Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Si el jueves fuimos testigos de la Navidad góspel (evangelio) del Mississippi Mass Choir en el Teatro Barakaldo (500 almas a 22-25 euros), el viernes acudimos a la Sala BBK, que agotó su aforo (433 butacas a 15 €), para catar los pestiños, ... el vino dulce y los villancicos calés de la Zambomba de Jerez, en cuyas letras los vocablos que más se oyeron fueron gitano y belén (por el nacimiento, el elemento sustancial de la Navidad que desaparece en todo el vano ornamento oficial, y es que hemos llegado a tal punto de descristianización y aculturización que hay que explicarlo todo; hace poco un niño listo de 9 años nos preguntó qué significa 'católico').
La del viernes fue la 14ª edición de la zambomba. Vinieron a dar la buena nueva nueve oficiantes capitaneados por el cantaor gitano Ezequiel Benítez (Jerez, Cádiz, 1979). El encuentro duró 97 minutos para 16 piezas. La conjunción fue mejor que nunca, pero al cabo se estiró en demasía la cita con un par de fin de fiestas un tanto postizos. Qué manía con alargarse menguando el efecto y perdiendo el duende para dejar un simple buen recuerdo en vez de saber cortar a tiempo para dejar un muy buen sabor de boca.
Eso sí, mayúsculo resultó el tridente a modo de prólogo de Ezequiel, que informó que venían presentando su disco reeditado y bautizado 'Así es la Navidad 2.0'. Abrió cantando a Jerez en 'Tengo yo una tierra' («de belenes, panderetas y cascabeles que resuenan por sus calles, y un olor que inunda las entrañas porque ya huele a castañas la tierra de mis amores»), una canción evocadora en la onda de José Manuel Soto y reforzada por el apoyo coral de sus subalternos. Y más desnudo, a solas Ezequiel entonó contenido 'Campanilleros de la madre', escrito por su padre Alfredo Benítez, e hizo mutis tras unos fandangos navideños muy jondos que pasaron del pensar en los pobres a la mera devoción navideña.
«Os dejo con mi gente», dijo Ezequiel, y ahí siguió la tropa jerezana montando la fiesta, bebiendo y brindando con vino dulce, halagando a los parroquianos («viva Bilbao», «veo química entre nosotros»; casi todas estas interjecciones las soltó Israel López, el calvo de la zambomba, el típico gracioso o salao andaluz) y calentándose por el ambiente («viva Jerez, viva España», hubo aplausos, «y viva Bilbao, claro», incluyeron). Bien trabadas las voces, en comunidad apretaron villancicos de aire tradicional como 'Ya se van los quintos' por bulerías y con palmas del patio de butacas, 'Los caminos se hicieron' del Niño Gloria, y dos cúlmenes como fueron el agitanado y étnico 'El melo, melo' (con ellas vestidas con modelos elegantísimos y poniendo posturas desde sus sillas de mimbre) más el huracán rumbero con marasmos serenos 'De pestiños y alfajores'.
Estas alegres, devotas y navideñas canciones comunales las alternaron con otras tres de voces protagonistas más solistas que no llegaron tan lejos por faltarles arropamiento: 'Ya viene la Esperanza', entonada por María del Mar Barea y Tamara Tañé; las bulerías descaradas de Israel López en 'Alegría, alegría' (al final lanzó un beso al cielo en recuerdo de su hermano, fallecido hace nueve años); y 'Nuestros Reyes Magos', con Gema la Cantarota y Sandra Rincón homenajeando a los flamencos Parrilla de Jerez, Fernando Terremoto y Antonio Gallardo.
Menos mal que esos lapsos los entremezclaron con villancicos corales empujando a tope, caso del estupendo 'De vendimia' o del popurrí navideño («que os los sabéis ustedes», avisó Israel) con 'La marimorena', 'Los peces en el río' y alguno más con el rompe y rasga de Las Grecas. Y ya por el epílogo reapareció el jefe Ezequiel Benítez para cantar a coro con su esposa Mari Ángeles García de Quirós el tema titular, 'Así es la Navidad', canción melancólica y aflamencada a lo Pasión Vega, antes del fin de fiesta doble, el primero con devoción mariana pero larguísimo (lo sostuvieron los dos guitarristas, Paco León y Vicente Santiago, que realizaron una labor soberbia toda la velada: supieron cabalgar como alazanes en esas bulerías postreras y recogerse disimulados en los anteriores temas corales), y el segundo sin micrófonos y con Ezequiel cantando que le gustan las gorditas porque dan calor en invierno y sombrita en verano. Ah, en el fin de fiesta doble, a modo de bis, no estuvo su esposa, pues ya había salido al lobby de la Sala BBK a vender el disco 'Así es la Navidad 2.0'.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.