Los Bengala no tienen rivales en el BIME

Es miércoles y nos hallamos en el Crazy Horse, en la duodécima edición del congreso musical BIME, que entre el martes 29 de octubre y el viernes 1 de noviembre ofrece una ochentena de conciertos, la mayoría con entrada libre. Ante sólo un tercio de entrada, menos concurrencia de la lógicamente esperada, están tocando Los Bengala zaragozanos, y no, no nos rasgaremos las vestiduras porque de todo el cartel congresual, de esos más de 80 bolos, sólo nos llamaban la atención dos grupos, Los Bengala y Combo Paradiso, y nos los colocaron a la misma hora en dos locales distintos, en el Crazy Horse y el Cotton Club. ¡Qué casualidad!

A Los Bengala los quisimos ver en las fiestas de su ciudad, en los pilares, donde presenciamos 51 actuaciones en nueve días, pero justo esa noche diluvió y se suspendió su evento. Bueno, el caso es que nos resarcimos este miércoles en el Crazy Horse, donde el trío guindilla, que quizá aumente en su formato con otro guitarrista para entrar en los festivales españoles, capitaneado por su cantante y guitarrista Guille (su antiguo compañero de andanzas Borja dejó el proyecto por la paternidad, por sentar cabeza), dio un bolo energético de 11 temazos rock-a-rollers en 41 minutos sin bis, porque se les había acabado del tiempo y se quedó en el tintero la última anotada en el setlist ('No hay amor sin dolor').

Como dijo Guille venían presentando su tercer y último disco, 'Peligro de extinción' (Wild Lion, 2024), y de sus ocho cortes al menos sonaron cinco. Ultradinámicos en escena (el bajista, el Camarón Payo, como le presentó el líder, estuvo mucho tiempo con la pierna levantada y apoyada en la valla separadora de actuantes y espectadores), Los Bengala conectaron con la parroquia (entre la peña vimos a varios de los bilbaínos Dead Holes bilbaínos fijándose en las poses de los maños) y dieron un conciertazo creciente de rock and roll corajudo telegrafiado mediante frases cortas que nos hizo pensar en los White Stripes ('Ataco', temazo que acaba repitiendo el eslogan «no tengo rival»; hala, pare el titular), en los Black Lips ('Sé adónde voy'), y en los brutales Depilada ('Politoxicómanu'; oigan el disco debut de los Benidorm, titulado 'Depilandia', con cuidado que es para mayores de 18).

Pero no se vayan todavía, que aún hubo más en el Crazy Hoser: también pensamos en los Cramps cruzados con los Devil Dogs ('No me voy a vengar', con cacho jaleando 'ayayayay…' como en el Steppin' Stone' de los Monkees), en atracos del 'Paint in black' stoniano llevados al universo pistolero de Morricone ('65 días'), en composiciones como si los Mujeres fuesen roqueros con roll en vez de poperos con ingenio ('Ya sale el sol'), en topetazos con Danko Jones ('El guateque'; nos encantó el baterista, que era sustituto, no el titular), en high energy otra vez vía los Mujeres ('Siento ardor'..., en mi corazón), en híbridos de los Dead Kennedys con los citados Black Lips ('TDA'), y, para despedirse, en más alta energía con coros de rock and roll de fraternidad ('Jodidamente loco'..., por tu amor, of course).

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