Belako presenta su quinto álbum sobre el Támesis

Cris Lizarraga (voz y teclados), Lore Nekane Billelabeitia (bajo eléctrico), Josu Ximun Billelabeitia (guitarra) y Lander Zalakain (batería) elevaron anoche en Londres el vuelo de este 'Sigo regando' en un concierto que reunió a cerca de un centenar de personas en un barco sobre el río Támesis. Volvían a la capital londinense tras su gira por Reino Unido de junio, donde tras más de diez visitas ya sienten en casa. «Casi, casi», reconoce Zalakain, «la pena es que la pandemia nos cortó las salidas internacionales pero teníamos que venir y hacer un poco de ruido».

«Ganas» es lo que sienten antes de cada nuevo lanzamiento y este no podía ser la excepción. «Tenemos nervios porque, obviamente, queremos que gusten a todo el mundo», reconoce Zalakain. Sin ser una banda demasiado comprometida con las masas, Belako siempre ha abanderado su propia libertad. 'Tengo miedo de no gustarme, pero prefiero no aburrirme', canta Cris Lizarraga en 'Sangre Total', octavo corte del álbum y el primero que escriben en castellano. «No nos veo haciendo algo para gustar más a la gente, lo que tenemos es sincero y auténtico y ahí está el secreto». Nunca han tenido demasiada prisa y su trayectoria tampoco ha sido explosiva, algo a lo que hacen referencia en el propio título del disco.

«Después de la pandemia necesitábamos sentarnos y hablar. No hemos podido tocar, hemos hecho un documental, conciertos en autocines, y tuvimos que sacar una edición 'deluxe' de 'Plastic Drama' con remixes de otros artistas, pero que no era música de Belako... Marcianadas que nos permitieron seguir con vida, pero que nos desconectaron de la música», admite el baterista tolosarra.

A pesar de la evolución del mercado musical y el esfuerzo económico que supone grabar un disco, Belako continúan haciéndolo. Una firme reivindicación que, sumada a su renovada estética retro y a la cruda grabación en cinta analógica, les convierte en los penúltimos románticos. «Hay mucho artista nuevo que solo publica canciones sueltas y es algo que ha pasado por nuestra cabeza. Pero nos gusta tener un trabajo físico que cuente una historia, pues ahí radica el reto compositivo. Teniendo en cuenta que hacemos canciones tan diferentes, es interesante luego obligarnos a darle una forma coherente».

Y es que en este 'Seguir regando' se distancian más que nunca de cualquier línea estilística: rock cañero, indie, pop, electrónica, violines, 'talk box', coros... «Hemos estado en lugares que no habíamos visitado, como los compases de 7/4 en estrofas, acordes disonantes que recuerdan al jazz, y fragmentos en los que si nos sonaban demasiado poperos distorsionábamos el bajo...». Incluso en este se les puede escuchar a los cuatro miembros con un mayor protagonismo a los micrófonos. «Ahí es donde se nota nuestro gusto por ABBA y las armonías de voces».