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Con 17 años es lógico ser como Billie Eilish; es decir, ir a la contra todo el rato, soltar tacos y mirar con desconfianza al ... que se ponga por delante. Esa es la actitud. Y si te dicen que dejes de vestir como lo haces, que estarías mucho mejor con encajes y minifaldas, pues no. «Demonios –se explicaba en una entrevista reciente al semanario musical británico 'NME'–. He hablado con artistas femeninas sobre esto, porque si no eres mujer probablemente no pienses en ello. Si yo fuera chico y estuviera usando esta ropa holgada, nadie se sorprendería. Pero hay gente que dice: '¡Vístete como una niña de una vez! ¡Usa ropa ajustada, serías mucho más bonita y tu carrera iría mucho mejor! No lo haría. Literalmente, no lo haría».
Es un detalle de los muchos que adornan a esta adolescente estadounidense que con 14 años puso patas arriba las redes sociales gracias a una canción escrita por su hermano, Finneas O'Connell, del que no podía soportar que fuera el genio musical de la familia. 'Ocean Eyes' es una balada que se hizo viral y le valió un disco de platino. Un inicio de carrera que ha culminado este año con la grabación de un LP y que acaba de recibir un tremendo espaldarazo al ganar dos premios en los MTV Europa celebrados en Sevilla, a la mejor artista nueva y mejor canción, 'Bad Guy'. Mil millones de reproducciones en Spotify y más de 600 millones en YouTube; en el vídeo se la ve en chandal amarillo, rodillas heridas y sangrando por la nariz como un niño difícil, y en actitud irreverente con lo que parece ser un portero de discoteca. Y en general con los tíos: «No digas gracias o por favor / Hago lo que quiero cuando quiero».
Vive con sus padres, un músico y actor y una actriz que decidieron que era mejor educar a sus hijos en casa, más piano y ukelele y menos matemáticas: «Si fuera a la escuela, nadie me tomaría en serio, algo aterrador para mí», dice ella, que ya componía con 11 años.
Ha contado que tiene el Síndrome de Tourette, aunque ha aprendido a controlar en buena parte los tics que le provoca. Y en la revista 'Esquire' confesó que, para sobrellevar la fama, ha recurrido a ayuda profesional: «Me cuesta incluso encontrar de qué hablar con mis colegas. Hace 18 meses tenía miles de amigos. Era jodidamente popular. ¿Y ahora? Apenas tengo dos o tres. Nadie entiende ni mi trabajo ni mi vida. Todos me dicen: 'Deberías estar muy orgullosa de ti, deberías ser tan feliz...', y eso me estresa hasta volverme loca, porque no soy feliz. Y si me quejo les parezco una desagradecida. He empezado a ir a terapia. Mi psiquiatra es la única persona con la que puedo hablar». Agobiada por los comentarios que recibía, se borró de Twitter hace unos meses.
Lucha contra la idea que se tiene de que era una niña rica de Los Ángeles. Ahora lo es: «Joyas, ropa, zapatos, manicuras... Todo lo que quiera, gratis. ¡Es tremendamente loco! Si supieran que a los 11 años lo único que quería en la vida era un par de Nike y no podía permitírmelas... Ahora tengo cientos en mi casa». Creció escuchando a los ídolos de su hermano, Green Day, a los Beatles y a Avril Lavigne, que hace dos décadas fue una adolescente un tanto oscura, como Billie es hoy. Ahora sintoniza más con la rapera Tierra Whack, Lana del Rey, Arctic Monkeys y los Strokes.
Pero no esperen que Billie siga siempre como es, porque tiene que crecer y porque no le gusta ser previsible. Como ese pelo verde que antes fue azul y antes platino y antes negro. «La gente se mete conmigo porque llevo ropa holgada, como si me avergonzara de mi cuerpo. Otros me dicen que les encanta que no sexualice mi imagen. Pues no: me encantan mis tetas, aunque nunca me haya puesto un bikini. Estoy harta. Alguien dijo que nunca me verían con un top, shorts y taconazos. Pues igual empiezo a vestir así. No quiero ser tan predecible. Pero, atención, lo haré porque quiero, no porque me lo diga nadie. Mira, ahora llevo uñas de gel». Como Rosalía.
No se queda en superficialidades: se ha unido al alcalde de su ciudad para pedir que se rebaje la edad para votar y se ha manifestado exigiendo medidas contra el cambio climático junto a Greta Thunberg, otra adolescente: «El mundo se está acabando y no entiendo la ley que dice que tienes que ser mayor para votar, porque ellos se morirán pronto y seremos nosotros quienes tendremos que lidiar con esto. Ver a los jóvenes participar en protestas pacíficas y no obedecer es hermoso».
Biografía: Nació en Los Ángeles, California (EEUU), el 18 de diciembre de 2001. Sus padres son la actriz Maggie Baird y el músico y guionista Patrick O'Connell. Tiene un hermano mayor, Finneas O'Connell, que también es compositor y actor de reparto. No ha ido a la escuela, recibió educación en casa. Canta desde siempre y compone desde los 11 años.
Música: Se ha definido su estilo como entre cándido y tenebroso. Dicen de ella que podría ser la sucesora de Lana del Rey, una de sus artistas más admiradas e importante influencia. Se ha convertido en el nuevo fenómeno del pop mundial, nacido en 2014 gracias al tema 'Ocean Eyes', que se hizo viral en redes sociales.
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