esa época cuando se le atribuyen romances con personajes como Mick Jagger o el propio Donald Trump. En este caso, ella y él lo han desmentido.
En esos años falleció su padre y fue entonces cuando su madre le reveló que realmente era la hija de un empresario brasileño con el que había vivido un 'affaire'. Su reacción a este hecho revela al carácter y el carisma de la Bruni. «Yo soy una bastarda y me gustan mucho los bastardos», ha declarado cuando le han preguntado por su familia.
Bruni siguió cantando tras su boda con Sarkozy, un evento que tuvo lugar en el Palacio del Elíseo, el mismo edificio donde su marido hizo instalar un despacho para ella. En 2008 volvió a sacar un disco en el que por ejemplo, se grabó un tema compuesto entre ella y el polémico escritor francés Michael Houellebecq -en el vídeo superior-, un autor superventas al que sus críticas al Islam le han convertido en uno de los personajes más polémicos de la literatura actual. Bruni, a la que en una análisis frívolo se podía situar en la izquierda francesa, se convirtió en una adalid de las políticas de derechas de su esposo y del nuevo patriotismo francés que impulsó Sarkozy.
En 2012 Nicolas Sarkozy perdió las elecciones frente a su rival, el socialista Francois Hollande, y Bruni abandona el Elíseo. Para entonces había aparecido en la película de Woody Allen 'Midnigt in Paris' y se convirtió en una adalid de las causas sociales como la lucha contra el Sida. Su marido, una vez fuera de la presidencia, estuvo implicado en numerosas investigaciones por corrupción. Ella siguió grabando discos y realizando apariciones estelares en las televisiones de todo el mundo. Con su chic francés era capaz de hablar de su vida sexual con Sarkozy a la vez que presentaba una nueva canción. Es en esas fechas cuando pronuncia frases del tipo: «Si mi marido me engañara le cortaría el cuello mientras duerme».
El año pasado presentó un disco de versiones titulado 'French Touch' (Toque francés), un album en el que es capaz de convertir himnos del punk como 'JImmy Jazz', de 'The Clash', en un balanceo susurrante. (En el vídeo superior). El tema es una demonstración de como una declaraión de guerra a la burguesía se convierte en una balada romántica. La gran pregunta de su futura actuación en Euskadi, sin embargo, es si su mayor fan, el expresidente francés Nicholas Sarkozy, se presentará en la capital alavesa para asistir al concierto de su esposa. El exmandatario ya lo hizo el 10 de enero de este año en Madrid, cuando se situó en primera fila y se enfrentó a los fotógrafos.
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