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César Coca y teresa flaño
Viernes, 18 de junio 2021, 00:12
Su música tardó en ser aceptada entre nosotros, pero 125 años después de su muerte es la gran estrella de la próxima temporada de Euskadiko Orkestra. La de Johannes Brahms es una figura que se agiganta con el paso del tiempo. Por eso, esta formación ... musical ha organizado algo parecido a un festival con algunas de sus obras más importantes: las cuatro sinfonías, los dos conciertos para piano y el de violín y violonchelo y el 'Réquiem Alemán'. Realmente, solo falta el Concierto para violín, otra de las grandes piezas del repertorio. Eso sí, si un aficionado quiere escuchar este ciclo casi completo deberá moverse por Bilbao, Vitoria, San Sebastián y Pamplona entre finales de septiembre y primeros de octubre, porque las piezas se reparten en un total de diez conciertos.
En el programa de la temporada 2021/22, que presentaron ayer los directores general y musical, Oriol Roch y Robert Treviño, destacan también algunas obras de Bernstein y Elgar, la curiosa combinación de dos de las sinfonías menos conocidas de Chaikovski, la continuación del Proyecto Elkano, la primera Sinfonía de Dutilleux y una partitura cargada de simbolismo en un tiempo como el actual: la Sinfonía Nº 2 'Resurrección', de Mahler.
Son precisamente las extrañas circunstancias que nos tocan vivir las que explican que en los primeros conciertos de la temporada aún se doblen las sesiones, ante la perspectiva de que el aforo siga limitado y en el escenario no se pueda disponer la plantilla habitual sino una más reducida para mantener una distancia de seguridad entre los músicos. Por esa misma razón, las obras que requieren de un número mayor de intérpretes están situadas en la segunda mitad de la temporada.
Entre los solistas previstos destacan la soprano Ainhoa Arteta, las pianistas Varvara y Yulianna Avdeeva, así como Pinchas Zukerman, que esta vez tocará la viola. El director Pinchas Steinberg es otra de las figuras relevantes. Los aficionados bilbaínos no podrán disfrutar de su presencia, pero alaveses, guipuzcoanos y navarros lo verán subirse al podio para abordar un programa singular con la Sinfonía Nº 8 de Beethoven y la Fantástica de Berlioz.
Los responsables de la orquesta explicaron que uno de los ejes de la temporada está en el descubrimiento de obras nuevas. Algo que no solo afecta a los estrenos del Proyecto Elkano, sino a partituras que en algunos casos ya no son tan recientes pero que no han tenido apenas entrada en los auditorios vascos. Lo mismo que sucedió con Brahms hasta bien entrado el siglo XX, pero con otros compositores. «Queremos mostrar a compositores nuevos y apasionantes para que el público salga de la sala preguntándose cómo es posible que no haya escuchado esto antes», dijo Roch. Un ejemplo sería Dutilleux, cuya primera Sinfonía se interpretará en mayo, en una sesión que se completa con el dramático Concierto para violonchelo de Elgar, con Asier Polo como solista y Treviño en el podio.
El consejero de Cultura, Bingen Zupiria, avaló esta apuesta por los descubrimientos y comentó que es la tónica que ha seguido Treviño desde su nombramiento como titular de la orquesta. El director norteamericano aportó una bocanada de aire fresco al asegurar que «nos encontramos en el momento de construir una vida mejor» y abogó por «una apuesta clara por compositores jóvenes». Es el caso de Teresa Catalán, reciente premio Príncipe de Viana, de quien estrenarán en mayo 'La victoria vacía'. Hay más estrenos: 'Jakinduriaren usaina' de Joël Merah y 'Urrutiko arimak' y 'Urruneko azalak', de Pascal Gaigne, que cuando se restablezca la normalidad podrán interpretarse como una única obra. Treviño destacó también el optimismo que destila el programa dedicado a Bernstein con las Danzas Sinfónicas de 'West Side Story' y la Sinfonía Nº 2.
Euskadiko Orkestra grabará la semana que viene la banda sonora de la película 'Maixabel', de Icíar Bollaín, que narra los encuentros de la viuda de Juan María Jáuregui con los asesinos de su marido. Ha sido compuesta por Alberto Iglesias, quien dirigirá las sesiones. El director general, Oriol Roch, asegura que «se trata de un hito importante porque permitirá al compositor conocer a su orquesta». Asimismo, Robert Treviño y él están especialmente orgullosos del CD publicado en abril con las obras sinfónicas más representativas de Ravel. «Se ha convertido en nuestro mejor pasaporte internacional».
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