Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Nacieron hace tres años para sensibilizar a la sociedad, no para batallar contra nadie. ESAS (Emakume Sortzaile eta Artisten Sarea-Red de Mujeres Artistas y Creadoras) es una entidad abierta a todo el mundo, pese a que la orquesta que han montado es exclusivamente femenina. « ... Nuestro objetivo es la igualdad. La concienciación social, aquí y en todas partes. Queremos orquestas en las que haya hombres y mujeres en paridad, igualmente capacitados», deja claro Nekane Díaz, cofundadora de ESAS.
Cuenta con más de 100 socios/as, tanto de Euskadi como de La Rioja, Cantabria, Castilla y León y Navarra, pero el grupo estable que saca adelante sus actividades ronda las 25 personas. Tienen su sede en el centro BBK Kuna y lo mismo dan clases de música a niñas gitanas de Otxarkoaga que lanzan discos que fusionan música electrónica y sinfónica. «El año pasado dimos un concierto en el Euskalduna con motivo del Congreso Emakumeak y recibimos el Premio Zirgari de la Diputación y la BBK. Aquello nos catapultó, pero cada paso es importante. Ahora estamos centradas en el concierto del 14 de noviembre en la Sociedad Filarmónica, en el marco del 40 aniversario de la Fundación Etorkintza, que trabaja en la prevención y tratamiento de drogodependencias».
Las entradas cuestan 20 euros (de los que 2,5 se destinarán a Mezenak-Barreras Invisibles) y el espectáculo durará una hora. «Empezaremos con el estreno de 'Somos ESAS', de la compositora valenciana Laura Beele, y luego pasaremos a 'El Amor Brujo', en su versión de 1915, con la soprano Ángeles Núñez Vasco, y un guiño especial, porque habrá incisos en los que la actriz Inma Ochoa se meterá en la piel de María Lejárraga, libretista de Manuel de Falla. El final llegará con 'Adoration', de Florence Price, y no descartamos alguna propina...». La puesta en escena será asimismo muy cuidada y el vestuario de todas las instrumentistas lleva el sello de la diseñadora ucraniana Olha Liubushkina, que ha echado raíces en el País Vasco.
«Ojo, una cosa importante: todas las integrantes de Camerata ESAS son profesionales que tocan en agrupaciones como la BOS, Euskadiko Orkestra o la Orquesta de Navarra. No se trata de una asociación amateur de chavalitas que se junta para hacer cosas...», subraya Nekane Díaz. El número de instrumentistas oscila según las necesidades y en ocasiones pueden llegar a las 30 o 40, aunque no siempre sea fácil cubrir las plazas de viento-metal. «Ahí tenemos un punto débil. En un programa sinfónico tuvimos que descartar una obra porque no pudimos encontrar a una tuba».
Todavía hay estereotipos muy arraigados y no son muchas las chicas que tocan la tuba, al igual que escasean los virtuosos del arpa (pese al ejemplo que dio en España el gran músico donostiarra Nicanor Zabaleta). El entusiasmo, sin embargo, no decae y ESAS quiere seguir creciendo «con toda la sociedad civil como público y apoyo». En la actualidad cuentan con un presupuesto de 50.000 euros, entre la autofinanciación y las ayudas directas que reciben principalmente de la Diputación, que les permite organizar conciertos, ponencias y clases, así como encargar composiciones y abordar grabaciones. «Salimos de nuestra zona de confort en la medida de lo posible. Eso sí, actuamos como una herramienta de cambio. No somos un fin en sí mismo. La meta es la igualdad y la convivencia».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.