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Este miércoles 66 almas (dejando al margen técnicos, camareros, actuantes y su caravana de acompañantes, caso de la tatuada esposa del líder) nos congregamos en el Antxiki, la sala superior del Kafe Antzokia, o sea la pequeña de arriba, la favorita de tantos melómanos del gran Bilbao, para atestiguar la parada del cantautor pop australiano Erik Voeks, ahora instalado en USA, en Kansas City, y que vino con la gira de promoción de su disco 'Sandbox', de 1993 pero reeditado en vinilo por el sello bilbaíno Hanky Panky, organizador del evento, un álbum de 12 canciones, la mitad de las cuales se repasaron en esa sesión.
El cuarteto anglo-hispano Erik Voeks & The Ghosters, o sea el antípoda Erik (voz y guitarra Fender Telecaster) más los españoles Juan Ferrari (guitarra Gibson Les Paul y coros; ha tocado con Los Potros, Los Brujos, The Jacquelines, Santi Campos...) y Pepe Bermejo (bajo; de The Happy Losers y Los Imposibles) y el estadounidense de Misuri Patrick Hawley (batería, el único que no hizo coros; ha tocado con Pansy Division, Prisonshake, Adam Schmitt...), recreó 17 canciones en 69 minutos (los cronometró Óscar Cine, que llegó desanimado al Antxiki, sintiéndose como un jefe de Hezbolá en el punto de mira del Mosad, y salió revitalizado), todas de pop perfecto, a dos guitarras, la Les Paul y la Telecaster, ambas solistas, canciones con un hondo influjo de Elvis Costello y de Matthew Sweet, tanto que zanjó Óscar Esteban: «todas me recuerdan a Costello y a Matthew Sweet, y lo digo para bien. Esos acordes no fáciles, las armonías… También he pensado en Van Dyke Parks y en Brian Wilson, aunque no sean comparaciones tan evidentes»
Pues hasta aquí ya está todo dicho, pero para ganarnos la soldada añadamos que fue un bolo redondo en su sentido de la composición (dos guitarras solistas, tres voces aportando coros...), con la duración justa y el sonido estupendo, y con un sentido pop muy noventero emparentable con los Posies ('It means nothin now', 'My dentist', 'What it feels like'), aparte de con los Beach Boys ('GLMC2C'), tan a menudo con Elvis Costello ('The simmetry', 'She loved her jangle pop', 'Finger painted cat'...), a veces con los Gigolo Aunts y con Redd Kross ('It breaks you', 'In time'...), alcanzando el cénit rocanrolero en la 13ª ('Descending from a daydream'), y dejándose llevar en el bis con una terna más adulta, encadenando 'Rhymes with trains' (a lo Neil Young), 'Love you anyway' (el glam de Redd Kross), y el adiós con 'Let go now' (y el influjo de Erik sobre Kurt Baker, si se ha dado, pues igual fue casualidad tanta concomitancia).
Todo el mundo salió encantado del Antxiki. Ah, este domingo habrá más power pop internacional en Bilbao con el concierto de Paul Collins en la Sala BBK (20 h, 20 €), en cuarteto con tres miembros españoles, y ojalá esté tan bien como el de este miércoles con Erik Voeks.
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